No es que sea muy ñoña, pero así me siento cuando salgo a investigar, ya sea admirando la belleza de la decadencia en lugares abandonados o visitando edificios llenos de historia y muy a mi pesar, cerrados a cal y canto en cuestión de investigaciones, parece ser que a nuestras instituciones no les apetece autorizar según qué (queja informal), así que no queda más remedio que arriesgarse en lugares olvidados, excepto para grafiteros, sin techo, gamberros y botellones.
Al sumergirme en una investigación dejo la mente en blanco, no quiero auto sugestionarme, como tampoco espero grandes resultados, simplemente me dejo llevar por la curiosidad, despliego mi "arsenal" de aparatos para captar cualquier anomalía que como dice mi querida Esther, es como el baúl de la Piquer.
Sensores de movimiento, detectores de campos alectromagnéticos, grabadora, cámara de vídeo, cámara de fotos, spiritbox, luces y acción!
Foto: Balear Paranormal |
El chute de adrenalina que entra por mis venas cuando en ellas aparece una voz que no es la mía, ni la de nadie que estuviera cerca, un movimiento de la cámara sin que nadie la toque, una respuesta clara de la spiritbox a una de nuestras preguntas, incluso alguna luminaria.
Todo eso hace que siga queriendo pasear por las nubes.
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