LA REALIDAD OCULTA

TE INVITAMOS A VIAJAR CON NOSOTROS A TRAVÉS DE LA LÍNEA DIVISORIA QUE
SEPARA LA REALIDAD DE LA FANTASÍA.
José María Ibáñez.

viernes, 25 de febrero de 2022

ATHANASIUS KIRCHER Y EL ÁRBOL DE LA VIDA

 Esther Calvo


Árbol de la Vida atribuido a Athanasius Kircher (1656)
Foto: wikipedia.org.


                   

Una de las figuras más importantes en muchos ámbitos de la cultura barroca fue Athanasius Kircher. Nacido el 2 de mayo en 1601 ó 1602. Fallecido en Roma en 1680. Hijo del Doctor en Teología Johannes Kircher, aunque no llegó a ordenarse, procuró que sus hijos, 3 varones y 3 mujeres ingresaran en distintas órdenes religiosas, dado que su familia no podía costear los estudios a todos.

Athanasius inició sus estudios de humanidades en el colegio jesuita de Fulda. A los 16 años ingresó en el seminario jesuita de Paderborn, destacando en lenguas clásicas y ciencias naturales; en 1628 fue ordenado sacerdote jesuita, aprendiendo hebreo y griego para profundizar sus estudios de humanidades, ciencias naturales, matemáticas y complementando estos estudios con los de filosofía en Colonia.

Viajó por toda Europa, se trasladó a Roma, desde donde salió a Nápoles, Sicilia y Malta, a fin de estudiar el vulcanismo, volviendo a Roma, donde permaneció hasta su muerte. Desarrolló una impresionante carrera intelectual, en medio del ambiente difícil de la Guerra de los 30 años.

En 1638 estudió el estrecho de Mesina, donde le atrajo poderosamente la atención los ruidos subterráneos. En Palermo estudió los mamuts, las erupciones del Etna, el Stromoboli y la terrible erupción del Vesubio de 1630. Emuló a Plinio el Viejo en el año 79 y como él bajó al cráter del Vesubio para medir las dimensiones y observar la estructura interna. 

Cuando preparaba su vuelta a Nápoles, un terrible terremoto destruyó la ciudad de Euphemia. En conjunto, todas estas observaciones le llevaron a escribir su libro “El mundo subterráneo” 1664-1665. Además investigó sobre el magnetismo, la luz y los fenómenos asociados a ella, la óptica, el ojo, la refracción, la linterna mágica, de la cual inventó el último modelo el cual se considera el más perfecto. En 1671 escribió “Ars magna lucis et umbrae”, describiendo diferentes artilugios relacionados con las luces y las sombras, también varios diseños de relojes solares, fue una de sus contribuciones a la gnómica del SXVII. Inventó también  una arpa eólica que sonaba con el paso de las corrientes, basada en el arpa del rey David, quien la  situaba  en la cabecera de su cama para obtener este efecto.

Su conocimiento profundo del copto y los jerolíficos, llegó al conocimiento de uno de los primeros propietarios del manuscrito Voynich, Georgius Barschius, quien escribió a Kircher a fin de que intentara dilucidar el Manuscrito, pero no tuvo respuesta. Otro propietario del Manuscrito, Johannes Marcus Marci, le envió el Manuscrito con una carta en la que le decía que dicho tratado  se atribuía a Roger Bacon, pero con serias dudas, porque se desconocía el origen del Manuscrito. No consta que obtuviera resultado alguno y el Manuscrito quedó en la biblioteca jesuita, hasta que años más tarde dicho tratado pasó a la Biblioteca Vaticana. Desde la cual se trasladó a la villa Mondragone, donde lo encontró y compró Wilfred M. Voynich en 1912.

La obra de Kircher es muy extensa, habla del misterio de los números, matemática pitagórica, de los obeliscos de Egipto, ciencias naturales, política, el arca de Noé, etc. El tratado que nos interesa por su relación con la Cábala es “Aedipus Aegiptiacus”. En el se encuentran numerosas tablas de astrología, regencias planetarias, cuadrados mágicos que luego se adaptarán a los sigilos planetarios. Correspondencias con los meses hebreos y los poderes arcangélicos, el hombre como imagen del macrocosmos,  magia egipcia de los jeroglíficos, teología de los dioses egipcios. En suma la obra más importante en relación a los jeroglíficos egipcios. A pesar de basarse en la mesa isíaca, elaborada en bronce y plata que representa a varios dioses y diosas con Isis en el centro que representa el universo polimórfico, es una obra del renacimiento tardío donde se da cuenta de extravagancias barrocas, a pesar de ser una representación de una doctrina sincrética y ecléctica. Sus traducciones de los jeroglíficos son poderosas, a pesar de que, como sabemos, los verdaderos significados de dicho jeroglíficos, no se lograron hasta que Champollion encontrara la Estela Rosetta en 1924.

Las fuentes de Kircher son numerosas, el mismo declara que su “Aedipus Aegiptiacs” están basado en la mitología griega, la Cábala judía, la astrología caldea, las matemáticas pitagóricas, alquimia árabe y la filología latina.

