Esther Calvo
La muerte de Alejendro Magno. wikipedia.org |
Alejandro el Grande, gran militar y estratega, figura inspiradora de reyes y emperadores, si la muerte no se hubiera cruzado en su camino, su imperio se hubiera extendido hasta Arabia. Pero ¿dónde fue enterrado?. Se desconoce el lugar exacto donde reposan sus restos, su búsqueda es considerada casi tan importante como la del Santo Grial. Recordemos unas pinceladas de su azarosa historia, ya difícil desde niño. Nació en Pela Macedonia en el año 356 a,C. Hijo de Olimpia de Epiro y Filipo II de Macedonia. Alejandro tuvo una educación digna de un gran guerrero, adiestrado en las artes militares y educado por Aristóteles. A pesar de cuidarlo y prepararle para reinar, su padre decide exiliarlo acusándolo de ser hijo ilegítimo. Olimpia vuelve a Epiro con Alejandro, sus amistades y su entorno más cercano, pues también son acusados de conspirar contra el Rey.
Filipo II es asesinado, Alejandro sube al poder aniquilando a todo aquel que pudiera reclamarlo para sí. Siendo hegemon de toda Grecia y consolidando su posición sobre todos los pueblos sometidos a Macedonia, comienza su expansión sobre el Imperio Persa, avanzando y extendiendo su reinado hasta Egipto, donde fundó la ciudad de Alejandría y después hasta el valle del Indo. Con 32 años, sus dominios forman el imperio más grande conocido. La negativa de sus tropas a seguir avanzando hacia Oriente, hizo que Alejandro volviera a Babilonia.
Ya en Babilonia, preparaba una expedición hacia Arabia, cuando el 30 de mayo durante la celebración de una fiesta para honrar el éxito de su almirante Nearco tras un año en la India, Alejandro empieza a sentir dolores en la articulaciones y la columna vertebral. Al día siguiente, durante una fiesta con su amigo Medio, se empieza a encontrar mal, le sube la fiebre, su enfermedad se alargará hasta el día 10 de junio, cuando empiezan a correr rumores de su muerte. Hay varias hipótesis sobre la causa de su óbito, una es por envenenamiento dado que los síntomas eran parecidos. Pero probablemente fuera la malaria, causada por una picadura de mosquito, puesto que en la época estival en la zona de canales y lagos, proliferaban dichos insectos.
El caso es que Alejandro en su lecho de muerte es consultado para que designe un sucesor, casi sin voz alcanza a decir Kra´teroi, pero sus generales dan por buena la pronunciación Krater´oi, el más fuerte. Si Alejandro hubiera estado más consciente, sin duda hubiera elegido a Kratero, el mejor de sus comandantes, gran estratega, a quien confió la parte más numerosa de la milicia. Desgraciadamente Kratero no estaba presente cuando Alejandro fue interpelado. Al volver Kratero a Babilonia se huele la farsa. Esto da lugar a una guerra entre los diadocos que luchan por el Imperio, estas guerras entre generales duraron 30 años, entre periodos de paz y reanudación de la lucha. Durante dos años sus compañeros de armas, se empeñaron en la construcción de un mausoleo de oro, con la figura del mandatario en relieve, la estructura contaba en sus extremos, dos columnas jónicas de oro, en sus laterales, escenas de su vida. En el palio de púrpura bordada, se hallaban expuestos su casco, su armadura y las armas del macedonio.
El Imperio se divide, Ptolomeo se hizo con Egipto, fundando la dinastía Ptolemaica, a la cual pertenecerá Cleopatra. Pérdicas que fue nombrado Regente del Imperio, tomó en cadáver conservado en una urna de barro llena de miel (esto hace que no sea necesaria la extracción de órganos al estilo egipcio), lo introdujo en el catafalco, dentro del cual había otro sarcófago, conteniendo el cuerpo. Una vez preparada, la expedición salió hacia la tierra natal de Alejandro para enterrarlo en Egas, ciudad donde se enterraban los reyes macedonios. Pero considerando que Alejandro ya había sido nombrado Faraón, Ptolomeo como buen político, que deseaba tener más influencia sobre Egipto, pensó tener cerca al semi dios, roba el cadáver y se lo lleva a Alejandría.
Pérdicas, contrariado por lo sucedido, declara la guerra a Ptolomeo y la pierde. Así pues, tras la guerra con Pérdicas, Ptolomeo decide llevar los restos de Alejandro a Menphis para no alterar las costumbres, puesto que dicha ciudad era sagrada, además de ser la capital de Egipto. Allí habían sido enterrados los últimos faraones. El cuerpo del rey macedonio, es enterrado, en principio, en la tumba vacía de Nectabeno II, que es reformada al gusto helenístico y se trasladan los restos del que fuera su general a una capilla dentro del templo de Serapeo de Saqqara, en la necrópolis de la antigua Menphis. La grandilocuente tumba se encontraba al final de una larga avenida de esfinges. Nectabeno II fue el último faraón antes de Ptolomeo y habiéndose construido una tumba en otra ciudad, tras mu muerte, fue enterrado allí.
Esta tumba de Nectabeno II en Menphis, se descubrió en el siglo XIX y efectivamente había un sarcófago en el cual posiblemente, reposara por un tiempo Alejandro. Tras la guerra entre ingleses y franceses, este ataúd, se conserva en el Museo Británico.
Fuentes:
*Fernando Navarro, Historiador.
*Misterios de la Historia. Plataforma Vilma.
*ABC Historia. "La tumba de Alejandro Magno el rompecabezas que tampoco Napoleón supo resolver".
*National Geographic.
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