LA REALIDAD OCULTA

TE INVITAMOS A VIAJAR CON NOSOTROS A TRAVÉS DE LA LÍNEA DIVISORIA QUE
SEPARA LA REALIDAD DE LA FANTASÍA.
José María Ibáñez.

martes, 29 de enero de 2013

¿OVNIS SOBRE EL SALVAJE OESTE EN EL SIGLO XIX?

AMADO CARBONELL SANTOS


"Dicen que el Oeste se construyó sobre leyendas. Cuentos increíbles que nos ayudan a entender cosas demasiado magnificas, o demasiado aterradoras para creerlas... lo que ocurre con las leyendas, es que a veces son ciertas.
Ghost  Rider - Columbia Pictures

Es muy sencillo imaginarnos a nosotros mismos sentados a lomos de un caballo en medio del desierto de Arizona (EEUU), mientras observamos fascinados el cielo estrellado a mediados del siglo XIX. Lo que sería bastante más complicado, es describir algo que se saliera de lo normal en la imagen que el firmamento nos hubiera estado regalando, noche tras noche. Una luz, un resplandor o un objeto que se desplazara sobre nuestra cabeza.

En esta época, los dirigibles, aviones, helicópteros, globos sonda, satélites artificiales no estaban prácticamente ni imaginados por la humanidad, de este modo, lo que estamos viendo sale totalmente de cualquier cosa que hayamos conocido. Pues todo lo que veamos volando en el cielo, ya sea una luz, una esfera o un objeto metálico, a causa de nuestra educación cristiana lo atribuiremos a una manifestación religiosa, tanto celestial como diabólica.
Portada del libro
(Foto: libreriauniversitaria.it)

Sería lógico pensar que existen pruebas reales de antiguas civilizaciones alrededor de todo el planeta, con descripciones de seres venidos del cielo con escafandras y objetos que nos recuerdan a un cohete espacial (Por ejemplo, la tribu de los Dogon, en África), y negásemos la posibilidad de que sobre los cielos del salvaje Oeste hubiese habido avistamientos de objetos voladores no identificados; aunque si buscásemos en las hemerotecas dichas noticias, deberíamos hacerlo de forma que su descripción sea cercana a la angelical, o lo que la mentalidad e imaginación de las mentes del siglo XIX pudiera asociar.

Ciertamente, la prensa de la época era muy diferente a la de nuestros días, pues los periodistas se esforzaban para evitar que los testigos de aquellos acontecimientos no parecieran unos lunáticos y su descripción de lo ocurrido fuese fiel a la declarada, centrándose simplemente en la esencia de la noticia.

Algunos de los artículos describen luces volando sobre zonas accidentadas del terreno, realizando movimientos sinuosos por encima de profundas grietas para posteriormente desaparecer dentro de ellas. Los nativos americanos describían estas luminarias como las "Lunas que bajaban a la Tierra"

Es interesante remarcar que en ninguna de las declaraciones, hay casos de secuestro por parte de los tripulantes de estas luces hacia los habitantes terrestres, aunque si que existen textos sobre abducciones de reses y otros animales de granja. Un total de 14 de estos casos, fueron recogidos y documentados entre 1840 y 1900, actualmente han sido recopilados por Noé Torres, bibliotecario del Sur del Estado de Texas y por John LeMay, funcionario del Archivo Histórico Estatal del Roswell, Nuevo México, en su libro: "La historia real de vaqueros y alienígenas, encuentros OVNI en el salvaje oeste".

Según los autores, este tipo de declaraciones son más creíbles que las relatadas hoy en día, pues no estaban corrompidas la fama de la televisión ni el histerismo del fenómeno OVNI, les afectaba de modo personal ni social, simplemente eran personas en el lugar y momentos adecuados para ser testigos de una experiencia "espiritual".

Durante el año 1873, el periódico New York Times, publicó la noticia de una serpiente voladora sobre el condado de Orange (Nueva York). El periódico de Texas, Dallas Morning News se refería a los posibles visitantes como "marcianos" y no como "extraterrestres", pues tras las publicaciones de Schiaparelli y los canales del planeta Marte, suponían que dicho mundo estaba habitado y que sus moradores nos visitaban.

Uno de los artículos más destacados es el que describe con todo lujo de detalles el estrellamiento de un objeto volador, cerca de la ciudad de Aurora, en el estado de Texas durante 1897. (Dicho acontecimiento fue documentado y publicado en su momento en este blog por el mismo autor de este artículo).
Prensa de la época
(Foto: theufochronicles.com)

Si he de remarcar un caso bastante extraño durante el 22 de abril de 1897, la prensa se hizo eco de un acontecimiento que estremeció a los habitantes de los EEUU, durante los finales del siglo XIX. El testigo de este suceso, John M. Barcklay, contaba a la redacción de un periódico local que mientras trabajaba cerca del condado de Rockland, sito en el estado norteamericano de Maine, observó un objeto cilíndrico aterrizando a pocos metros de donde él se encontraba. Comentando que pocos minutos después de haber tomado tierra, un ocupante del extraño objeto descendía por una rampa metálica y se acercó caminando hasta el lugar donde Barcklay trabajaba.

