Seguramente, muchos lectores todavía
recordaran las míticas imágenes del largometraje dirigido por Stanley Kubrick:
“2001, una odisea en el espacio” estrenada en el año 1968 y que nos mostraba
una hipotética imagen del futuro de la humanidad, cuando un grupo de
astronautas hallan en la superficie de la Luna, un extraño objeto que emite
diversas señales de radio, descubriendo una forma física inerte y que es
apodado como el “monolito”.
Monolito de base cuadrangular (Foto: cronicasmundosocultos.blogspot.com) |
Kubrick quería mostrar la
reacción de los seres humanos cuando se ven ante un acontecimiento que
desconocen completamente, y que no saben muy bien cómo definirlo o
interpretarlo, y que posiblemente podría darles la clave para comprender de
donde viene el hombre, y si es solo un ser que simplemente se puede definir que
está anclado en una única y escueta vida mortal, o si después de la muerte
puede haber algo más que ignoramos…
Este hecho, que sobrecogió a los
amantes de la ciencia-ficción de finales de los años 60, concretamente, un año
antes de que el hombre pisara la Luna, estaba basado en la novela de
ciencia-ficción “2001: A space odyssey”, escrita por Arthur C. Clarke
(1917-2008) conjuntamente con Stanley Kubrick (1928-1999) y publicada
paralelamente con el film en 1968; el cual
es uno de los libros de cabecera de muchos cinéfilos y amantes de este estilo
literario.
Pero, ¿Porqué hablamos de esta
película…?
A mediados del año 1998, la sonda
espacial estadounidense “Mars Global Surveyor”, obtuvo las primeras imágenes
detalladas de Fobos, la luna más grande del planeta Marte. En el momento que
dichas tomas llegaron al control de misión de la NASA, hicieron que los
controladores se sobresaltasen con las fotografías que la sonda estaba
transmitiendo a la Tierra.
Uno de los primeros monolitos descubiertos por la Mars Global Surveyor. (Foto: deregresoacasa.wordpress.com) |
Sobre la superficie de ese
satélite, que tiene poco más de 20 kilómetros de longitud, se alza iluminada
por un lejano resplandor solar, la figura de lo que podría parecerse a una
construcción elevada de base cuadrangular. Muchos de los científicos que
tuvieron la posibilidad de observar las imágenes, llegaron a la conclusión de
que simplemente son elevaciones del terreno que muchas veces podrían parecerse
a construcciones de origen artificial y que no habría que darles más
importancia.
Otros de los expertos que
pudieron estudiar las fotografías obtenidas por el robot, alegaban que la
opinión de sus compañeros era bastante acertada si nos fijamos en muchos
accidentes geográficos acaecidos en la Tierra, ya hayan sido producidos por
fenomenología volcánica o tectónica (terremotos), los cuales no tienen unos
perfiles tan bien definidos y casi perfectos, que es meramente imposible que
haya sido producto de la acción natural de la geología de fobos, sobretodo
porque es un cuerpo rocoso demasiado pequeño para que pueda tener un núcleo y
movimientos sísmicos, capaces de crear protuberancias tectónicas de esas
características.
Durante los últimos años, la
sonda espacial automatizada “Mars Express” de la Agencia Espacial Europea (ESA)
se aproximó a Fobos hasta llegar a estar a poco más de 70 kilómetros de su
superficie, una distancia jamás conseguida por una nave enviada por el ser
humano. Dicha sonda realizó muchísimas fotografías de la superficie, destacando
que aquella figura alargada de piedra no era la única existente sobre esta
luna.
El dato a destacar, es que las
cámaras de la Mars Express estaban equipadas con un sistema de procesamiento de
imágenes digital en tres dimensiones; lo cual posibilitaba la realización de
observaciones más detalladas sobre estos curiosos “monolitos” y de otros
detalles de su peculiar geología.
