Esther Calvo
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| (Foto: Archivo Esther Calvo) |
Para
llegar a conocer esta carta, os invito a dar un paseo por la historia del
Tarot. Un relato nos cuenta que el libro
de Thot, fue encerrado en varias cajas y se depositó en el fondo del Nilo,
guardado por serpientes venenosas, era imposible hacerse con él. Quienes así
hicieron, no contaron con el tesón y la valentía de Nerferkaptah, quien luchó
ferozmente contra las serpientes y les arrebató el preciado tesoro. Como todo
héroe, fue castigado por los dioses, quienes le arrebataron a su mujer y a su
hijo. Neferkaptah destrozado por la muerte de su familia, se suicidó y el libro
de Thot fue enterrado con él. Pasado un tiempo, Setne Kamwas, robó el libro de
la tumba de Neferkaptah, pese a la oposición del fantasma de éste. Setne
encontró una hermosa mujer que le sedujo, mató a sus hijos y le humilló delante
del Faraón. Poco después, descubrió que todo había sido una ilusión creada por
Neferkaptah, entonces, aterrorizado con la idea de recibir un castigo mayor,
devolvió el libro a la tumba. Esta historia egipcia sigue la línea de que los
dioses se oponían a que el ser humano tuviera ciertos conocimientos.
El libro de Thot original, donde se cuenta la historia que os hemos contado, era un texto escrito en varios papiros escritos durante el periodo tolemaico en el segundo milenio A.C. Según Maneton, Thot escribió mas de 36.000 libros. Cuenta la leyenda que quien lea este libro, puede ver a los dioses por sí mismo.
Hacia las últimas décadas del S.XIII, en plena época de mercaderes del Mediterráneo, que realizaban la ruta de la seda, aparece el primer mazo de cartas llamado Mamluk, de origen islámico, ya organizado en 4 palos.
Durante el S.XV, aparecen los triunfos, cartas de flores o escenas variadas que componían los 22 naipes de la actualidad. En 1440 por encargo del Duque de Milán aparece el Tarot Visonti Sforza, unos arcanos bellísimos, hechos a mano, donde aparecen las emblemáticas figuras de La Emperatriz, El Colgado o El Mago. Sin La Torre y El Diablo, no se sabe si se perdieron, lo cierto es que no se han encontrado. Para fines de siglo, aparecen organizados con 22 arcanos mayores y 56 arcanos menores, incluidas las figuras de Corte, empezando a tener un uso adivinatorio.
Es en el S.XVIII cuando Jean Baptiste Alliette “Etteilla” propuso nuevas formas de interpretar el Tarot, creando la “Société des Interprètes du livre de Thot” para profundizar en el estudio del Tarot, con el cual estaba entusiasmado, tras los trabajos de Court de Gebelin. Creó la primera baraja, diseñada para su uso en el ocultismo.
En el S.XIX proliferaron las sociedades secretas y logias masónicas, dando interpretaciones nuevas, en las cuales se contemplaba el origen claramente egipcio del Tarot, afirmando que dichas cartas trataban de la verdadera sabiduría del libro de Thot. Florecieron analogías entre Tarot y Cábala o Tarot y Astrología.
A principios del S.XX, en unas excavaciones realizadas en un pozo del Castillo Sforza, fueron encontrados los arcanos del Tarot marsellés, originario de Marsella. Es en este siglo cuando dos miembros de la Aurora Dorada, Aleister Crowley, quien diseñó junto con Frieda Harris, una baraja llamada “El tarot de Thot”, tras la publicación de “El libro de Thot” de su autoría. Arthur Waite, diseñó el Tarot que conocemos hoy con el nombre de Rider Wite. La Antropología, la Psicología y la Historia, encontrarían en el Tarot, material para la investigación.
En 1973 Jaques Bergier, incluye “El libro Thot” en su obra “Los libros condenados”, donde no solo cuenta aspectos históricos, los intentos de destrucción del mismo, sino también la poca fortuna de aquellos que a lo largo de la historia, han poseído dicha obra. Incluyó como complemento de dicho comentario, el relato “Como encontró Nefer Ka Ptah el libro de Thot”.
Según el famoso tarólogo Alejandro Jodorovski, y Phillipe Camoin, descendiente de uno de los más antiguos impresores del Tarot de Marsella, sostienen que sabios de cada religión guardaron secretos sagrados, para la humanidad, en los naipes, antes de que guerras y enfrentamientos terminaran con la sabiduría ancestral. En este sentido, según Jodorovski, las cartas guardan símbolos del Cristianismo como El Papa, La Papisa y El Juicio. Judíos, como las referencias al Árbol de la Vida cabalístico, para el los 10 botones de la pechera de El Colgado que hacen referencia a las 10 sefirot. A la tradición musulmana, que considera sagrado el número 9, pertenecería el círculo de 9 puntos del As de copas.
José Antonio Portela nació en Valladolid, el 13 de marzo de 1941, ha dedicado su vida al estudio del Tarot, la Cábala y la Alquimia. Es un profundo conocedor de dichas disciplinas, autor de varios libros y mazos de cartas. Llama la atención el mazo llamado “El Tarot Cabalístico”, en el cual se plasma una gran riqueza de simbología. En su libro “Caminos espirituales” Ed. Índigo, nos presenta una profunda visión del Tarot de Marsella, enriquecido con simbología de Cábala, Astrología y Alquimia.
Cada uno de los arcanos representados, tiene también su lugar adjudicado en los senderos del Árbol de la Vida, la letra hebrea que le corresponde, el símbolo astrológico y el número de orden de los arcanos mayores. La excepción que se advierte es que es la única baraja cuyos arcanos son 23. La carta del Loco no tiene número asignado, los arcanos son 21 hasta el mundo, la carta número 22 se llama El Cometa. Según algunos autores, cada carta se corresponde a una etapa de la historia, cabe aquí preguntarse, ¿Es el S.XXII el final de la humanidad?. ¿Corremos el peligro de ser aniquilados por un meteorito? ¿Este cometa podría ser el planeta cometa Nibiru? ¿Porqué la Nasa pone en marcha el programa Dart para destruir meteoritos potencialmente peligrosos?.
Para terminar, veamos lo que dice Portela como significado de la carta más enigmática de la Historia del Tarot.
“22. El Cometa. Estrella de la Inmortalidad”
“Un niño sobre un cometa traspasa la frontera que separa un mundo de otro”.
“Simbolismo:
El niño y el Señor de la plenitud de la nada, subido en el cometa de las 4
energías, dentro del cual se halla la estrella del hombre que es para quien
fueron hechas y proyectado por las fuerzas imparables de la evolución, traspasa
los velos de la existencia negativa y se diluye en la inconcebible infinitud de
lo divino”
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