José María Ibáñez
Esta joya arquitectónica de la Edad Dorada estadounidense, situada
en Newport, Rhode Island, fue edificada entre 1881 y 1894 como residencia veraniega
para Oliver Hazard Perry Belmont, banquero neoyorquino que heredó de su padre
una inmensa fortuna. Su coste ascendió a tres millones de dólares de aquella
época y participaron en su construcción trescientos obreros.
Recordemos que la Edad Dorada (Gilded Age), fue del período
histórico que abarcó aproximadamente desde 1870 hasta 1900, justo después de finalizada
la Guerra de Secesión y la Reconstrucción. Fue una etapa de crecimiento
económico explosivo, grandes fortunas, innovación, pero también desigualdad
extrema y tensiones sociales.
La mansión Belcourt fue diseñada por el arquitecto Richard Morris
Hunt, considerado el decano de la arquitectura estadounidense, fue una figura
clave en la introducción del estilo “Beaux Arts” en Estados Unidos y uno de los
arquitectos favoritos de los magnates de la Edad Dorada, famoso por diseñar
otras mansiones de Newport como The Breakers y Marble House. Inspirada en el
pabellón de caza de Luís XIII, en Versalles, con influencias góticas,
renacentistas, francesas, alemanas, inglesas e italianas.
Aunque contaba con cincuenta y dos habitaciones, solo una
servía de dormitorio. El resto del primer piso estaba dedicado a caballerizas
de lujo para los caballos de Belmont. En 1889, Belcourt fue la sede del primer
desfile y carrera de automóviles de los Estados Unidos.
En 1886, Belmont regaló la mansión a su segunda esposa, Alva
Vanderbilt, una mujer que no nació dentro de la élite, pero que la conquistó,
desafió y finalmente la superó. Su vida mezcla ambición social, arquitectura monumental,
escándalos públicos y un giro inesperado hacia el activismo feminista. Figura
destacada del movimiento sufragista, renovó por completo la mansión para
convertirla en un importante centro de reuniones sociales, celebrando fiestas y
bailes con la élite de la época.
A lo largo del siglo XX, Belcourt pasó por distintos propietarios
y usos, incluyendo intentos de convertirla en la sede permanente del Newport
Jazz Festival en 1955. En años recientes, ha sido restaurada y renombrada como
Belcourt of Newport, y actualmente está abierta al público como atracción
histórica.
Pero la mansión Belcourt, no podría ser de otra manera, está
rodeada de historias misteriosas, incluyendo actividad paranormal y objetos
embrujados como las famosas "sillas malditas”. Se trata de dos sillas antiguas
consideradas embrujadas, ya que se cree que tienen “espíritus pegadas a ellas”.
La morada ha sido escenario de apariciones, ruidos inexplicables y cambios de
temperatura bruscos y repentinos, especialmente por las noches. Se cuenta que
quienes se sientan en ellas experimentan sensaciones extrañas: escalofríos,
ansiedad o incluso visiones fugaces. Añadir, que estas sillas forman parte de
la colección de antigüedades que se exhiben en el museo que actualmente
funciona en la antigua mansión.
Se dice que hay al menos quince espíritus habitando la
mansión, según testimonios de distintos investigadores de lo paranormal, y de algunos
visitantes que afirman haber sentido presencias o visto moverse sombras
por los pasillos.
El estilo arquitectónico gótico-renacentista de la mansión
Belcourt, con sus largos y oscuros pasillos, sus vitrales y sus altos techos,
contribuye, sin duda, a crear una atmósfera inquietante.
La mansión ha sido escenario de distintos programas especializados en enigmas y misterios, donde se relatan algunas de sus leyendas y de sus más que posibles sucesos extraños.
FUENTES CONSULTADAS:
*lostnewengland.com
*academia-lab.com
*www.guioteca.com

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