José María Ibáñez
Apasionantes historias atesoran los cementerios. Sobre todo,
para los que nos gusta visitarlos y recorrerlos, en busca de alguna historia,
un personaje, un símbolo, una leyenda.
Y es que, por ejemplo, en más de un cementerio londinense, me
imagino que también en el resto del planeta, vigilantes y transeúntes han
manifestado en diversas ocasiones, visualizar una figura encapuchada, a altas
horas de la noche, ya de madrugada, recorriendo algunas lápidas, moviéndose con
parsimonia y sin emitir sonido alguno, con pasos lentos y silenciosos.
Cuando alguien intenta acercarse a la misteriosa figura
encapuchada, esta se desvanece en plena oscuridad. Otros, simplemente, mientras
recorrían algún cementerio de noche, han sentido una extraña presencia,
asegurando que una sombra les observaba desde la distancia.
Recordemos que los primeros avistamientos de esta presencia,
en épocas modernas, se remontan a varias décadas atrás, cuando los vigilantes
nocturnos informaron sobre la presencia de una misteriosa sombra que se
desplazaba entre las sepulturas. Algunos describieron a dicha figura como muy alta y
envuelta en una túnica oscura, pero nadie había conseguido verle el rostro.
Las distintas hipótesis vertidas sobre tan misterioso
personaje están a la orden de día. Para algunos se trata del espíritu de
alguien que sufrió una muerte trágica o falleció injustamente y sigue buscando
justicia, sigue buscando su camino. Otros creen que se trata de un antiguo
vigilante que nunca abandonó su labor, incluso después de fallecer. También los
hay que sostienen que puede tratarse de una persona mortal, alguien que acude
al espacio sagrado por razones hasta hoy desconocidas, quizá para visitar
alguna tumba en concreto o para efectuar algún tipo de ritual o ceremonia
secreta. Aunque no existen pruebas concluyentes los relatos suelen coincidir
con ciertos detalles inquietantes.
Entre las hipótesis más inusuales destaca una teoría, el
visitante nocturno puede ser una entidad atrapada entre épocas, apareciendo en
diferentes momentos y en distintos sitios sin ser consciente de ello. Por otro
lado, algunos investigadores de temas paranormales sostienen que, ciertos
lugares, que presentan una intensa carga emocional, pueden generar todo tipo de
fenómenos inexplicables. En este caso, el visitante nocturno podría ser una
proyección psíquica del miedo, y la energía acumulada en el cementerio a lo
largo de los años.
Según escribe nuestro buen amigo, el buscador de historia
imposibles, el vigilante de un cementerio situado al este de Londres, manifestó
que en distintas ocasiones “vio la figura encapuchada al otro lado del campo de
tumbas. Al intentar acercarse con su linterna, la presencia desapareció sin
dejar rastro.
Otro relato proviene de un grupo conocido de investigadores
de lo paranormal, que aseguraban “haber sentido un frío repentino y captado
sonidos inexplicables mientras recorrían un cementerio donde el visitante
nocturno había sido previamente avistado”.
Con el paso de los años estas historias se han convertido en
parte del folclore de los cementerios londinenses, atrayendo a investigadores
de fenómenos paranormales y curiosos que quieren presenciar el fenómeno in
situ. Hasta hoy, que sepamos, nadie ha conseguido resolver el misterio del vigilante
nocturno del cementerio.
FUENTES CONSULTADAS:
*Archivo de Historias Olvidadas.
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