De la Cábala judía, en la cual se inspiró,  nos centraremos en el Árbol de la Vida que ilustra el presente artículo. El Árbol  representa las 10 sefirot, de arriba a abajo Keter la conexión con la Luz, Jojmá, la intuición, la sabiduría, el Padre cósmico. Biná la inteligencia, la Madre. Jesed la Misericordia, el amor universal, la benevolencia. Gueburá el Poder, el juicio o el Rigor. Tiferet, el equilibrio, la belleza. Netsaj, la naturaleza, el amor, Hod la mente, la inteligencia intelectual, la medicina. Yesod, los sueños, el ego, la esfera de la  sexualidad. Maljut, la tierra, lo físico, el cuerpo humano. Además en cada esfera se contemplan los nombres de Dios, vemos las tablas de la Ley, la menorá. Los 365 decretos negativos, los 248 preceptos positivos. Las sefirot están unidas por 22 canales, sobre los cuales se pueden ver las 22 letras hebreas, dichos canales y las 10 sefirot, suman 32 que serían los senderos cabalísticos de la sabiduría. Todo ello coronado por una esfera a la cual llama Horizon Aeternitatis y en Cábala hebrea vendría a equivaler a la expresión Ein Sof Or. Lo curioso de este árbol está en los senderos que unen Hod y Maljut y la esfera de Netsaj y Maljut, puesto que en los árboles tradicionales de el Ari (Isaac Luria) o Moshé Cordovero no existen.

Este árbol reaparece en el siglo XIX con el esoterismo inglés(Golden Dawn) y la cábala cristiana. En la web "El eclipse de Dios", explica: "El Árbol de la Vida es un diagrama simbólico, que representa al "Hijo de una Mujer", quien es, también, "El Hijo del Fuego". Esto es precisamente lo que el Árbol de la Vida es en realidad, porque es común en la tradición cabalística que el Árbol de la Vida representa al Hombre Arquetípico o al Gran Hombre, (...). En Masonería, este Maestro Constructor está representado por Hiram Abiff, y en el Cristianismo Gnóstico por el Logos o Verbo".


Fuentes:

*http://eclipsededios.blogspot.com/2015/11/el-arbol-de-la-vida-athanasius-kircher.html

*https://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%A1bala

*https://es.wikipedia.org/wiki/Atanasio_Kircher




EXTRAÑOS SUCESOS EN EL CUARTEL DE POLICÍA

 José María Ibáñez



Foto: occidente.co



No son pocas las historias que nos remiten a lugares donde presuntamente han acontecido o acontecen apariciones fantasmales y/o fenómenos paranormales, Seguro que a más de uno le han contado o, tal vez, ha vivido en sus propias carnes algún suceso extraño que no tiene una explicación lógica. Muchas veces las presencias fantasmales siguen frecuentando el mundo físico en lugares donde se han desarrollado trágicos acontecimientos: asesinatos, suicidios...

Esta historia se remonta a los años setenta del pasado siglo y ocurrió en un cuartel de la policía estatal ubicado en la región del Valle Costero Oeste del estado libre asociado de Puerto Rico. Antonio, nuestro protagonista, era policía y por aquellas fechas cumplía su segundo año ejerciendo de oficial de orden público.

Eran las ocho de la tarde de un día frio, oscuro y lluvioso. Antonio se acomodó en la silla detrás del mostrador dispuesto a iniciar el turno de guardia que finalizaba a las cuatro de la madrugada. Nunca había oído hablar, ni tampoco ninguno de sus compañeros le habían advertido sobre los extraños sucesos que al parecer acontecían en el cuartel pasada la medianoche.

Las manecillas del reloj rozaban la una de la madrugada. Desde su ubicación, detrás del mostrador y de espaldas a la puerta que daba acceso a la zona administrativa, Antonio percibió el sonido del teclado de una máquina de escribir. Quizá -pensó- el sargento o algún compañero habían regresado de su ronda habitual y accedido al interior de las instalaciones por la puerta posterior del edificio que habitualmente estaba cerrada. Abrió la puerta que estaba a sus espaldas y encendió las luces, no había nadie en las oficinas, todo estaba en orden y totalmente en silencio. Se convenció que todo había sido producto de su imaginación, que le había jugado una mala pasada; volvió a apagar las luces, cerró la puerta y regresó a su puesto de guardia.

Transcurrió algo más de una hora sin abandonar su puesto de trabajo, sintió su cuerpo entumecido y se levantó de la silla con el propósito de hacer una ronda por las instalaciones policiales y estirar las piernas. Se acercó a la puerta y al abrirla un escalofrío recorrió todo su cuerpo. Las luces de la oficina se encendían y apagaban, mesas y sillas se movían al compás de una danza que se le antojaba macabra, la alta temperatura era insoportable. El suceso no duró más de treinta segundos, pero a Antonio le resultó eterno. A continuación, todo en su sitio, todo oscuridad y silencio.

Días después le comentó su experiencia a uno de sus compañeros más veteranos. Éste le explicó que mucho tiempo atrás alguien le había comentado que el cuartel policial ocupaba el solar donde antaño se levantaba una vieja mansión que había permanecido abandonada durante muchos años. No sabía explicarle a ciencia cierta la verdadera historia de aquella casa, pero le contó que otros compañeros decían haber vivido extrañas experiencias durante la madrugada; ruido de pasos, puertas que se abrían y se cerraban, luces que se encendían y apagaban y bruscos cambios de temperatura.

  

Fuentes:

*A. Torres, Blanca. Fantasmas: Mito, Realidad o Fantasía. 2011.


jueves, 24 de febrero de 2022

LEYENDA DE "LA ACABADORA"

 José María Ibáñez

Foto: Museo Etnológico de Galluras.


