EL BOMBARDERO QUE CAYÓ EN ANDRATX

Amado Carbonell Santos

Bombardero Protez-540
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Cierto es que el paso del tiempo nunca deja nada ni a nadie en su incesante avance, y la historia es el vehículo que utilizamos para recordar y conocer mejor momentos ya olvidados.

En la tarde del 31 de mayo de 1937, una flotilla de bombarderos Potez-540 del bando republicano que regresaban al aeródromo de Lleida después de soltar su carga sobre la capital palmesana, de las cuales, ninguna de las bombas lanzadas logró alcanzar su objetivo, fueron interceptados por un caza-bombardeo FIAT CR-32 (Xirri) cuando ya estaban enfilando la vertical del pueblo de Andratx, (actualmente conocido en navegación aeronáutica como punto de salida “Andratx Uno”).

El veloz FIAT, pilotado por el Teniente Gatti, un experimentado piloto italiano que volaba para el bando nacionalista, no tuvo problemas para dar alcance y abrir fuego contra el grupo de aviones que estaban a punto de alcanzar la costa de poniente mallorquina.

De todos ellos, solo alcanzó al Potez que estaba co-pilotado por el checoslovaco Jan Ferak, destruyendo uno de los motores y perforando parte del fuselaje, que no era más que tela tensada sobre un armazón de aluminio tubular, totalmente desprovisto de cualquier tipo de blindaje.

Caza FIAT CR-32
www.planetadeaficiones.com

El Potez de Ferak, sin posibilidad de mantener el vuelo, comenzó a perder altitud a la vez que dejaba tras de sí una densa nube negra, hecho que llamó la atención a los habitantes de la localidad andritxola, que observaban atónitos como aquel avión se precipitaba hacia la sierra, a la vez que el caza mantenía un fuego incesante sobre él, haciendo girones la poca tela que le quedaba como fuselaje.

Finalmente, rozó con la panza la copa de algunos árboles antes de estrellarse con una verja e incendiarse. El punto de impacto se produjo en la zona de montaña conocida como “Es Campás”, situado al norte del municipio de Andratx, tras las montañas de Es Campás, por las que se accede a través del camino que une Es Coll de Sa Gramola con Sa Trapa.

Del amasijo de hierros, solo pudo salir con vida el co-piloto, Jan Ferak; el piloto, Karel Vejvoda y el mecánico de a bordo, Rudolf John, murieron calcinados tras quedar atrapados aún con vida.

Como curiosidad, la profesora de la escuela local decidió llevar a los niños de excursión al lugar del impacto, porque podrían ver de cerca un avión de combate. La imagen que verían los pequeños les marcaría de por vida, al llegar ya se estaban levantado los restos del armazón, y dejando a la vista los cuerpos mutilados de Vejvoda y John, que previamente habían sido aplastados por el propio fuselaje.

Jan Ferak junto al Potez-540
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El piloto del FIAT al regresar a Son Bonet haciendo piruetas  para celebrar la victoria, informó al puesto de mando del aeropuerto de que había derribado a un avión enemigo sobre territorio andritxol. El oficial al mando dio orden de recoger los restos de la aeronave derribada, y de arrestar a los posibles supervivientes.

El herrero Miquel Coves, que residia en el pueblo andritxol de s´Arracó fue asignado por el ejército del aire para trocear los restos de metal y cargarlos en un camión, pero hizo caso omiso de la orden y juntamente con Pere Ramona, el barbero local, ambos muy diestros trabajando el metal, comenzaron a forjar anillos, llaves, collares, herramientas, cucharas, tenedores, cuchillos, etc... objetos que todavía hoy se podrían encontrar en algunos hogares de s´Arracó.

Zona del impacto. Dibujo de 1937.
Archivo del autor

Por otro lado, Jan Ferak fue ingresado en la celda nº 156 para enfermos mentales de un hospital de Palma regentado por un grupo de monjas católicas, las cuales le increpaban diciéndole que si era un hombre de Dios, porque lanzaba bombas contra gente inocente.