Sin mostrar nerviosismo, le preguntó al ser si podía ayudarle mientras le observaba de arriba a abajo. Éste asintió con la cabeza mientras le respondía, diciéndole que se llamaba "Sr. Smith" y que habían aterrizado porque necesitaban aceite lubricante, dos cortafríos y algo de sulfato de cobre. Barcklay, que por un instante había quedado petrificado por aquella contestación, le respondió que no sabía donde podría conseguir todo lo que le pedía.

Bajando la mirada hasta casi penetrar los ojos del joven granjero, el "Sr. Smith" le izo entrega de un billete de 10 dólares americanos, añadiendo que en el molino que estaba a pocos metros de ellos podría conseguir los primeros elementos, y que el operador del telégrafo que estaba en la oficina de mensajería del pueblo, podría proporcionarle el sulfato de cobre; pidiéndole que le consiguiera los artículos citados con la máxima celeridad posible, pudiendo quedarse con el cambio por las molestias causadas.

Tras regresar con el pedido del "Sr. Smith" y entregárselo en mano, Barcklay le preguntó de que lugar procedían. El ser le contestó con una frase confusa y esquiva "Somos de todas partes, pero mañana estaremos en Atenas"

Hay que puntualizar que la descripción realizada y firmada por el propio Barcklay hacia referencia principalmente a la estatura, similar a la de un ser humano normal, de complexión fuerte, envuelto en lo que parecía un chubasquero militar de color verde, y que cubría su rostro con una máscara de cuero negro, donde dos cristales oscuros de gran tamaño le llamaban enormemente la atención, igual que la gran facilidad que tenía para comunicarse y expresarse con él en su mismo idioma.

Después de haber transcurrido más de doscientos años de historia, los Estados Unidos de América han evolucionado con leyendas de visitas de otros mundos, leyendas donde nativos, extranjeros y políticos, habrían entrado en contacto con dichos seres; los últimos podrían incluso haber compartido conocimientos y tecnología a espaldas de la luz pública.

Alfred L. Webre
(Foto: platicaalfredwebre.blogspot.com)
El investigador canadiense Alfred L. Webre, especializado en exopolítica (término que define las relaciones políticas entre terrestres y alienígenas) , realizó unas declaraciones a un periodista del Huffpost Weird News durante el mes de septiembre de 2009, donde exponía que las abducciones de seres humanos no comenzaron hasta mediados del año 1934, cuando el gobierno de los EEUU, liderado por el presidente Roosevelt, firmó un tratado con seres supuestamente alienígenas provenientes de una galaxia cercana a Orión. Según la historia oculta, habría un segundo tratado con el Tercer Reich de Adolf Hitler durante 1941.

Durante una segunda entrevista, realizada por el mismo periodista que había conversado Webre en la primera ocasión, este le contó que la bisnieta del presidente Eisenhower, fue cordialmente invitada a visitar una base militar secreta de los EEUU que había sido emplazada sobre una de las llanuras ecuatoriales del planeta Marte; añadiendo que el mismo gobierno norteamericano, habría empleado una máquina radioeléctrica (refiriéndose al Proyecto HAARP) para causar el maremoto de Haití en 2010, desestabilizando de este modo el país por un lapso de tiempo suficiente mientras se apoderaban de los diversos recursos naturales de la región.

La historia de los Estados Unidos de América es breve, pero está plagada de leyendas, aunque la verdadera incógnita es saber cuanta verdad hay en ellas. 

¿Acaso la historia es tal y como nos la han contado? ¿O hay más verdad en dichas leyendas de la que nos imaginamos, y simplemente giramos la cabeza hacia otro lado para no querer ver lo que realmente está ante nuestros ojos, por ser contraria a todo lo que nos han querido inculcar desde la niñez?

Como acertadamente citaba el agente especial del FBI, Fox Mulder "La Verdad está ahí fuera"

Fuentes:
Libro: "La historia real de vaqueros y alienígenas, encuentros OVNI en el salvaje oeste". 
Autores: Noé Torres y John LeMay. Ed. PaperBack.


miércoles, 2 de enero de 2013

EL REICH SUBMARINO (II): EL MAPA DE AGARTHA

VICENÇ ZANÓN


Finales de abril de 1945. El "Reich de los mil años" está próximo a su fin. Su capital, Berlín, se hunde bajo un diluvio de fuego y hierro. Las fuerzas que contenían a las tropas soviéticas en los altos de Seelöwe han cedido; los carros de combate rusos, junto con las tropas de asalto, han conseguido penetrar en la ciudad y tratan de avanzar por sus calles.