Nos desplazamos a la isla de Cerdeña para que nos cuenten la leyenda de la Femmina Agabbarora. En el municipio de Luras, situado al norte de Cagliari, la capital de la isla, visitamos el Museo Etnológico de Galluras. Recorriendo las tres plantas de exposición una puesta en escena nos llama poderosamente la atención, el dormitorio, y es que, sobre una cama de hierro forjado del siglo XIX, entre marchitas fotografías de otros tiempos, un "mazzolu" (martillo fabricado en madera de olivo), descansa sobre una tela de saco negro. Se trata del martillo que presuntamente utilizaba "sa Femmina Agabbadora".

Para conocer de primera mano su historia nos remitimos a Pier Giacomo Pala, fundador y propietario del museo, que desde principios de los ochenta se ha dedicado a recopilar todo tipo de información sobre este misterioso personaje, entrevistando a los más viejos del lugar, consultando documentos en hemerotecas y descubrir, en el interior de un viejo muro de la casa donde, al parecer, había habitado una de dichas mujeres, el citado martillo expuesto en el museo.

A rasgos generales, la Acabadora era una mujer que hasta bien entrado el siglo pasado actuaba principalmente en las zonas rurales de Cerdeña y, como sugiere el apelativo, acababa con los sufrimientos de los enfermos agonizantes, a quienes golpeaba la cabeza con el martillo de madera. Por la noche, vestida de negro y con la cara cubierta, accedía sola a la habitación donde yacía el moribundo, y mientras los más allegados esperaban fuera de la estancia, la Acabadora, en soledad y en el más absoluto de los silencios efectuaba su ritual. Algunas teorías apuntan que previamente se retiraban amuletos y figuras religiosas para facilitar la separación del alma del cuerpo y acabar con el sufrimiento del moribundo. La Acabadora, curiosamente, también ejercía a menudo de matrona o "mastra de paltu", y era requerida para ayudar a las embarazadas a dar a luz en su propia casa. Un extraño y a la vez fascinante juego entre la vida y la muerte.

Con el tiempo los testimonios han ido saliendo a la luz, hasta el punto de poder ubicar las dos últimas actuaciones de acabadoras, una de ellas en 1929 y otra en 1952, aunque, como afirma Pier Giacomo Pala, es muy posible que continúe su quehacer de forma marginal y muy clandestina, "pues hace apenas quince años, una mujer reveló en secreto de confesión que había actuado como acabadora de un hombre muy enfermo".

Dicen que las acabadoras no eran mujeres queridas por el pueblo, pero tampoco odiadas, eran indispensables porque en aquellos tiempos los habitantes de las zonas rurales vivían completamente aislados, lejos de médicos y centros hospitalarios. Nunca fueron consideradas como simples asesinas; eran los familiares o los propios moribundos los que requerían sus servicios. Un acto de piedad por el que a cambio recibían comida y productos de la tierra.

La historia y la antropología oficial niegan rotundamente que las acabadoras como tal hubieran existido, opinan que se trata de una leyenda y que simplemente se trataba de mujeres que acompañaban en su agonía a los enfermos terminales, aliviando, al mismo tiempo, el sufrimiento de sus seres más queridos. 


Fuentes:

*Archivo de Historias Olvidadas.

*imadion.it

*codigocba.com

*galluras.it


lunes, 21 de febrero de 2022

SHIMON BAR IOJAI Y "EL ZOHAR"

 Esther Calvo

Tumba del Rabí Shimón bar Iojai en Merón
Foto: Jonathan Stein (Wikipedia.org).


Rabí Shimon bar Iojai nació en Galilea, en el S.II. Fue alumno del gran Rabí Akiva.  El Talmud cuenta que en el periodo llamado “desolado” Akiva perdió 24.000 alumnos y con ellos gran parte de la sabiduría oral de la Torá. Akiva encontró  otros discípulos, entre los mas destacados hallamos a  Rabí Shimon bar Iojai y Rabí Janania ben Janikai, a este grupo que rodeaba a R. Akiva les llamaban “El viñedo de Yavne”, destacando su discípulo Ismael ben Elisha. Algunos autores atribuyen a este grupo una versión del “Sefer Yetzirah”, puesto que Akiva debía tener conocimientos trasmitidos oralmente y se decidió a escribirlo para que no se perdiera.

Bar Iojai, llamado también “Rashbi”, fue un sabio Tanaim de la época de la Midrash o Ley oral del S.II. Curiosamente, Akiva le negó el título de rabino, debido a su carácter, así pues bar Iojai  debió esperar a la muerte de su maestro para poder obtener su acreditación. Ejerció su rabinato en Galilea, acérrimo enemigo de Roma, criticó las actuaciones  del gobernador romano, quien le condenó a muerte, por lo cual  huyó y debió esconderse  en una cueva, algunos comentaristas dicen que con su hijo. Allí en la cueva,  la tradición cuenta que fue inspirado por el profeta Eliahu  para escribir “El Zohar”, a lo largo de los 13 años que debió permanecer en ella. Se cuenta que tras los primeros 12 años, padre e hijo salieron de la cueva y al caminar hacia la civilización, se escandalizaban de que los judíos araban el campo y dedicaban su energía al trabajo, pensaban que las personas abandonaban la vida espiritual por la terrenal. Todo les parecía mal, hasta que se oyó una voz en el Cielo que dijo: “¿Acaso salieron para destruir mi Mundo?”. Entonces debieron volver  a la cueva 12 meses más.

Una de las razones por las que se puede pensar que  es muy discutida la autoría de dicho libro, es que  el Talmud no lo menciona. Si bien la tradición mantiene la postura de que “El Zohar” lo escribió bar Iojai, algunos autores aducen razones para conceder la autoría a  R. Moshé de León quien lo escribió en el S.XIII, a pesar de que  el mismo rabino dice en su versión,  que su libro se basa en antiguos escritos de Shimon bar Iojai. Gershom Scholem realizó un análisis de “El Zohar”  llegando a la conclusión de que es Moshé de León el autor de dicho tratado.

