Adaptación de textos: RAÚL NÚÑEZ
Fotografías: HÉCTOR YÁÑEZ
Julio Riquelme Ramírez, un
empleado bancario de la ciudad de Linares desapareció misteriosamente el mes de
Febrero de 1956. Viajaba en el histórico tren Longitudinal, más conocido como
“el Longino” que cruzaba el extenso desierto de Atacama en aquella época. En un
momento del viaje, el Longino se detiene para abastecerse de agua en una
pequeña estación llamada Los Vientos. Es ahí donde se pierde la pista a este
chileno, que entro en el mundo de los enigmas sin quererlo quizás, y que en
circunstancias aún no aclaradas se interno en el desierto, que lo “tragó” en su
inmensidad y le impidió llegar al bautizo de un nieto a la ciudad de Iquique.
¿Qué le ocurrió realmente a este
empleado del Banco de Estado de esos años?
Para explicar en forma resumida y
clara, recurriremos a textos de la época y al libro de Francisco Mouat “El
empampado Riquelme” los cuales se han hecho eco de esta increíble historia.
HALLAZGO
De acuerdo a sus averiguaciones,
más algunas lecturas de la prensa local de esa fecha, la historia de Riquelme
no comenzó en el desierto de Atacama sino más bien en el baño del Aeropuerto
Cerro Moreno. El carabinero de guardia, el cabo Ricardo Fuentes, se encontró
con un sobre grande, blanco, sellado con huincha café de embalaje a un costado
del lavamanos, bajo el espejo.
El cabo Fuentes se asustó: por el
peso y por la textura metálica de algunos objetos que había dentro del sobre.
Pensó que podía ser una bomba. "Con delicadeza lo llevó hasta el aparato
de rayos X que hay en la zona de embarque de pasajeros y pidió, nervioso, que
por favor lo revisaran", cuenta Mouat en su libro.
.
El sobre contenía un reloj, una
lapicera Parker, un anillo, una chequera, llaves oxidadas, sujetadores
laterales de anteojos, un par de cristales ópticos y una billetera que después,
al abrir el sobre, supieron que cuero de color café. El paquete incluía también
billetes, documentos de identidad, unos carnés de identidad, del Partido
Radical, del Deportivo Progreso de Chillán, un destapador de botellas, un
cortaplumas pequeño, fotografías familiares, tarjetas de bautizo, un contrato
de trabajo del Banco del Estado, dos gomas de borrar y una nota manuscrita en
inglés que decía: "Todos estos objetos fueron encontrados en el desierto
de Atacama junto a un esqueleto humano tendido de cara al sol".
.
COORDENADAS
Además indicaba las coordenadas
precisas del hallazgo, lo situaba a 100 kilómetros al sur de Antofagasta y
dibujaba la posición del cuerpo. El nombre que figuraba en todos los documentos
colocados dentro del sobre estaba escrito y subrayado: Julio Riquelme Ramírez.
Una vez que se identificó el
cuerpo, la familia de Riquelme fue informada. Su único hijo, Ernesto, quien aún
vive en Iquique, se trasladó hasta Antofagasta a reconocer las pertenencias del
"empampado". Allí conversó con la prensa: "Nuestro padre nunca
llegó a destino. Sólo una maleta con su ropa y algo de comida, pero él no.
Nunca supimos qué pasó. Según algunas personas que lo vieron en el tren, dicen
que el hombre se emborrachó y cayó en el desierto. Otros creen que se bajó del
Longino y decidió arrancar a Bolivia, dándole las espaldas a sus problemas.
Llevaba varios años separado de mi madre y de sus hijos".
Durante 43 años, olvidado en el tiempo, permabeció el cuerpo de Julio Riquelme en el desierto. |
TEORIAS
Muchas son las teorías que se
manejan sobre este caso. Francisco Mouat ofrece una bastante interesante.
¿Interesante? Sí, porque buscó la verdad a través de una síquica: Gina Nanetti.
"Riquelme se arrojó... Al caer parece que quedó inconsciente... Pareciera
que el hecho de tener que regresar y confrontar su situación familiar era muy
fuerte para él... A medida que el tren fue avanzando hacia Iquique, él también
iba recordando momentos de su historia con su antigua mujer, con su familia,
sus hijos... Primero, él sufre un dolor en el estómago. Le aflora primero un
problema estomacal, por eso empieza a ir al baño. (...) Después empieza a
surgirle emocionalmente la crisis de pánico. Pánico de ver a su mujer, a sus
hijos, a su familia. Por un lado culpa, por otro lado pánico...".
Entonces, en un momento de
desesperación Julio Riquelme se lanza al desierto desde el tren y ahí queda
inconsciente. Cuando despierta sigue sintiéndose mal y, en una especie de
suicidio, se interna en la pampa.