Es un avance lento y penoso. Defensores con la fuerza que da la desesperación pelean casa por casa, esquina por esquina. No son tan sólo soldados veteranos los que mantienen el frente sino también ancianos y niños del Volkssturm. Las fuerzas son muy desiguales y la artillería se emplea a menudo con las alzas a cero. Se combate por cada segmento de calle ganada, con ataques y contraataques. Ejércitos que hace pocas semanas habían avanzado decenas de kilómetros al día se ven constreñidos a pequeñas ganancias medidas en metros.
(Foto: Archivo personal del autor)

En los sótanos y túneles, grupos de asalto soviéticos se abren paso con lanzallamas, ignorando si quién está allí es civil o militar. Los soldados que acompañan a los blindados escudriñan, ansiosos, las ventanas y fachadas de los edificios. En cualquier momento un "panzerfaust" (arma anticarro sin retroceso manejada por un solo hombre) puede significar la destrucción de un carro de combate y la muerte de su tripulación.

En el centro del despliegue alemán, tras el cual se halla el búnker de la Cancillería, apenas si queda un puñado heterogéneo de tropas, la mayor parte combatientes extranjeros de las Waffen SS. Grupos de combate de la 11ª división "Nordland", de voluntarios noruegos, suecos y holandeses y de la 33ª división "Charlemagne", compuesta por voluntarios franceses.

Curiosamente, los últimos combatientes que defenderán esa zona, aunque nominalmente voluntarios de la "Charlemagne", son españoles. Si las primeras tropas aliadas que entraron en París con la división de Leclerc eran soldados republicanos españoles, aquí encontramos que junto a los últimos defensores del Reich hay también españoles, el denominado "Kampfgruppe Ezquerra", comandado por el teniente Miguel Ezquerra, un navarro de origen aranés.  Muy habilidosos en la lucha antitanque, para la cual habían desarrollado métodos propios, consiguieron destruir más de cien blindados en su sector.

Siguiendo la estela de las tropas de asalto soviéticas, llegan los temibles hombres del NKVD y de la secreta SMERSH. En la zona del Tiergarten, situada frente al búnker de la Cancillería y abandonada por las tropas alemanas, oficiales y soldados de los servicios de Inteligencia soviéticos buscan entre las ruinas documentación y material de interés.

(Foto: Archivo personal del autor)
En un edificio de la calle Tirpitz Ulfer, concretamente en el número 38-42, donde las tropas soviéticas encuentran algo insólito: unos extraños mapas que muestran un acceso subterráneo y subacuático que se halla bajo la Antártida y con ellos un extraño planisferio, un mapa de un orbe que no es de nuestro mundo. Sin embargo, allí aparecen dos nombres conocidos por los estudiosos del esoterismo: AGARTHA y SHAMBALA (sic), junto con otro nombre que evoca la antigua mitología nórdica: ASGARD -señalando un continente donde aparece una "ciudad de los Ases" (1). No muy lejos de la costa de ese continente aparece una superficie terrestre con otro nombre famoso "Neuschwabenland", la zona de la Antártida explorada y reclamada por el Tercer Reich; en esa zona se encuentra un enigmático "Neu-Berlín" (o Nuevo Berlín) y más allá aparece señalado un punto marcado como "U-boot Stützspunkt; es decir una base o punto de apoyo para submarinos. Sin embargo, nada de esa geografía recuerda a ningún continente terrestre conocido.

En la calle Tirpitz Ulfer se hallaban diversos edificios estatales de la Kriegsmarine e incluso estuvo situado el anterior servicio de inteligencia alemán, el Abwehr, disuelto en 1944. La fuente que presenta esos mapas da muy poca información acerca de ellos y comenta que el acceso a Agartha que aparece en ellos está "codificado".

(Foto: Archivo personal del autor)
Los mapas aparecen con la leyenda BEI GEFAHR ALS ERSTES VERNICHTEN, que podría traducirse como "destruir a la primera (señal) de peligro" (ruego se me disculpe mi pobrísimo alemán). Los sellos y detalles del documento parecen auténticos.

Junto a los mapas se incluye lo que parece ser un plano de acceso a una zona de cuevas y pasajes subacuáticos de gran profundidad. Se acompaña de detalles acerca de los ángulos de ascenso y descenso y declinación, los cuales sirven para maniobrar en el entorno confinado de los túneles submarinos. Se indica el punto exacto de entrada: 64º latitud Sur 1º longitud Este, lo cual quiere decir que dicho punto se halla bastante lejos de la costa antártica. En teoría ahí solo hay mar abierto.