El 5 de junio de 1937 fue dado de alta, y antes de ser llevado bajo arresto, miró a las monjas y les dijo con mirada despiadada: “¡…Os lanzare una bomba por cada pitillo que me habéis dado!”. El 19 de junio fue conducido al Castillo de Bellver para usarlo como moneda de cambio para recuperar a soldados que habían sido apresados por la milicia republicana, y estaban apresados en Mahón (Menorca).

Y aunque poco más se supo de Jan Ferak, se sabe que voló en algunos bombardeos sobre la península ibérica, y que hizo una ofrenda a sus camaradas del Potez-540, lanzando un ramo de flores sobre las montañas de Es Campás en su último vuelo sobre territorio mallorquín.

Es Campás. Zona del impacto.
Archivo del autor.

Hoy día en la localidad de Andratx ya se ha olvidado el peculiar suceso del 31 de mayo de 1937, pero si leemos algunos textos que se han publicado en algunas webs de aviación checoslovacas, la publicación en un blog local sobre la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial, o el texto de las jornadas de estudios locales de Andratx, podremos tratar de ubicar aproximadamente el punto donde se estrelló el Potez.

Tras caminar rodeando la falda de la cumbre norte del macizo de Es Campás, accedemos a un camino llano que se extiende hasta más allá de las colinas y picos que quedan a nuestra izquierda. La falda de la montaña donde converge el camino de tierra junto a la arboleda sería la zona donde el Potez de Ferak impactase tras rozar las cumbres de los pinos, y acabara estrellándose finalmente contra una verja de madera tras ser derribado por el FIAT CR-32.

FUENTES CONSULTADAS:

*www.ww2historias.blogspot.com

*Libro: Jornades d´Estudis Locals d´Andratx. Editado por el propio Ayuntamiento de Andratx.

*www.valka.cz

IGLESIAS PRIMIGENIAS, SACERDOTES Y PAGANISMO OCULTO

Amado Carbonell Santos

Plano Catedral de Palma
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Cuando accedemos al interior de una catedral, o de alguna iglesia antigua, siempre nos fijamos en la altura de sus bóvedas, la grandiosidad de sus naves, el brillo dorado de los adornos del altar, etc…, pero normalmente, nunca nos preguntamos por qué se construyó en esa zona, con aquella orientación con respecto a los puntos cardinales del planeta; porque el altar siempre está construido en material mineral de mármol/granito, o si la pileta de agua “bendita” siempre funcionó como tal a través de la historia del catolicismo primigenio.

Pero mejor, vayamos por partes…

Una catedral, es un cumulo de símbolos y conocimiento oculto, visible a los ojos de todos los visitantes, pero que solo pueden entender los que han tenido la posibilidad de estudiarla. Pero en el caso que nos ocupa, no es este tipo de “esoterismo” el que nos interesa, pues realmente, lo que estamos buscando es la simbología sinérgica y metafísica, que se esconde en los muros y elementos de dichos edificios.

En sus primeros siglos de vida, el catolicismo gozaba de una fusión religiosa y cultural, la cual era un conglomerado de ritos egipcios, celtas, griegos, romanos, hindúes, mesopotámicos… y los primeros constructores, quisieron plasmar esos conocimientos a través de sus obras arquitectónicas, y de los ritos oficiados por sus sacerdotes.

La mayoría de catedrales, están orientadas con la parte de la cabecera (donde se halla el altar mayor), o la nave transversal de la propia iglesia, hacia el cardinal Sureste de la tierra. Concretamente hacia el punto por donde asciende el Sol el día 21 de diciembre (el solsticio de invierno), del mismo modo que están dispuestas las construcciones de Stonehenge, o las pirámides de la cultura maya, entre muchas otras. Esta orientación se basa en la antiguas creencias paganas de que en esa fecha, el Sol se alza de nuevo sobre la tierra, después de sobrevivir a la batalla contra la oscuridad del invierno, y devolviendo el calor y la vida al mundo, renovando las energías de la madre tierra (Rito celta de la Candelaria, o festividad romana del Sol Invicto).

Capilla Miquel Barceló (Caredral del Palma)
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La localización del altar no se buscaba por capricho del arquitecto, pues la catedral o la iglesia a construir, por norma general, se alzaban donde anteriormente habría estado situado un templo, o zona donde se realizaban los rituales de las antiguas culturas paganas.  (Un buen ejemplo es la catedral de Palma de Mallorca, que fue construida sobre un templo romano).

