AMADO CARBONELL SANTOS
Historias de avistamientos de objetos luminosos en el cielo,
se han contado desde que la especie humana tiene uso de razón. Pero uno de los
avistamientos mejor documentados de finales de la historia post medieval del
siglo XVI, aconteció al amanecer del 4 de abril de 1561 en la ciudad de
Nüremberg (Alemania): viviendo sus habitantes una experiencia que cambiaría su
forma de entender el mundo que les rodeaba.
En la noche del 3 al 4 de abril, los ciudadanos observaron
como unos objetos brillantes de colores y formas diferentes sobrevolaban la
zona realizando movimientos erráticos –igual que lo haría un grupo de baile
desorganizado- pero aquel ballet celeste se convirtió en un campo de batalla.
Según los testigos, dichos objetos comenzaron a moverse de forma rápida y a
lanzarse bolas de luz, como los proyectiles que lanza un navío de guerra
durante una contienda naval.
Existe un grabado en madera antigua, firmado por el artista
de la época Hans Glaser, donde plasmó la increíble escena que estaba
observando. En dicho grabado se puede apreciar como dos personas están
presenciando el acontecimiento, con una multitud de objetos sobrevolando la población
de Nüremberg, y dos de ellos han sido derribados; siendo descritos como dos
esferas humeantes en las afueras del núcleo urbano. Uno de los textos de la
época afirma que los objetos que sobrevivieron a la batalla, mientras salía el Sol,
se iban identificando sus formas y contornos, donde algunos tenían una forma de
cruz volando cerca del disco solar que ya estaba elevado sobre el horizonte, es
decir, que de día todavía eran visibles. Muchos de los clérigos de la Iglesia
Católica atribuyeron este acontecimiento a una batalla entre las fuerzas del
bien y del mal, aconsejando a todos los ciudadanos que no mirasen al cielo y se
recogieran en sus hogares para rezar por la salvación de sus almas.
Grabado de Hans Glaser (Foto: detroit.aprs.info) |
Cinco años después, se publicó un manifiesto similar en
Basilea (Suiza), al amanecer del 7 de agosto de 1566 fueron vistos algunos
objetos volando sobre la ciudad, de nuevo involucrados en una batalla aérea
similar a la avistada sobre Nüremberg. Se ha de señalar que dichos grabados
fueron creados por artistas de hace más de quinientos años, para representar
una escena a la que no sabían dar una explicación “lógica” y únicamente se
limitaban a definir con la mayor precisión todo lo que veían y oían. Algunos de
ellos expusieron en algunos textos que dichos acontecimientos estaban
acompañados de sonidos atronadores y repetitivos, más o menos lo que se
escucharía en un combate aéreo en nuestros días de ejércitos enfrentados.
Algunas de las formas oscuras avistadas y expuestas por los testigos de la época,
son parecidas a las explosiones de los antiaéreos que fotografiaron los
reporteros que cubrieron las noticias del frente, en la Segunda Guerra
Mundial. Incluso si nos fijamos en los grabados, los objetos cruciformes se
podrían equiparar a los cazas usados en dicha guerra mientras ascendían y
descendían atacando y esquivando el fuego enemigo.
Combates aéreos durante la Segunda Guerra Mundial (Foto: foros.3dgames.com.ar |
Muchos investigadores del mundo paranormal, exponen la
hipótesis que por algún motivo, durante los combates aéreos de la Segunda
Guerra Mundial, a través de una canalización del espacio/tiempo podrían haber
mostrado a las gentes de la Alemania del siglo XVI, una proyección de las
escenas que se estaban viviendo sobre la ciudad de Nüremberg a principios del
siglo XX. Cabe recordar que durante dicha contienda se usaron muchos artilugios
basados en los principios de la energía inalámbrica, descubierta por Nikola
Tesla y que usaba para irradiar energía a la atmósfera terrestre, haciéndola
rebotar en las capas de la ionosfera y devolviéndolas a la superficie de cualquier
parte del globo. Cabe decir que una emisión del mismo tipo, se usó en el
experimento de la marina de EEUU el 28 de octubre de 1943, denominado
Experimento Filadelphia (también llamado Proyecto Arcoiris) que se usó para
probar que utilizando una emisión electromagnética podrían hacer visibles sus
barcos, tanto en la pantalla del radar como a simple vista. El 22 de julio de 1944, dicho experimento hizo que el USS
Eldridge se volviera casi invisible. Algunos testigos presenciales que
viajaban a bordo del navío, afirmaron que una niebla verdosa envolvió el barco y
algunos miembros de la tripulación sintieron náuseas al finalizar el
experimento.
Experimento Filadelfía (Foto: listas.20minutos.es) |
¿Pudo una de esas emisiones electromagnéticas enviar una proyección de las batallas de la Segunda Guerra Mundial a los cielos de Nüremberg en el siglo XVI?
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