(Foto: Archivo personal del autor)
Llegados a ese zona, aparece el primer problema para cualquier sumergible o submarino de la época: la profundidad de inmersión para alcanzar el punto de entrada es de 400 metros. Los sumergibles de los años 30-40 no podían descender mucho más de 200 metros, puesto que le casco de presión no podía resistir la presión de profundidades superiores. Incluso los submarinos alemanes tipo XXI, los más avanzados de la Segunda Guerra Mundial (de hecho los únicos que podían llamarse "submarinos" y no "sumergibles") construidos con la aleación de acero especial Ww ("Wotan weich) tenían una cota de deformación teórica de 330 metros.

¿Quiere decir que ninguna nave sumergible de ese tiempo podía alcanzar esas profundidades? Evidentemente no. Por una parte Barton y Beebe habían bajado con batisfera (esferas sujetas con cable y con gruesas paredes de acero) a una profundidad de 900 metros en 1928. Algo más tarde se consiguió alcanzar los 1.500 metros. Por otra, existían proyectos de batiscafo anteriores al final de la guerra. Un batiscafo permite bajar a profundidades enormes, muy superiores a los 400 metros (un ejemplo sería el descenso a la fosa de las Marianas, a 11.000 metros de profundidad) y no es más que una batisfera sujeta a un cuerpo relleno de un líquido incomprensible que puede autopropulsarse, viene a ser el equivalente submarino del dirigible. Sin embargo el primer batiscafo se sumergió por primera vez en 1948, unos tres años después del final de la Guerra.
(Foto: Archivo personal del autor)

¿Es posible que se construyera algún tipo de submarino capaz de soportar la inmersión de grandes profundidades? Los submarinos nucleares actuales pueden alcanzar en algunos casos más de 1.000 metros de profundidad (cascos con aleación de titanio) e incluso un submarino chino alcanzó recientemente los 7.000 metros de profundidad. En teoría habría sido posible construir un casco resistente capaz de aguantar profundidades similares (aun cuando fuera en detrimento de la carga de armamento). No hay, sin embargo, referencias a la construcción y alistamiento de tales submarinos por parte de la Kriegsmarine (marina alemana del Tercer Reich) pero ello no quiere decir que lo sepamos todo de los registros de los U-boot. La web www.uboat.net tiene una extensa lista con todos los U-boot alistados; supuestamente lo que no aparezca allí no existió oficialmente. Sin embargo, y eso ocurre en todas las naciones, naves para operaciones especiales o modelos experimentales secretos no están tan rígidamente sujetos a registros oficiales. Un ejemplo, sin ir más lejos, es el de los U-boot "Tipo XI".

La Oficina de Diseños "K" de la Kriegsmarine consigna la puesta de quilla de 4 de estos enormes submarinos de crucero y supuestamente una de esas naves se terminó en los astilleros Deschimag-A.G. Weser en Bremen, siendo desguazadas las otras tres. En teoría se les debía asignar los números U-112 a U-115. Sin embargo no hay número de registro de la Kriegsmarine asignado para ninguno. Oficialmente el Tipo XI nunca fue alistado.

Pese a ello, en los archivos militares de Freiburgim-Breisgau se mencionan brevemente las pruebas de un Tipo XI en el río Weser, alcanzando una velocidad de 26 nudos en superficie. En la dumentadísima obra de Eberhard Roessler, "The U-boat" el autor certifica que las pruebas no se realizaron con modelos a escala, sino con una nave real. Así pues, el Tipo XI no fue solo una leyenda.
U-boot Tipo XI
(Foto: The-blueprints.com)

Entrevistas a veterano de los servicios de Inteligencia tanto aliados como del Eje hacen suponer que hacia 1944 un U-boot Tipo XI fue avistado en el puerto de Vigo, en Lisboa y posteriormente en otros puertos portugueses y españoles. Dichas fuentes identifican a esta nave con el sobrenombre de "El Caballero Negro" ("Der Schwarz Ritter").

Cabe añadir que, a partir de 1944, las SS (no confundir con las Waffen SS) tomaron bajo su control todo tipo de programas científicos que consideraron de interés. Convertidas como una especie de imperio aparte dentro del Tercer Reich, sus investigaciones cayeron bajo el velo del máximo secreto y abarcaban desde I+D en todo tipo de armamentos (desde las armas convencionales hasta un programa del arma atómica e incluso armas completamente no convencionales y exóticas) hasta producción de energía para nuevos métodos, física avanzada, etc. Los resultados de algunas de estas investigaciones aún son secretas hoy en día y nada se sabe de lo que ocurrió durante la guerra.