Además de “El Zohar,” se le atibuye la autoría de “Sifré”, comentario de Números y Deuteronomio, “Mejiltá” comentario al Éxodo.

En la introducción de "El Zohar" se puede leer: "El punto bueno que la persona encuentra en sí misma es la parte de la Divinidad, pues todo el bien emana del Santo, bendito sea. La Torá, el Pueblo Judío y el Santo, bendito sea, son una unidad".

La tradición le atribuye algunos milagros como el de la hija del Emperador Romano Antonino Pío. Bar Iojai, viajó a Roma (138) para pedir al Emperador que derogase los secretos que prohibían seguir la tradición judía. (Recordemos aquí que el Emperador Adriano condenó a muerte a Rabí Akiva, por enseñar la Torá, lo cual estaba totalmente prohibido). La hija del Emperador fue exorcizada con éxito y bar Iojai consiguió la benevolencia del Emperador.

Aún y así, Rabí Shimon, continuó con sus ideas anti romanas, tras su exilio en la cueva, tuvo que huir a Tiberíades y otras ciudades de Galilea. Tuvo algunas visiones del arcángel Metratron quien le confió algunos secretos sobre el fin del mundo y la llegada del Mesías. Llegó a tener fama de santo y de sabio de la Mishná.

Sus discípulos fueron Eleazar su hijo, Judá, Jossé, Hiya e Isaac. Las enseñanzas que compartía, se implicaban una a la otra, se basaban en la oración desinteresada y la superioridad del estudio. Murió probablemente en Merón el 18 de Iyar del calendario hebreo.

"El Zohar" está compuesto por varios tratados y analiza toda la sabiduría de la Torá para poder encontrar su significado más oculto. Comenta que el universo se divide en imperios de la luz y la oscuridad, cada uno de estos mundos están divididos en 10 esferas llamadas sefirot. Es la obra fundamental de los cabalistas. Aparte de la interpretaciones bíblicas, también nos habla de teología, teosofía, filosofía, psicología, contiene también una discusión sobre la naturaleza de Dios, el origen y la estructura del universo, de donde vienen las almas, la relación del ego -oscuridad, habla también del "yo verdadero" y la unión con Dios. La forma de interpretar las escrituras, puede ser considerada como la forma esotérica de literatura rabínica llamada Midrash, que es el método con el cual se llevaban a cabo los estudios e interpretaciones de la Torá. Contiene también la exegesis o Midrashim, organizados en porciones para la lectura semanal, las parashot.

Su fallecimiento se celebra en Lag BaOmer. Cientos de miles de judíos se ponen en marcha para visitar la tumba del Rabí Shimon bar Yohai, o se reúnen encendiendo hogueras para honrar y conmemorar su recuerdo, puesto que enseñó la sabiduría oculta en la Torá. Pero al hacerlo, también enseñó la grandeza de cada judío y de cada parte de la creación de Dios y cómo cada uno, judío o no, puede esforzarse por lograr una conexión más especial y profunda con Dios de lo que podemos llegar a imaginar.


Fuentes:

*wikipedia.org

*aishlatino.com








domingo, 20 de febrero de 2022

LA CABEZA DE JOHN BROGAN

 José María Ibáñez

Foto: Surgeons Hall Museums.


Siendo niño John Brogan sufrió graves quemaduras en la cara. Las cicatrices deformaron su rostro e incluso desplazaron su mandíbula inferior. Su aspecto era grotesco.

Al margen de su apariencia, Brogan ha pasado a la historia por ser cómplice de dos famosos delincuentes y asesinos de la ciudad escocesa de Edimburgo, William Burke y William Hare. Este último, que regentaba una casa de huéspedes, cuando uno de sus clientes falleció de muerte natural mientras dormía, a ambos se les ocurrió la macabra idea de vender el cuerpo sin vida al anatomista Robert Knox, para utilizarlo en sus disecciones.

Conscientes de los beneficios que podían obtener con el negocio de la venta de cadáveres, decidieron repetir la operación, sin esperar, claro está, a la llegada de una muerte natural. Ambos atraían a la víctima a la pensión, la asesinaban y vendían su cuerpo a Robert Knox en pos de la ciencia. Al parecer Brogan les ayudaba a transportar los cadáveres hasta la escuela de anatomía; incluso uno de los crímenes se cometió en su propia casa. Se dice que en total asesinaron a dieciséis personas.

Finalmente, los tres acabaron entre rejas, pero solo Burke fue ejecutado en la horca en 1829. Hare, el dueño de la casa de huéspedes y el doctor Knox lograron escapar de la cárcel y huyeron de la ciudad. John Bogan, nuestro protagonista, falleció de cólera en 1834.

La cabeza de John Brogan, después de pasar de mano en mano, acabó expuesta en una vitrina del Museo de Cirugía de Edimburgo. Su hermano reclamó la cabeza y en lugar de enterrarla como había prometido, la vendió a un dentista, cuya colección, al fallecer, ironías de la vida, fue cedida en 1869 al mismo museo.

El actual Museo de Cirugía de Edimburgo pertenece al Colegio Real de Cirujanos y está compuesto por el Museo de Patología Wohl, el Museo de Historia de la Cirugía y la Colección Dental. Entre los tres albergan la mayor colección de patología quirúrgica del mundo, incluyendo huesos, tejidos, instrumental, obras de arte, la cabeza de Jhon Brogan y un molde de yeso que reproduce su deforme cara.


