AMADO CARBONELL SANTOS
¿Podría un mapa del siglo XVI mostrar un contorno casi
perfecto del continente Antártico sin la capa de hielo actual? Remontándonos atrás en el tiempo, hasta llegar al año 1513,
encontramos en la antigua Turquía a un famoso cartógrafo llamado Piri Reis. De origen humilde, hijo de Hadj Mehmet y
conocido como el sobrino carnal de Kemal Reis, creó una colección cartográfica
de mapas que representaba a toda la geografía mundial, a la que tituló Bahriye. Dicho nombre significa recopilación o colección en la lengua de la
antigua ciudad de Gelibou (Gallipoli).
Piri Reis (Foto: 4grandesverdades.files.wordpress.com) |
Durante los años cuarenta de nuestra era, algunos de los museos
mas importantes del mundo, fueron recibiendo copias exactas de los mapas del
Bahriye, creados por Piri Reis. Cuando algunas de estas copias llegaron a
manos del famoso cartógrafo norteamericano Arlington H. Mallery, especializado en antiguas cartas náuticas, los mapas de Reis le fascinaron
profundamente. Poco a poco fue recopilando mapas que conformaban el
mapamundi del Bahriye, siendo éstos un total de veinte cartografías de gran
precisión y exactitud.
Algunos de estos mapas, que recordemos datan del año 1513,
muestran las costas de un continente de gran extensión entre Europa y Asia,
lugar donde está situado el continente americano. Tras estudiar este mapa meticulosamente, y rebuscar entre
los textos escritos por Cristóbal Colon durante su ultimo viaje de regreso a
España, Mallery llegó a la teoría que el propio Colon confirmó con sus palabras
la exactitud en la que Piris Reis había datado las costas del nuevo mundo.
Incluso el propio Reis fue increpado por los marinos de su época, tras ver que
había trazado las líneas de un continente que no existía en medio del océano.
Durante sus estudios, Mallery solicitó a su colega del Instituto Hidrográfico de la Marina de los EEUU, Walters que le ayudara en su
investigación. Cabe decir, que Walters estaba absorto ante la gran
precisión que mostraban aquellos mapas. La gran precisión con la que describía la
situación y distribución de las Islas Canarias, las Islas Azores e incluso la
perfecta situación de las Islas Antillas le habían fascinado. Un dato importante que remarcaron los dos investigadores, es
que Piris Reis antes del siglo XVI sabía que la Tierra era redonda y que
proporciones tenía, plasmándolo perfectamente en su obra. Cuanto mas estudiaban
los mapas, mas les sorprendían los detalles que encontraban, hasta el punto que
tuvieron que buscar referencias históricas de las ultimas glaciaciones.
Las investigaciones posteriores, corroborarían que estaban
bien encaminados. El mapa de Piris Reis indicaba que la región sur de
Sudamérica, conocida actualmente como Tierra de Fuego, se extendía hasta
alcanzar al continente antártico, creando un puente sólido que unía las dos
regiones. Se confirmó que hace poco más de 11 mil años, durante la ultima
glaciación, ese puente de hielo había existido uniendo firmemente los dos
continentes.
Piris Reis señala algunos puntos en sus mapas que en
principio no tenían ningún sentido aparente, pero tras comprobar la situación
de algunos de ellos, uno señala perfectamente el punto de impacto del asteroide
que creó el cráter Chicxulub del golfo de México, sucedido hace mas de 65
millones de años, y otro señala el centro geográfico del Triángulo de las
Bermudas con gran precisión. Datos que todavía nos dejan perplejos ante los
conocimientos plasmados en sus mapas.
El 28 de Diciembre de 1958, a lo largo de una
audición en la Universidad de Georgetown, Mallery y otro de sus colaboradores,
Lineham, mostraron el trabajo que había realizado junto a Walters sobre la
cartografía del Bahriye. Uno de los asistentes a dicha audición, el cual se
identificó con el nombre de Warren, intentó desprestigiar el trabajo de los
investigadores alegando que aquella cartografía no podía ser de principios del
siglo XVI, exponiendo firmemente que para poderla realizar haría falta un
aeroplano o aeronave capaz de viajar de un continente a otro, y con el cual se
habrían sobrevolado las costas de todo el mundo para después plasmarlas en los
mapas.
Lineham contestó que esa afirmación era en parte correcta,
pero las pruebas sísmicas recogidas tras años de investigación por los centros
sismológicos de todo el mundo, confirmaban que las fallas, montañas y valles
remarcados en algunos de los mapas concordaban con los datos conocidos de la
época. Finalmente remarcó que las pruebas de datación de la antigüedad del
papel y las tintas correspondían a principios del 1500 D.d.C.
Mapa de Piri Reis (Foto: taximarbella.blogspot.com) |
Años mas tarde, el gran veterano cartógrafo, el profesor
Charles H. Hapgood, después de revisar algunas de las copias de los mapas de Piris
Reis, suministrados por correo a través de las oficinas
de las fuerzas aéreas de los EEUU, hacía público un comunicado a la comunidad
científica: “Tras realizar exhaustivos estudios sobre las cartografías creadas
por el cartógrafo Piris Reis a principios del siglo XVI, muestra líneas
costeras que tuvieron que ser registradas y cartografiadas antes de que el
continente antártico quedase completamente cubierto por el hielo. Cuyos
contornos concuerdan a la perfección con las líneas de costas marcadas por los
cartógrafos actuales”.
Según el investigador y escritor Erick Von Däniken, en una
de sus obras nos habla de entidades alienígenas que han estado visitando
nuestro mundo desde hace milenios, dando pie a la creación de las primeras
civilizaciones y por consiguiente, a la sociedad actual. Algunos investigadores
de la materia les llama Anunnakis, otros como David Icke les denomina Reptilianos.
En los textos babilónicos se describe que los Dioses, los
hijos de Anu, llegaron a la región de Sumeria a través de los cielos desde su
mundo natal, Nibiru. Tal vez los conocimientos de estos lejanos viajeros fueron
pasando de generación en generación hasta llegar a manos de Piris Reis,
plasmándolos en sus mapas para que perdurasen al duro paso del tiempo; es
interesante remarcar que la antigua región de Sumeria, la actual Siria, hace
frontera directa con la región de Turquía.
Los datos descritos en las cartografías del Bahriye siguen
siendo un misterio que todavía no ha sido descifrado. Solo el tiempo, y
posiblemente los viajeros de las estrellas, tengan las respuestas a este enigma
de más de cinco siglos de antigüedad.
interesante conclusion y desarrollado del articulo
ResponderEliminar