Amado Carbonell Santos
Edificio superior de La Trapa. visit-andratx.com |
Actualmente es un santuario para los animales que viven en
esa escarpada zona de la Serra de Tramuntana, además de formar parte de la
misma como Patrimonio Mundial de la UNESCO, declarada así desde el año 2010, en
la categoría de Paisaje Cultural.
Si el viajero ávido de conocer más allá de las playas, el
jolgorio y las fiestas de Mallorca decide caminar por el sendero que lleva
hasta la retirada ubicación de La Trapa, ya sea desde las costas de Sant Elm, o
el aislado enclave conocido como Es Coll de Sa Gramola (Ambos sitos en el
municipio de Andratx), debe saber que antaño no se la conocía de este modo, ya
que La Trapa recibió su nombre desde que arribaron a ella un grupo de 40 monjes
trapenses provenientes de la Abadía de Nuestra Señora de La Trappe (Francia),
expulsados por Napoleón Bonaparte en el año 1810, y abandonados a su suerte en
la recóndita y abandonada finca de montaña conocida como la estéril zona del
Valle de San José.
Con los escasos medios que tenían, lograron erigir un pequeño
monasterio donde además edificaron varias dependencias para el grano y la
siembra, y lograron hacer aflorar tres pequeños cauces de agua a modo de
pequeñas fuentes naturales, haciendo de aquel lugar tan agreste y apartado, un
hogar donde vivir el resto de sus días.
Ruinas del monasterio de La Trapa minube.com |
Como anotación, destacar que aquella escueta diáspora llevó a
la población de Felanitx (sita al sureste de la isla de Mallorca) un viejo
alambique, con el cual, ayudó a modernizar el negocio de la destilación, y
posterior venta, del aguardiente en la localidad.
Pero aquel edén no sería eterno, tras la desamortización de
Mendizábal, que dio comienzo el 19 de febrero de 1836 por orden del ministro
Juan Álvarez Mendizábal, que tras llegar al poder su único propósito era
recoger todo el dinero posible para las arcas del estado, desencadenando así un
caos económico en todo el territorio, pues su estrategia era la expropiación de
bienes inmuebles y venderlos para obtener un beneficio pleno.
Dicha ley llegó a Mallorca pocas tiempo después de su
instauración, y por supuesto alcanzó a la finca de los monjes trapenses, que
fueron expulsados de España a finales de 1836, siendo ésta vendida a
compradores particulares y es explotada agrícolamente, ya que los cuarenta
monjes habían trabajado duramente para poder vivir años de los alimentos que la
Tierra les proporcionaba, y solo había que retomar las riendas de su labor y
exportar todo lo recolectado.
Décadas después, concretamente en la década de los años 60
fue abandonada hasta que en 1980 se presenta un proyecto de urbanización, por
suerte fue desestimado por el estado, y se realizó una adquisición por parte
del gobierno español y lo convierte en un Espacio Natural Protegido.
Aunque las historias interesantes para el viajero son las que
se guardan celosamente en el cancionero cultural mallorquín, donde se habla de
las Leyendas de Los Monjes trapenses, y el Demonio de la Torre de La Trapa…
Según cuenta la leyenda, todo aquel que decida pasar la noche
en la finca de la Trapa y esté expuesto al raso de la intemperie de la noche,
sobretodo en noches especialmente marcadas como la Noche de San Juan (23 de
junio), o la Noche de los Difuntos (31 de octubre), puede que tenga la
oportunidad de ver un fenómeno que solo
se conoce por las historias que se han ido contando de generación en generación
por toda Mallorca.
Representación de la Santa Compaña gallega |
Los 40 monjes expulsados de sus tierras, a modo de procesión
de la Santa Compaña, caminan en fila de a uno, donde el primer monje porta un
candil encendido y va entonando rezos, a la vez que el resto le siguen en su
lenta marcha nocturna.
El último monje porta un segundo candil, pero este lo lleva
apagado, si la fila de monjes pasa cerca del incauto viajero y el último a modo
de saludo posa su mano en tu hombro, el próximo año tú serás el portador del
candil apagado…
Pero la historia más curiosa es la que se cuenta sobre la
existencia de un supuesto demonio que custodiaba la torre de la Trapa, ya
derruida hace años por el inclemente paso del tiempo.
La leyenda nos habla de que todo viajero que decidiera pasar
la noche en la antigua torre de la Trapa (otras leyendas hablan de este demonio
como el custodio de la Torre de Cala Embasset, situada a 930 metros al suroeste
de La Trapa), era libre de hacerlo, pero correría el riesgo de que el guardián
de la misma lo expulsase atacándolo con piedras y otros objetos contundentes, a
la vez que aullaba y gritaba en mitad de la noche.
La Dragonera vista desde La Trapa. visit-andratx.com |
Por supuesto algunos grupos de amigos se han gastado bromas
unos a otros, haciendo creer a los que dormían que era el demonio que les
atacaba. Pero, ¿y los que viajaban en solitario y tenían que salir
huyendo de la torre por caerles una lluvia de piedras desde el hueco del
antiguo tejado?
Sea como fuere, La Trapa es un enclave privilegiado con unas
vistas del islote de la Dragonera y al Mar Mediterráneo, que todo el viajero
que visite nuestra isla con afán de conocerla realmente como es, debería
conocer al menos una vez en su vida… aunque se exponga a que el año que viene
forme parte de ella para siempre.
FUENTES CONSULTADAS:
*La finca de La Trapa en Mallorca.
(www.custodia-territorio.es)
*El discreto encanto de viajar – Excursión a Torre de Cala
Embasset.
(www.eldiscretoencantodeviajar.com)
*La Trapa, una bella historia en riesgo.
(www.elpais.com)
*Fascinación por la Serra de Tramuntana.
(www.histories.serradetramuntana.net)
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