LA REALIDAD OCULTA

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José María Ibáñez.

sábado, 8 de febrero de 2014

MARÍA MAGDALENA, SU HISTORIA

JUANA MARÍA HERNÁNDEZ JOY

No sería hasta el año 1969 y bajo mandato de Pablo VI cuando la Iglesia reconoció públicamente que María Magdalena no fue una prostituta… Y a partir de ahí, la convirtieron en “santa…”

Aunque no se sabe a ciencia cierta la fecha exacta de su nacimiento, si es sabido que éste se produjo en un lugar llamado Magdala; ciudad situada en la orilla occidental del mar de Galilea, entre Capernaúm y Tiberias. La residencia familiar estaba situada junto a una fortaleza militar que los romanos habían construido al norte de sus dominios próximos a la frontera, la cual albergaba en aquellos tiempos un pequeño destacamento de soldados.

María Magdalena era de estirpe real; no sólo pertenecía a la poderosa casa de Benjamín, su herencia aún era mucho más importante, con un linaje soberano a través de los Asmoneos, reyes-sacerdotes éstos, quienes reinaron en Israel en el siglo I antes de Cristo. Descendiente por parte de padre de la nobleza real de Siria, el cual a su vez, era propietario de una gran industria de salazones de pescado, que además le otorgaba prestigio económico; y por línea materna de la realeza de Judea.

Morena de cabellos color azabache, ojos verdes y tez morena; María Magdalena había heredado no sólo la Sabiduría, si no, también el Conocimiento… de quienes antes que Ella habían aprendido la Palabra… ¿Y quién era ese hombre llamado Jesús del cuál Ella se había enamorado igual que una adolescente…?

A pesar de ser descendiente de la Casa de David, Jesús, nació de baja cuna un 24 de marzo del año 6 A.C., en Belén. Él sería el hombre a quien Ella amaría desde el primer instante en que se vieran… Igual que él a Ella. Tuvieron tres hijos; la primera y heredera de su Linaje, el cual se remontaba al siglo I antes de Cristo fue una niña a la que le puso el nombre de Tamar La Sarah, que significa… Tamar, la Princesa… Posteriormente, nacieron dos hijos varones a los cuales se les puso el nombre de Jesús y José respectivamente.

A pesar de su aparente tranquilidad exterior, el espíritu interior de Jesús era el de un revolucionario, no en vano, llegó a tener entre sus amistades a un grupo de partidarios de la lucha armada contra los romanos, eran los llamados “zelotes”. Siendo en alguna ocasión él mismo conocido como “Jesús el Zelote”.

Jesús fue crucificado un 7 de Abril a las 10 de la mañana y su cuerpo descolgado  sobre las 3 de la tarde. Tan sólo permaneció en la cruz 5 horas… Ella lo tenía todo preparado para ese momento; días antes había estado hablando con gente importante e influyente sabiendo que no le iban a fallar, entre esas personas, estaban Nicodemo y José de Arimatea, con el cual no sólo le unía una relación de fraternal afecto, sino también de parentesco  ya que el de Arimatea era tío-abuelo de Jesús. Éste, se convirtió en tutor del mismo después de la temprana muerte de José de Nazaret, su padre… cuando Jesús contaba tan sólo 12 años de edad.

Miembro del Sanedrín, del Tribunal Supremo de los Judíos y decurión del Imperio Romano, era una especie de ministro, encargado de las explotaciones de plomo y estaño. José de Arimatea fue quién solicitó al Procurador romano Poncio Pilatos que le permitiera dar sepultura al cuerpo de Jesús; y con la ayuda de Nicodemo, descolgaron el cuerpo de la cruz y lo llevaron a la tumba, la cual estaba excavada en una roca y que había comprado él mismo poco tiempo antes de la crucifixión; allí mismo lo envolvieron en lienzos de lino perfumados que Ella misma, María Magdalena, había estado preparando cuidadosamente para cuando llegara el momento… y lo colocaron en la tumba cerrando la misma con una gran piedra, a la espera de que pasaran unas horas, para así volver al sepulcro a recoger el cuerpo y llevarlo a un lugar seguro , desde donde poder curar todas sus heridas… ya que él, no murió en la cruz… Ya se encargó Ella de que no fuera así…

Mientras sus discípulos se dispersaban cada uno por su lado y negaban que lo conocieran…
Ella estuvo siempre junto a él…

María Magdalena estaba embarazada en el momento de la crucifixión y para garantizar la seguridad de su hija y de ella misma, no tuvo otro remedio que huir de Israel, no sin antes asegurarse de que su amado estaba fuera de peligro y quedaba en buenas manos… Junto a José de Arimatea viajó en secreto hasta la Galia. Y allí, dio a luz a su hija.

Su linaje ha estado en constante peligro durante estos veinte siglos. La Iglesia ha temido siempre que se perpetuara y el secreto de María Magdalena y su amado acabara aflorando y desafiando los cimientos de la doctrina católica. Por tal motivo, siempre recurrió y sigue recurriendo de un personaje divino, un Mesías el cual nunca hubiera estado casado y mucho menos haber tenido descendencia. Tampoco se sabe a ciencia cierta la fecha de su fallecimiento, pero sí se sabe que su muerte fue natural y en edad avanzada.

La ciudad de Vezelay debe su origen a una abadía benedictina en la que se conservaban las reliquias de María Magdalena. En el año 1.096 se decide la construcción de la misma consagrándose en el año 1.104 y terminada su construcción en el año 1.225

Un culto posterior que atrajo numerosos peregrinos se inició cuando el cuerpo de María Magdalena fue oficialmente descubierto, el 9 de septiembre de 1.279, las reliquias de María Magdalena, escondidas desde el 716 en Saint Maximim la SainteBaume, Provenza, por el entonces príncipe de Salerno, futuro rey Carlos II de Nápoles, quién, sobre las ruinas de la cripta, de una vieja iglesia merovingia se construyó un gran monasterio dominico de estilo gótico, uno de los más importantes del sur de Francia. Empieza el declive de Vezelay…

María Magdalena no fue una simple discípula, ni mucho menos una mujer poseída por siete demonios… nada más lejos de la realidad… Ella fue a quién Dios eligió para fundar su Iglesia y no Jesús. La misma a la que habría otorgado toda la Fortaleza, Sabiduría y Conocimientos necesarios para ello, no en vano fue capaz de salvar a su amado de la muerte… Y continuar su linaje dando vida a su hija Tamar, la cual seguiría fielmente sus pasos a través de las enseñanzas impartidas por Ella.

Ella, María Magdalena, fue… y es, el rostro femenino de Dios en la tierra.

Simplemente…