En el campo de la guerra submarina, las SS se interesaron por la puesta a punto de submarinos tipo XXI pero propulsados por turbinas Walther (2). Las pruebas con un prototipo de submarino de turbina Walther dieron como resultado una nave que alcanzó... ¡28 nudos sumergida! Los grandes submarinos con este modo de propulsión deberían alcanzar los 25 nudos. Ello significa un salto de dos décadas en el diseño de submarinos.
Foto: Archivo personal del autor)

Así pues, ¿hay algún indicio de viajes submarinos hacia este mundo paralelo? La respuesta es afirmativa, pero está rodeada de circunstancias tan extrañas que parece pertenecer al mundo de la ficción. Hay nombres y apellidos reales implicados, e incluso la nave está identificada: se trata del U-209. Un submarino nada especial (la clase VII fue la más construida de todos los submarinos alemanes), con prestaciones lejos de alcanzar a los modernos tipos XXI.

La carta fue recibida, en primer lugar por el Coronel retirado de la USAF William F. Woodard (3). En ella el remitente habla de un tripulante que sirvió en el U-209, de nombre Karl Unger, y que conoció durante la guerra. Unger le envió una carta al finalizar la contienda -el remitente explica que reconoció su letra- en la que explicaba la extraña misión del submarino: penetrar por una de las aperturas que conducían al interior de la Tierra. Mediante cartas de navegación proporcionadas por Karl Haushoffer (4) debían alcanzar una gigantesca caverna submarina y tras parar motores dejarse llevar por la corriente de unos 6 nudos, dicha corriente les llevaría a su destino. En la carta se cita como capitán del U-209 a Heinrich Brodda, lo cual es correcto; en cambio en la lista oficial de los tripulantes no aparece ningún Karl Unger

La carta prosigue, exponiendo las palabras de Unger a su amigo:

"¡Querido viejo camarada!

Esta noticia será una sorpresa para ti. ¡El U-boot 209 lo consiguió! ¡La Tierra es hueca! El Dr. Haushoffer y Hess (5) tenían razón. La tripulación se encuentra bien, pero no puede volver, no estamos prisioneros.

Estoy seguro que estas noticias te llegarán. Esta es la última comunicación con el U-209. Nos volveremos a encontrar, camarada. Estoy preocupado por todos los que han de vivir en la superficie desde que el Führer se fue.

Dios bendiga nuestra Alemania siempre."

La información existente sobre el U-209 es algo confusa. Oficialmente se perdió toda comunicación a partir del 5 de julio de 1943, cuando se hallaba entre Groenlandia e Islandia a 52º00´N-38º00´0. La nave realizaba su treceava misión, de patrulla activa. Zarpó de Kiel bajo mando de Heinrich Brodda el 6 de abril de 1943.

El 16 de abril fue atacado por un avión del escuadrón 220 de la RAF. La nave solo sufrió daños menores. El día 20 sufrió otro ataque aéreo por parte del escuadrón 86 de la RAF sin consecuencias. Al día siguiente fue atacado de nuevo por una aeronave del mismo escuadrón. La mala suerte del U-209 culminó en un último ataque en el 4 de mayo de 1943 por parte de un hidroavión canadiense (escuadrón 5 de la RCAF) en el cual sufrió daños de consideración. Pese a ello no se hundió y prosiguió en su navegación.

Llegados a este punto existe cierta confusión. Algunas fuentes hablan de su hundimiento confirmado por pilotos aliados a raíz del último ataque aéreo; sin embargo el día 6 de mayo se comunicó con su gemelo el U-954 e informó sobre todos los daños recibidos, daños que incluían el transmisor de radio. Se comenta que recibió orden de volver a la base.

Parte de las historias que hablan de su hundimiento se refieren, en realidad, al U-954, cuya pérdida está confirmada.

(Foto: Archivo personal del autor)
La última comunicación varía mucho dependiendo de la fuente. En un caso se habla del 7 de mayo, pero en otro es el 5 de julio. Sea como fuere, pasada esa fecha nadie volvió jamás a saber nada de la nave, que se dio por desaparecida.

En el caso de la misión que se menciona su destino apuntaba al Océano Ártico, no a la Antártida. Es bien sabido que ambos polos eran considerados importantes por Alemania; un interés que no de debía solo a su riqueza en minerales o a un interés científico. Para determinados altos cargos del Reich ambos polos eran puertas, pasajes a otro mundo.

¿Pero donde situar a esas tierras más allá de los polos?  ¿Se trataba del acceso a enormes cavernas subterráneas o subacuáticas, quizás de la conocida teoría de la Tierra Hueca? Quizás la respuesta es aún más insólita de lo que pueda parecer a primera vista. De ello tratará mi siguiente artículo.