Fuentes:

*elespanol.com

*surgeonshallmuseums.wordpress.com

sábado, 19 de febrero de 2022

HISTORIA MILENARIA DEL PUEBLO MUISCA

 Esther Calvo



Pedro Szekely from Los Ángeles. USA. Gold Museum, Bogotá
wikipedia.org



Bogotá, nombre de la capital de Colombia, proviene  de la palabra bacatá, un vocablo chibcha que significa “campo para sembrar”. Dicha localidad se encuentra en el departamento de Cundinamarca, a 2.625 metros sobre el nivel del mar. Situada en lo que geológicamente se llama el altiplano cundiboyacense.  En esta ciudad, se encuentra  el Museo del Oro, en cuyas instalaciones se puede recorrer el pasado de los pueblos precolombinos, entre otros,  los chibchas o muiscas.

Para quien desconozca la historia precolombina, esta se divide en el periodo premuisca, etapa en la cual llegarían los primeros pobladores desde Centroamérica al altiplano cundiboyacense, se estima que hace 18.000 años, aproximadamente. De acuerdo con los yacimientos arqueológicos, esta época comprende diferentes periodos de ocupación humana:

Periodo Paleoindio: Como se ha apuntado antes, los primeros pobladores  llegaron desde Centroamérica,  entre el Pleistoceno tardío e inicios del  Holoceno, se corresponde con el periodo arcaico de América.  En el yacimiento de Tibitó (Tocancipá), a 47 kilómetros de Bogotá, se ha hallado un sitio de matanza de megafauma pleistocénica. Estos grupos humanos se asentaron principalmente al interior de abrigos rocosos, sobreviviendo gracias a la caza del caballo americano, el venado gris, y especies menores como el armadillo, el zorro cangrejero y el perro de monte.

Periodo Paleoarcaico: Con el inicio del Holoceno, hacia el 10.000 AC, se extinguieron los mastodontes y el caballo americano. La temperatura y la humedad aumentaron, favoreciendo el incremento de bosques de encenillo y roble colombiano, que desplazaron la zona de páramo entre 300 y 400 metros, hacia alturas superiores a 3600 metros. En ese momento, los grupos humanos empiezan a darle mayor importancia a la recolección, y se inicia la domesticación del curí o conejillo de indias.

El sitio arqueológico de "El Abra", entre Tocancipá y Zipaquirá, revela vestigios de una cultura conocida como "abriense", de la cual se han hallado restos a lo largo de una amplia zona geográfica, incluso hasta las riberas del río Magdalena. Esta cultura, cuya antigüedad está calculada en unos 12.000 años, habitaba abrigos rocosos, pero no de forma permanente, sino ocasional.

Periodo Herrera: Se trata de un grupo humano agroalfarero que ocupó un extenso territorio. De este período se ha encontrado cerámica pintada con motivos geométricos y restos de pequeños caseríos sobre terrazas artificiales. También se constata el progreso de las prácticas agrícolas, en especial el cultivo del maíz y la domesticación del Pisco o Pavo americano. Se encuentran grandes vestigios de la Cultura Herrera-Prechibcha en los alrededores de la ciudad de Tunja y el valle de Hunza.

Civilización muisca: Entre el 500 AC y el 800 dC., llegó una nueva oleada de pobladores al altiplano, cuya presencia está indicada por cerámica pintada y por obras de adecuación agrícola y de vivienda. Estos nuevos pobladores eran los muiscas, (el significado de esta palabra en chibcha quiere decir hombre o gente),  pertenecientes a la familia de lengua chibcha. En el ámbito académico ha sido aceptada la idea de que el término chibcha se emplea para designar a la familia lingüística de la cual los muiscas forman parte, aunque, en el ámbito popular, «muisca» y «chibcha» siguen siendo términos sinónimos, de amplio y extendido uso.

Al parecer los muiscas se integraron a la población que ya habitaba el territorio. La familia de pueblos chibchas incluye a los indígenas de la Sierra Nevada, Santa Marta, (Kogui,Ijka,Wiwa y Kankuamo) y la vertiente de la Sierra Nevada del Cocuy (U’wa, o Tunebos, y Guanes ), además de los Laches entre otros. El territorio del actual departamento de Cundinamarca fue ocupado por una gran variedad de culturas: muiscas, panches,  tapaces  o colimas, muzos y otras tribus.

La transición entre el "Período Herrera" y el poblamiento muisca se dio de forma paulatina, ya que en algunas zonas coexistieron por algún tiempo. Finalmente se generalizó la cerámica que se asocia con los muiscas, al menos en el departamento de Cundinamarca, en un territorio mucho menos extenso, pero eventualmente más densamente poblado que el del "Período Herrera", en particular durante el período muisca tardío (1200 a 1600 d.C.). Este panorama, en el que el territorio de Cundinamarca fue ocupado por varios grupos, coincide con el que se registró en el momento de la llegada y colonización de los europeos.

El mito de El Dorado: Cada año, el cacique de Guatavita, celebraba una ceremonia en la cual cubría su cuerpo con una sustancia viscosa  y se aplicaba oro en  polvo, el Hombre Dorado, le llamaban. Dispuesto y solo en una balsa, era transportado al centro de la laguna de  Guatavita. Una vez allí se sumergía dejando una bellísima estela dorada que cubría toda la laguna, esta  ceremonia dedicada a la divinidad, fue el origen del mito de El Dorado. Corrió entre los españoles la leyenda de una ciudad dorada, con piedras preciosa y riquezas inimaginables. La codicia de los soldados pondría en marcha muchas expediciones a la búsqueda de la fabulosa ciudad. Recordemos la famosa odisea de Lope de Aguirre “El Loco”, a quien se acusó de ejecutar violentos asesinatos selectivos  para lograr ser el líder de  uno de los viajes en busca de El Dorado. También encabezó una rebelión contra la monarquía española, razón por la cual fue asesinado en Barquisimeto, la actual Venezuela.