Concretamente, en el punto donde las líneas de energía radiestésica, conocidas como líneas Kharman, se cree que se unen formando puntos o nudos de concentración energética. Este nudo se encontraba a través de la búsqueda realizada por un zahorí, o por una persona sensitiva, capaz de hallar éstas zonas a través de la energía que fluye hacia la atmósfera; haciendo que la conexión del altar con la esencia de la tierra, sea más directa e intensa. De ahí que el propio altar, fuese construido con partes o piezas de mármol o granito, pues éstos provienen de canteras que extraen dichos materiales, directamente de las entrañas del planeta.

En los ritos oficiados por los primeros sacerdotes, se tenían muy en cuenta las influencias de la tierra y de la resonancia que se concentraba  en el edificio, que juntamente con los gestos y ritos que se realizaban, hacían que la vibración estremeciera a todos los asistentes, dando la sensación que el espíritu de Jesucristo estaba dentro de ellos, pero lo que realmente sentían, era la fuerza vital de la tierra, resonando dentro de ellos. A igual que lo hacen los cuencos tibetanos cuando son tocados de forma correcta y armónica.

Pero antes de realizar cualquier ritual, se debían descargar las posibles trazas de energía residual que los asistentes arrastraban con ellos. La forma más rápida de conseguirlo, era llenar un recipiente con agua y sal, que estuviera conectado directamente a la estructura de piedra del edificio. En el momento que metían la mano en el agua, la energía sobrante era descargada directamente a la tierra, haciendo que cuando accedían a la nave principal, estaban limpios de toda vibración externa.

Pero el punto álgido del ritual, llegaba cuando estaban todos sentados y el sacerdote subía a la zona del altar, y mirando hacia el punto cardinal Sureste, levantaba las palmas de sus manos e invocaba la bendición del padre creador (Inicio del rito Egipcio para la invocación del Dios Ra), que en este caso era una resonancia natural que se concentraba exactamente en el altar, pues además de la influencia de la zona telúrica, también influía la forma de la cúpula de cabecera, que refleja 3,5 o 7 puntos energéticos sobre la zona de convergencia del altar, según sea su estructura.

Añadido a todo esto, y siguiendo la voz del sacerdote, todas las personas se levantaban, se sentaban u oraban al unísono, haciendo que la acumulación energética fuera en aumento de forma exponencial, hasta llegar al punto en que toda la estructura vibrase juntamente con la energía de las personas que se encontraban en su interior.

Dedos en posición "Chin Mudra"
www.yogaenred.com

El nivel de éxtasis que lograba alcanzar el sacristán era tan intenso que podían incluso hacerlo llegar a entrar en un estado de trance inducido por la resonancia que alcanzaba su cuerpo, adoptando con los dedos índice y pulgar una posición “Chin Mudra”, creando toda una corriente energética que fluía constantemente por todo su ser.

Tras terminar la liturgia, la gente salía al exterior con la sensación de estar rebosantes de energía renovada. Y realmente así era, la energía que se había concentrado dentro de aquellos fríos muros de piedra, había hecho que todos ellos hubieran entrado en contacto con la resonancia energética del Sol y de la madre Tierra, influyendo directamente en su cuerpo, haciéndolos resonar al unísono.

Y por supuesto no podemos olvidar a las extrañas, grotescas y curiosas gárgolas, las cuales normalmente actúan como adorno de los desagües pluviales, para desaguar los tejados y cubiertas cuando llueve, de ahí que el origen de su nombre sea francés: Gargouille (tubería o caño de desagüe). Aunque si ya nos adentramos en el significado de la simbología masónica, las gárgolas son las estatuas y figuras, por norma general grotescas, para mantener la sabiduría que se halla entre los muros de la catedral a salvo del mal exterior.

Así pues, recuerden que cada vez que entren en una catedral, o una iglesia clásica, fíjense en todos esos pequeños detalles que la hacen especial por lo que realmente es, y no lo que aparentemente representa. Incluidos los ritos egipcios y budistas que realiza el sacerdote, muchas veces desconocedor del origen de sus gestos y propósito real de éstos.

Pues todos sus secretos están expuestos a la vista de todos, solo visibles para aquel que sepa dónde mirar…