NOTAS:
(1)- Los Ases o Aesir son los principales dioses de la mitología nórdica.
(2) - Este modo de propulsión utiliza peróxido de hidrógeno de gran pureza, el cual se descompone bajo la acción de un catalizador generando gas a altísimas temperaturas, y mueve una turbina.
(3) - Karl Haushoffer fue el inspirador del Grupo Thule.
(4) - Se refiere, sin duda, a Rudolph Hess, amigo y discípulo de Haushoffer. 






EL MISTERIO DE LA TORRE DE SES ÀNIMES

AMADO CARBONELL SANTOS


Los lugares de leyenda son puntos geográficos donde el misterio que les rodea, aumenta a medida que avanza su historia a lo largo del propio tiempo. Uno de estos enclaves es la torre de vigilancia que se encuentra sobre el acantilado de la punta de Es Verger, situado entre las poblaciones mallorquinas de Estellencs y Banyalbufar. Esta torre fue construida a lo largo del año 1579 sobre el emplazamiento de una vieja barraca de vigilancia, por orden del alcalde de Banyalbufar de la época, Don Teseo Valentí.
(Foto: Archivo Amado Carbonell)

Dicha construcción estaba destinada a realizar la función de transmitir los avisos de ataque marítimo por parte de los ejércitos enemigos y piratas. Las alertas se realizaban mediante humo durante el día y con fuego durante las horas nocturnas, de este modo observaban las advertencias que se emitían desde la torre de Na Popia sobre el monte más alto de la isla Dragonera, y los transmitía hacia las torres de Trinidad (en la costa de Valldemossa, la de Pedrissa (en los acantilados de Deià) y finalmente a la torre de Sa Pedrissa (situada sobre el puerto de Sóller).

En la torre, únicamente habitaban los dos vigías que realizaban las rondas de vigilancia, y hasta el siglo XVII no contaron con artillería de poco calibre para realizar disparos de corta distancia, a modo de aviso y defensa. Al finalizar la vida útil de dicha construcción como punto estratrégico de vigilancia, el gobierno español decidió venderlo en una subasta el día 24 de agosto de 1875, siendo adquirida por Don Francisco Manuel de los Herreros, que actuaba en nombre del Archiduque Luis Salvador de Austria, dejándola en herencia a sus descendientes.

Según al archiduque, en su publicación dedicada a las Islas Baleares, titulada Die Balearen, describe esta zona como: "La torre de Es Verger es el mejor panorama de toda la costa de la isla de Mallorca"

El municipio de Banyalbufar está trabajando para que vuelva a ser un monumento histórico de carácter público, pasando a estar a cargo de la supervisión del propio ayuntamiento municipal y del Govern Balear

Durante el verano de 1995, fue restaurada tras haber sufrido durante siglos el desgaste de las inclemencias del tiempo, dejando las piedras de sus muros desprovistas de la argamasa que las sostenía. Sus dimensiones no son muy grandes, pero son suficientes para cobijar a los dos vigías que estaban de guardia de las inclemencias del tiempo, y del fuerte viento del Norte que golpea la sierra de Tramuntana. Tiene 4,78 metros de diámetro por 2,70 metros de altura desde el suelo de la zona baja hasta el suelo de la zona superior. Teniendo ésta una zona de tejado en forma de parapeto que reposa sobre un armazón de madera, elevado a 2,50 metros desde el suelo a la zona alta.
(Foto: Archivo Amado Carbonell)

A lo largo de su historia, muchos sucesos acaecidos en el lugar, como suicidios, asesinatos, combates, desapariciones y avistamientos de extrañas luces sobrevolando la zona, han hecho que la torre fuese conocida por toda la comarca como Sa Torre de ses Animes (La Torre de las Almas). Muchos testigos afirmaron en su momento, que habían presenciado diversas apariciones y espectros mientras paseaban por el camino sin asfaltar, que une  los municipios de Estellencs y Banyalbufar.

Incluso personal militar de la Falange, que habían establecido  su base en el pueblo, y que estaban realizando guardias en las almenas de la torre durante la Guerra Civil Española, informaron a sus superiores que habían presenciado como una mujer se lanzaba desde la punta del acantilado hacia el mar, junto a la base de la propia torre. En el momento en que se asomaron para ver donde había caído, la luz de sus linternas revelaron que no había ningún resto del cuerpo de la mujer, únicamente divisaron las olas rompiendo sobre las rocas de la costa.

Otros contaban que habían visto niños vestidos con trajes de época y de apariencia translúcida, que entraban en la torre atravesando los muros delante de sus propios ojos. Y aunque el oficial al mando relacionaba estos sucesos con el cansancio producido por las largas guardias a las que estaban sometidos, los testigos estaban seguros de lo que habían observado durante su guardia en Es Verger.