Poco a poco, iban surgiendo
figuras y formaciones alargadas a lo largo y ancho de toda esta luna marciana. Los
monolitos aparecían cada vez más nítidos en las pantallas de los controladores,
llegando incluso a descubrir una de las imágenes más curiosas de Fobos. Uno de
aquellos monolitos fotografiados por la sonda, presentaba las mismas características
y formas de los obeliscos hallados en Egipto.
Entrevista en el Washington Journal (Foto: allsignspointtogog-blogspot.com) |
Aunque la noticia que
verdaderamente se extendió como la pólvora, se hizo pública cuándo las
declaraciones que el astronauta estadounidense Edwin “Buzz” Aldrin, el segundo
hombre en poner un pie sobre nuestro satélite junto con Neil Amstrong a bordo del módulo lunar “Eagle” en julio de
1969, realizó el día 19 de Julio de 2009 ante las cámaras de televisión del
canal C-SPAN, durante la emisión del programa “Washington Journal”: “Tenemos que visitar las lunas de
Marte, hay un monolito allí…; es una estructura muy inusual en ese pequeño
satélite con forma de patata que orbita alrededor de Marte, una vez cada siete
horas. Cuando la gente sepa de su existencia, se preguntará ¿Quién lo puso
allí? Y bueno… el Universo lo puso allí. O si lo prefieren, el propio Dios se
encargó de ponerlo allí”.
La declaración que Aldrin más
destacó, fue cuando describió la forma del monolito fotografiado por la Mars
Global Surveyor: “Era una roca grande, muy grande y alta… la cual podría ser
una construcción primitiva, que fue desarrollada por criaturas que practicaron
en Fobos, y que luego aterrizaron en Egipto y construyeron las pirámides. Y
aunque no creo que hubiera sido así, nunca se sabe. Pues ahí gente en el centro
espacial John F. Kennedy que si lo creen”.
Hay que recordar que el propio
“Buzz” Aldrin, fue uno de los primeros astronautas en negar rotundamente, a través
de los medios de comunicación, la existencia de vida inteligente fuera de
nuestro planeta.
No sabemos exactamente que son
estas formas rocosas que se hallaron sobre el suelo de Fobos hace poco más de
quince años, pero sí que deberíamos ser conscientes de que podría ser (si se
demostrase que son construcciones de origen no humano) el descubrimiento más
importante de toda la historia. Y según se ha podido leer en algunas
publicaciones de divulgación científica de soporte impreso y digital, se están
preparando nuevas misiones no tripuladas para poder investigar más a fondo el
misterio que rodea a este nuevo descubrimiento, pues si se demostrase que en
Fobos existe un obelisco primigenio, la cultura egipcia podría ser entendida de
una forma más extensa y universal.
Alan Hildebrand (Foto: meteor.uwo.ca |
El científico e investigador
canadiense Alan Hildebrand, que en su momento investigó el origen del golfo de
México, y que actualmente es profesor de ciencias planetarias en la universidad
canadiense de Calgary, a la vez que colabora con el proyecto “Phobos
Reconnaissance” y el proyecto “International Mars Exploration” (PRIME), no dudó
en mostrar su alegría cuando las imágenes del famoso monolito se hicieron
públicas.
En una de sus charlas, explicó
que el objeto (monolito) tiene a primera vista, una composición distinta al
terreno que le rodea, y que además, junto a éste, no existe ninguna marca ni
grieta que dé pie a la teoría de la
creación por medios tectónicos o naturales. Es más, añadió que es una
construcción muy reciente, a la cual, si el hombre pudiera llegar a ella
mediante sondas y naves no tripuladas, podríamos dar respuesta a muchas
preguntas sobre el posible pasado del planeta rojo. “Pues si lográsemos llegar a ese
objeto, probablemente no sería necesario ir a otro lugar más para encontrar
nuestros orígenes”. Alan Hildebrand.
FUENTES:
-www.despiertaalfuturo.blogspot.com
-www.astroblogspain.wordpress.com
-www.ucalgary.ca
-www.taringa.es
-www.nasa.gov
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