TESTIGO
Esta visión, que aparentemente
parece fantasiosa, coincide con las declaraciones de Jorge Herrera desde
Australia. Este hombre viajó en el mismo tren de Riquelme: "... Ya en el
desierto, en plena pampa, cuando comenzaron a aparecer las
estaciones-paraderos, este caballero empezó a sentirse mal... Se empezó a
sentir raro. Empezó a pararse, iba al baño, caminaba hasta el comienzo del
carro y volvía. De repente, en uno de estos viajes que hacía, parece que venía
del baño, se paró, abrió la maleta, sacó varias cosas que se fue metiendo en
los bolsillos... cerró la maleta, la dejó puesta arriba, y salió a tranco largo
hacia adelante...".
Y nunca más se supo de él.
Como ven una historia
apasionante. Misteriosa. Francisco Mouart mencionó que aún recuerda que después
de una semana de haber reporteado el caso Riquelme, en un verano de 1999, vio
las fotografías que del reportero gráfico de “El Mercurio” en la zona de la
estación Los Vientos. El esqueleto de Julio Riquelme Ramírez era tan blanco
como la espuma del océano. Sus cuencas, aunque desocupadas, parecían enviar
mensajes claros. Mensajes que con los años se fueron convirtiendo en las
páginas de un libro. Transformándose en un capítulo más de la amplia historia
de la pampa. Zona seca y despoblada, pero enigmática. Fantasmal. Dicen que en
el desierto descansan las almas perdidas. Las ánimas sin nombres. Sin destinos.
PRIMERAS CONFUSIONES
La abogada Alicia Vidal se hizo
cargo de la investigación del cuerpo encontrado en la pampa. El 27 de enero de
1999, se abrió el proceso en el Tercer Juzgado del Crimen de Antofagasta.
¿Probable delito?: "Inhumación ilegal del detenido-desaparecido José
Riquelme". Error. Los involucrados en dilucidar el tema se confundieron en
los nombres. Pensaron que se trataba de José Riquelme, que figura como tal en
el Informe Rettig.
El segundo paso fue dar con las
osamentas, de acuerdo a las coordenadas del manuscrito hallado en los servicios
higiénicos del Aeropuerto Cerro Moreno. El subcomisario Walter Rehren, un
miércoles 3 de febrero de 1999, se internó, en su vehículo, en el Gran Atacama,
sector Los Vientos, antigua estación que abastecía de agua a los trenes. A 17
kilómetros de allí, aproximadamente, se encontraron los restos de Julio
Riquelme, de espalda, con las cuencas vacías en dirección al sol y un pie
sosteniendo su sombrero.
Fuentes:
Revista del Domingo – En Viaje
(El Mercurio -12.Septiembre.1999)
Libro: El empampado Riquelme (Autor:
Francisco Mouat – RANDOM HOUSE MONDADORI)
CONCLUSION:
Hemos querido mantener
inalterable los comentarios e impresiones de colegas periodistas que han estado
en el momento de los hechos ocurridos cuando se descubrieron las osamentas de
Riquelme. Recordamos la impresión que nos causó esta noticia tan especial el
año 1999. Estábamos en Chile y viajábamos a España al día siguiente del
descubrimiento del “empampado” en el desierto. Nos prometimos decir algo al
respecto y lo estamos cumpliendo.
.
Ernesto Riquelme Chávez visitó
por primera vez el lugar exacto donde fueron encontrados los restos de su padre
en pleno desierto, a 17 kilómetros de la estación Los Vientos. Lunes 23 de
Agosto de 1999.
Las leyendas de personas perdidas
en el desierto son aterradoras y llaman mucho la atención del público, además
se mantienen en el tiempo y quedan en el inconsciente colectivo de la
población. Este caso es auténtico y absolutamente verídico. Julio Riquelme
Ramírez permaneció 43 años inmersos en las entrañas del desierto de Atacama.
Quienes hemos estado investigando en este desierto sabemos que es fácil
desorientarse y perderse. Siempre hay que tomar precauciones y asesorarse para
adentrarse en sus terrenos kilómetros a su interior.
Julio Riquelme, finalmente fue
enterrado el día 25 de Agosto de 1999 en la ciudad de Iquique. Fue acompañado a
su descanso eterno por sus familiares de varias generaciones incluyendo su
nieto a cuyo bautizo no pudo acudir. El Banco del Estado en un gesto hacia la
familia se ocupo de todos los gastos del entierro de su antiguo empleado.
Comitiva familiar en el entierro del enpampado Julio Riquelme Ramírez en Iquique. |
LUGAR DE SU DESCANSO ETERNO
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