Dios o civilizador: La religiosidad de los indígenas contemplaba varios dioses uno de ellos fue Bochica. Según este mito, desde los llanos del Oriente llegó a la Sabana de Bogotá,  hace mucho tiempo, un hombre desconocido, de piel blanca y ojos azules, con el cabello y la barba larga hasta la cintura, cogida la cabellera con una cinta, con los pies descalzos, y vistiendo una manta o túnica hasta las pantorrillas, atada con un nudo sobre el hombro derecho. Entró por el pueblo de Pasca, y de allí pasó a Bosa, donde se le murió un camello que traía, cuyos huesos conservaron los muiscas. Este hombre, conocido como Bochica, recibió otros nombres, como Chimizapagua (que quiere decir «mensajero de Chiminigagua»), Nemqueteba y Xué.

Bochica les enseñó a los muiscas a hilar algodón y tejer mantas, pues antes de esto, se cubrían con unas planchas burdas de algodón en rama, atadas con cordezuelas de fique. Desde Bosa fue a Fontibón, Funza y Serrezuela (actual Madrid, Cundinamarca) y Zipacón, desde donde tomó rumbo hacia el Norte. En Cota duró algunos días enseñando a un gran número de gente de todos los pueblos vecinos. Allí habló desde un promontorio alto, al que le hicieron un foso alrededor de más de dos mil pasos para que la gente no lo atropellase y pudiese hablar libremente. En ese sitio hicieron después un santuario. Por las noches, dormía Bochica en una cueva a las faldas de una de las montañas que circundan a Cota. Después prosiguió su viaje hacia el Nordeste, hasta llegar a la provincia de Guane, en el actual departamento de Santander y desde Guane se volvió hacia el Este y entró en la provincia de Hunza  actual Tunja en donde continuaría su labor de enseñanza y guía espiritual, para luego dirigirse al valle de Sogamoso  en donde desapareció.

“Los muiscas: la historia milenaria de un pueblo chibcha”

“En mayo de 2019,  Carl Henrik Langebaek Rueda, antropólogo y vicerrector académico de la Universidad de los Andes, presentó su libro Los Muiscas: la historia milenaria de un pueblo chibcha. “Aunque las condiciones de trabajo de los muiscas para sobrevivir fueron difíciles, según muestran sus restos óseos, este grupo indígena del altiplano, nunca tuvo problemas de desnutrición.

En este libro, el autor intenta desmontar mitos alrededor de una cultura de la que poco se conoce. Se dice que la población indígena tenía problemas de alimentación, un alto nivel de enfermedades y que tenían una organización en la que unos caciques ejercían el poder.

Sin embargo, en ‘Los Muiscas’ se evidencia una diversidad de productos además del maíz que confirmarían que no sufrieron problemas de nutrición. Se nombra por ejemplo a la papa, los fríjoles, tubérculos, ahuyama, calabaza y una variedad de plantas. Sobre la comida de origen animal se halló el consumo de peces, curí, venado y aves.

“En la sociedad muisca había un proyecto colectivo y los líderes trabajaban en torno a intereses comunales. Langebaek explicó que había diferencias sociales, pero no el abuso por parte de unos pocos.”

Además, se resalta una estricta división de género en el trabajo y algunos entierros dejan entrever un prestigio notable de algunas mujeres y un sistema de filiación a través de la madre.

En Cundinamarca y Boyacá alcanzaron a habitar entre 4 y 8 millones de personas del pueblo muisca. Los primeros llegaron desde antes de la aparición de la agricultura y la cerámica, provenientes de sociedades centroamericanas que se desplazaron hacia Suramérica y se mezclaron con habitantes de esa región.

Los muiscas no han desaparecido. Los recientes estudios indican que se transformaron en campesinos y se mezclaron con población de origen europeo. De hecho, durante la conquista este grupo transformó completamente su mundo, cuando las élites indígenas se incorporaron al mundo colonial.

De la mano de la arqueología, el autor describe el origen genético, la cultura y costumbres para acercar estos conocimientos y entender los orígenes de esta parte de la sociedad colombiana. El libro deja ver también las herencias de ese grupo en la organización de hoy: pautas de alimentación, costumbres y formas de ver el mundo.

 

Fuentes:

*https://uniandes.edu.co/es/noticias/historia-lenguaje-y-cultura/los-muiscas-un-viaje-a-nuestros-origenes

*https://es.wikipedia.org/wiki/Muiscas

*Los Muiscas: la historia milenaria de un pueblo. Autor: Carl Henrik Langebaek Rueda.

viernes, 18 de febrero de 2022

LA NO DESAPARICIÓN DE UNA TURISTA

 José María Ibáñez



Foto: evaneos,es


Verdaderamente la historia no tiene desperdicio. La noticia del suceso apareció en los medios de comunicación de Islandia a finales del mes de marzo de 2012. Así rezaba el titular: "Una turista colabora en la búsqueda de su propia desaparición".

Pues sí, por increíble que nos parezca, aquel sábado, una turista que disfrutaba de unos días de vacaciones en Islandia, acabó formando parte de un grupo de voluntarios, policía incluida, dispuestos a ayudar en las tareas de búsqueda de una mujer que había desaparecido misteriosamente, eso sí, totalmente ajena a que la desaparecida era ella misma.