Pero el relato más escalofriante, fue expuesto por uno de los soldados falangistas que fue alertado por un falso aviso de desembarco por parte del ejército republicano, durante la madrugada del viernes 28 de agosto de 1936. Según contaba, se encontraba de píe delante de la entrada de la torre, observando como la luna iluminaba el camino y las escaleras que dan acceso a la explanada de la carretera, mientras encendía un cigarrillo. Su atención se centró en una mujer vestida con ropas blancas que caminando se acercaba a los primeros escalones. 

En un primer instante le dio el alto desde el final de la escalera, pero la misteriosa figura hizo caso omiso a sus advertencias comenzando a ascender lentamente. No dudó en desenfundar su arma y volviendo a darle al alto apuntó con su cañón hacia ella. Aún así la mujer no se detuvo, y estando ya a pocos metros, el soldado apuntó a la cabeza de la dama abriendo fuego en dos ocasiones, sin causar ningún daño, las balas atravesaban sin dificultad aquel rostro translúcido.
(Foto: Archivo Amado Carbonell)

Finalmente, paralizado por el miedo soltó la pistola mientras apoyaba su espalda contra la pared, sintiendo como aquel ser atravesaba su cuerpo hasta desaparecer entre los muros de la torre. Los vigías que estaban arriba, tras escuchar los disparos, bajaron y hallaron a su compañero apoyado en la pared temblando, con el rostro desfigurado y balbuceando.

Historias y leyendas como ésta, se han seguido sucediendo en este misterioso y pintoresco lugar hasta el día de hoy, donde los turistas que visitan la isla acuden para inmortalizar las impresionantes puestas de sol que se observan desde su privilegiada geografía. Siendo tal su fama de torre encantada, que incluso el grupo musical barcelonés "Trobar de Morte", le dedicó una canción en su disco "Reverie" editado en el año 2006. El tema se titula "Atalaya de Ses Ànimes".

Como colaborador de "La Realidad Oculta", programa que se emite en Radio Balear, presentado y dirigido por mi buen amigo José María Ibáñez, decidí comprobar en primera persona la veracidad de esos mitos y leyendas, transmitidos de generación en generación, para en un futuro próximo dedicar un espacio radiofónico a éste misterioso enclave de nuestra isla. 

Elena Mora durante la investigación
(Foto: Archivo Amado Carbonell)
La madrugada del jueves 20 de diciembre de 2012 en compañía de dos amigos seguidores de dicho programa radiofónico, Elena Mora y Juan Ramón Pons, montamos los sistemas de registro de audio, vídeo y sistemas de movimiento, en la zona de la explanada que da acceso a los escalones que suben hasta la torre. Durante veinte minutos, dejamos los equipos grabando a la intemperie, esperando obtener algún registro positivo de imagen o de sonido.

Tras este primer contacto del grupo con la zona, decidimos ascender hasta la portezuela de entrada a la torre para realizar una sesión de preguntas, intentando establecer un contacto con los actuales moradores del lugar, realizando un total de nueve preguntas, dejando entre ellas un espacio de tiempo de un minuto, esperando poder registrar alguna posible respuesta.

Durante la sesión, Elena y Juan Ramón, estaban atentos al control de la cámara de vídeo que registraba todo el proceso. Al dar por terminada la sesión, recogimos el equipo y nos pusimos en marcha, bajando de nuevo los escalones mientras comentábamos las experiencias que habíamos vivido en el transcurso de la noche entre aquellos fríos muros.
Juan Ramón Pons preparando la cámara de vídeo
(Foto: Archivo Amado Carbonell)

Las sensaciones vividas por los tres fueron prácticamente similares, una sensación de paz y tranquilidad nos inundó a todos cuando encendimos las velas y pusimos en marcha la grabadora. Fue una impresión tan agradable, que por un instante llegamos a compararlo con la calidez de la sala de estar de nuestros hogares.

Pocos instantes después de llegar a casa, escuché las grabaciones obtenidas durante la sesión de preguntas a través de mi ordenador. En los primeros instantes únicamente se escuchaba mi propia voz mientras hablaba, pero al llegar a la quinta pregunta, la voz de una niña decía de forma muy sutil: "Tengo frío..." Tuve que reproducirla varias veces para poder entenderla correctamente. Seguí oyendo la grabación y casi al final de la misma, un sonido que se podría asociar al de aviones con motor de pistones en vuelo picado, o el silbido de las bombas mientras caían, salía de los altavoces de mis auriculares, dejándome perplejo durante algunos instantes.

El hecho de escuchar esta última psicofonía, me llevó a indagar aún más en la historia del municipio de Banyalbufar  durante la época de la guerra, y hallé algunos textos donde se describía como algunos aviones sobrevolaron la zona norte de la isla durante la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial, buscando entre la inmensidad de la noche buques enemigos, que pudieran llegar a desembarcar tropas en las faldas de los acantilados. Incluso en algunas ocasiones, habían llegado a hundir algunos de esos buques con ataques directos desde sus posiciones de rastreo.

La experiencia vivida en grupo fue muy satisfactoria, y agradezco a Elena  y a Juan Ramón que me acompañasen durante aquella noche. Pero necesitaba realizar una investigación del lugar desde otro punto de vista, necesitaba ir de madrugada a Sa Torre de Ses Ànimes, a solas. Unos días más tarde, concretamente la madrugada del jueces 27 de diciembre de 2012 cargué en la mochila una cámara fotográfica digital, un sensor de movimiento y dos grabadoras (una digital y la otra analógica).

Subí al coche y emprendí el camino hasta llegar a la torre una vez más. La luna estaba casi en su fase llena y alumbraba perfectamente la carretera. En el instante que llegué a la zona del aparcamiento, la figura de la torre se alzaba en la penumbra y el camino estaba perfectamente iluminado, haciendo casi innecesaria la utilización de la linterna hasta llegar a la portezuela. Debo confesar que aquel lugar cambia radicalmente cuando se visita de noche, pues teniendo como única compañía la luz de mi linterna, la sugestión y el subconsciente pueden hacernos pasar un mal rato.

Para mi sorpresa, el interior de la torre estaba completamente iluminado por una tenue luz rojiza, lo cual me hizo pensar en un primer momento que tal vez podría haber alguien en el interior. Sigilosamente me acerqué hasta la entrada y pregunté si había alguien. No obtuve respuesta alguna, entré y revisé la zona. Estaba completamente solo...
Amado Carbonell, preparando el equipo técnico antes
de iniciar la investigación.
(Foto: Archivo Amado Carbonell)

Esta vez, la sensación que tuve al entrar no fue la misma que la primera visita, pues me sentía observado por un sinfín de miradas que me llegaban hasta lo más profundo de mi ser. Y aunque estaba muy incómodo entre aquellas paredes tenía que realizar aquella sesión de preguntas. Necesitaba saber más.

Coloqué las dos grabadoras en el suelo, dejando entre ellas una distancia aproximada de unos dos metros. La sesión de preguntas realizada fue idéntica a la que realicé durante la sesión del día 20 de diciembre, dejando el mismo espacio de tiempo de un minuto entre ellas. He de destacar que durante la grabación de las preguntas, una figura oscura cruzó de forma perpendicular las escaleras de acceso, haciendo que por unos instantes perdiera la concentranción de la tarea que estaba realizando.
Torre des Verger con el Arquiduque Luis Salvador
en la parte superior derecha.
(Foto: Archivo Municipal de Banyalbufar)

Una vez terminé de preguntar, recogí las grabadoras del suelo y bajé hasta la zona donde había visto cruzar a la extraña sombra, dejando las grabadoras sobre uno de los escalones y realizando nuevamente otra batería de preguntas. De nuevo, la sensación de sentirme observado me alertaba, haciéndome sentir todavía más incómodo que antes. Al acabar, me acerqué al coche con ganas de emprender el camino de regreso a casa. La sensación de intranquilidad me acompañó durante todo el trayecto de regreso, hasta casi llegar a la puerta de mi vivienda.

Sin esperar ni un instante, conecté el ordenador y la grabadora digital para escuchar lo que podría haber grabado. Es curioso que igual que las grabaciones efectuadas días anteriores, quedó registrada una psicofonía tras efectuar la quinta pregunta. En este caso se trataba de una mujer que con un tono de llanto decía: "No hay..." En la grabadora analógica también quedó grabada esta voz, pero a través del archivo digital se pueden distinguir mejor las palabras del sonido de fondo, siento este sonido más nítido y entendible.

Tras vivir estas experiencias en primera persona, puedo decir que la zona que rodea la Torre de Ses Ànimes, e incluso la propia torre, tiene su nombre bien merecido; pues la leyenda se hace patente desde que ponemos el pie en ella y nuestro corazón se encoje al asomarse en el abismo de lo desconocido.

FUENTES HISTÓRICAS:
*Banyalbufar, guía de passeig. Serie nº 06. Editado por el Govern de les Illes Balears.
*Banyalbufar a l´ombra de la falange. Autor: Benet Albetí. Edición: Documenta Balear.
*Banyalbufar i la seba historia. Editado por el Consell de Mallorca y el Ayuntamiento de Banyalbufar.