Según explican los rotativos islandeses la mujer "evaporada", cuya identidad no ha sido facilitada, viajaba en autocar y formaba parte de una de las típicas excursiones programadas de antemano para los turistas. Su destino, Eldgjá, un cañón volcánico situado a setenta y cinco kilómetros al sur del país.

Antes de profundizar en el desenlace de los acontecimientos hagamos un poco de historia del lugar. Eldgjá, en islandés, "garganta de fuego", es el mayor cañón volcánico de la Tierra; una grieta en la superficie terrestre que mide doscientos setenta metros de profundidad, seiscientos metros de ancho y ocupa más de ochocientos kilómetros cuadrados de extensión. La primera erupción documentada data de 939, duró más de un año y produjo lo que se conoce como una inundación de lava; una erupción prolongada durante la cual un enorme flujo de magma cubre todo el paisaje y llena el aire de gases sulfúricos. Algo que según los científicos es poco frecuente. Se estima que el cráter arrojó unos veinte kilómetros cúbicos de lava.

Pero sigamos con el misterioso suceso. La excursión llegó a su fin, era hora de regresar y los turistas se acomodaron en los asientos del autocar. El conductor, convencido que faltaba una pasajera, esperó durante una hora el regreso de la turista. Mientras tanto nuestra protagonista también esperaba, en realidad a ella misma.

Tras la larga e infructuosa espera el conductor decidió emprender el camino de vuelta. Al llegar al primer núcleo urbano el chófer denunció a la policía la desaparición de una mujer de entre veinte y treinta años, de origen asiático, de aproximadamente metro sesenta de estatura, que vestía ropa oscura y hablaba en perfecto inglés. A pesar de la detallada descripción ninguno de los turistas que viajaban en el autocar consiguió identificar entre los pasajeros a la desaparecida. Ni siquiera ella misma.

Un nutrido grupo de turistas, voluntarios y agentes policiales participaron en las tareas de búsqueda; incluso la Guardia Costera puso en marcha un operativo de búsqueda del cuerpo en el mar, que finalmente fue cancelado debido a las malas condiciones climatológicas.

Las pesquisas finalizaron a las tres de la madrugada, en el preciso instante en que la presunta desaparecida reparó en que el perfil de la turista que estaban buscando era sospechosamente similar al suyo. Un cambio de ropa inoportuno fue la causa de que el conductor no reconociera a la pasajera.

La historia tuvo un final feliz, ya que la propia turista desaparecida acabó encontrándose a sí misma.


FUENTES:

*europapress.es

*lavanguardia.com








viernes, 11 de febrero de 2022

SES PAÏSES, UN POBLADO TALAYÓTICO EN MALLORCA Y SU LEYENDA

 Esther Calvo


Foto: Archivo Esther Calvo


Si bien desde 7.200 años a.C., hay huellas de la presencia del hombre en Mallorca, no es sino hasta 3.000 años a.C., coincidiendo con el desarrollo del Homo Sapiens, se encuentran indicios de pequeñas colectividades organizadas entorno a la ganadería y la agricultura. La cultura talayótica es una etapa que se desarrolla en Mallorca y Menorca durante la Edad de Bronce y Edad del Hierro. Dicha cultura no tiene representación en la Isla de Ibiza.

El talayot es un elemento arquitectónico que da nombre a la etapa cultural. Son los monumentos más numeroso de la Menorca prehistórica (más de 300 años), pero debido a la falta de excavaciones, se puede decir que son las estructuras más desconocidas del período. Con recientes excavaciones parece que su origen debe situarse a finales del II milenio a.C. y perdurarían en uso hasta más o menos el 500 a.C.

En Mallorca se dan tres yacimientos talayóticos: Capocorb Vell en Llucmajor, la necrópolis de Son Real en Santa Margalida y el poblado de Ses Païses en Artá, del cual hablaremos a continuación.

Ses Païses, situado a la salida de Artá-Capdepera, dentro de un bosque de encinas sobre una pequeña colina. El conjunto arqueológico tiene una antigüedad de más de 3.000 años y fue declarado en 1946 Monumento Histórico-Artístico. Entre 1959 y 1963 el profesor italiano Giovanne Lilliu hizo importantes descubrimientos sobre sus construcciones.

El poblado talayótico de Ses Païses se formó alrededor de un talayot central, de planta circular, edificación que domina el conjunto cumpliendo su misión principal de defensa y vigilancia. Se fue desarrollando con la construcción de diversas habitaciones, una sala hipóstila y una muralla defensiva. Según Giovanne Lilliu, el recinto fue utilizado hasta el siglo II o I a.C, época en que sus habitantes junto con los de otros poblados de la zona se establecieron a los pies de la colina de Sant Saldador, donde hoy se ubica el pueblo de Artá.

Es uno de los mejores conservados, dado que desde su abandono definitivo, a mediados del siglo I d.C. no fue reocupado, excepto ocasionalmente: junto a la puerta central se localizó una cabaña árabe y alguna actividad de carboneros como horno de cal. En realidad la vida del poblado se cortó bruscamente con la conquista romana en el 123 a. C. Pero un pequeño núcleo pervivió hasta que los romanos fundaron un nuevo asentamiento en la actual villa de Artá, bajo el monte de Sant Salvador. Donde, por cierto, también se puede ver una muralla talayótica utilizada como fundamento de la muralla medieval. Ses Païses cayó finalmente en el olvido, pero hoy en día es uno de los yacimientos fundamentales para comprender el modo de vida de los talayóticos y baleáricos.

El poblado talayótico de Ses Païses en Artá es uno de los asentamientos más extensos. Es referencia y representa bastante bien la estructura típica de estos núcleos de población, se puede apreciar la buena conservación de su recinto amurallado y de las construcciones internas, muchas todavía por excavar. De hecho fui de visita este verano pasado y había un grupo de personas trabajando en él. El poblado tiene forma elíptica, con 13.500 m2 y un perímetro de muralla de 374 metros. Las excavaciones realizadas en él permitieron establecer una completa cronología desde las primeras etapas del talayótico hasta la romanización. Se calcula que estaba ocupado por unas 59 habitaciones, lo que supondría una población aproximada de 325 personas.

Lo primero que llama la atención es el gran portal ciclópeo (orientado al SE), que igual que esa parte de muralla se conserva en muy buen estado. Como ya se ha apuntado, el poblado funcionó durante todo el largo período talayótico. hasta el I a.C., cuando coincidiendo con la romanización fue abandonado.

Una vez dentro del recinto, hay que distinguir una primera zona de habitáculos, junto al gran talayot central. Una sala hipóstila adjunta y otro grupo de habitaciones situado en la parte sudoeste de la muralla. El talayot central y las habitaciones adosadas pasarían a formar parte, entre los siglos VIII-V a.C., de un complejo de casas propiedad del jefe dirigente o autoridad clánica del poblado según algunas teorías.

El talayot, que ocupa una posición un tanto excéntrica en el centro del poblado, se configura como el elemento constructivo dominante alrededor del cual se agrupan las otras habitaciones del conjunto central, corresponde a la época más antigua del asentamiento. De planta circular, el talayot forma una torre troncocónica de unos 4,5 metros de alzada, con un volumen superior a los 400 metros3. En la parte inferior de la cámara interior transcurre, entre dos contrafuertes, un pasadizo de baja altura que comunica el talayot con la Sala Hipóstila.

Adosado a los muros del talayot, en su parte exterior, se construyó un contrafuerte, el cual hace suponer podría tratarse de una rampa para dar acceso a una hipotética cámara situada en la parte superior de la torre. La habitación en forma de herradura, adosada al talayot y a la sala hipóstila, está compartimentada en dos habitáculos. Pertenece a los primeros momentos del Talayótico. Esta habitación fue reutilizada posteriormente (siglos III-II a.C.) y se introdujo en ella una tumba de incineración (el ritual utilizado era de influencia griega) con ajuar cerámico y un casco de bronce decorado. La sala hipóstila es de planta absidal y presenta tres columnas y seis pilastras que sostenían una cubierta de la cual no quedan restos. Su datación cronológica se sitúa entre los siglos VIII-V a.C.

A unos treinta metros del talayod central encontramos un segundo grupo de edificaciones denominadas Habitaciones de Planta Absidal, constituido por dos habitáculos. El primero de ellos, de unos quince metros de largo, es el más grande hasta ahora recuperado, ubicado entre dos tramos de la muralla, su interior aparece compartimentado en tres partes. En cuanto al otro habitáculo, a pesar de no estar acabada su excavación, se pueden distinguir claramente su configuración y dependencias.

El material hallado en Ses Païses demostró una vez más la existencia de una fase inicial talayótica en que la cerámica es de producción propia, lisa y hecha a mano. En el período final (V-I a.C.) todo cambia, con la aparición de piezas importadas, cada vez más frecuente a medida que se aproxima el cambio de era.

Hasta aquí lo que se refiere a la paleoantropología. Siglos más tarde, este poblado tiene su leyenda, compuesta por el poeta mallorquín Miquel Costa y Llobera, en su obra "La Deixa del geni grec" o "Legado del genio griego", cuenta la historia de Nuredduna, una sibila del poblado que ve llegar al poblado desde el mar, algunos hombres de la tribu con prisioneros maniatados. La vidente y sacerdotisa de la tribu, sabía el final de los desgraciados que acababan de recalar en una de las islas Gimnesias, o de los hombres desnudos, como eran llamadas nuestras islas por los griegos.

Era un día señalado para el sacrificio, entre los presos, destacaba un joven que con manos temblorosas se aferraba a una lira. Se realizan todos los preparativos para ofrecer la sangre de los prisioneros a los dioses. Mientras el joven canta con dulce voz una canción de despedida.

Nuredduna conmovida por el joven, habla a toda la tribu diciendo: "¡Escuchadme sacerdotes y guerreros! Preciso es que este joven cantor de los extranjeros aquí la sangre no derrame. Como víctima escogida el Dios Ignoto quiere ahora que lo entreguemos con vida allá dentro de la gran cueva, su templo misterioso. Allí en días de angustias un pueblo temeroso penetra para dejarle la víctima más pura. Dejemos vivo a este joven dentro de la caverna oscura". Al final, vuelve Nuredduna a la cueva que está cerca del mar y salva al joven y le muestra un pequeño bote que le espera para llevarlo de regreso a su hogar.

La tribu descubre la trama y apedrea a Nuredduna que huye adentrándose cada vez más en la cueva, donde encuentra la lira sobre el altar. Ella se sienta sobre el altar, abrazada a la lira esperando su fin.


FUENTES:

*museos.wiki.com

*reservation.com

*"La vuelta a Mallorca en 80 rutas". 2ª edición ampliada y actualizada. José María Ibáñez. Anima Ignis Ediciones.

*balearesantigua.com

*"Conferencia Javier Aramburu Zabala"

*historiademallorca.com