José María Ibáñez
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Foto: www.sinresolver.com |
Desde tiempos inmemoriales las islas Flannan ya fueron catalogaras como peligrosas y, también, misteriosas. Su frecuente niebla y sus escarpadas rocas han sido las culpables de provocar numerosos naufragios, lo que provocaría que los marineros bautizaran al conjunto de islotes como “Los siete cazadores”. Efectivamente, todo el conjunto está formado por un archipiélago de siete pequeñas islas, todas ellas deshabitadas. Su nombre proviene de Flannan Mac Toirrdelbaig, santo irlandés del siglo VII, de ascendencia celta, y destacado predicador, peregrinó a Roma donde fue consagrado como obispo por el Papa Juan IV. También predicó en las Hébridas, antes de retirarse como ermitaño a Eilean Mòr, la mayor del archipiélago. En dicha isla aún se conservan las ruinas de la capilla que construyó el santo irlandés.
Para poner fin a tanto accidente marítimo, entre 1895 y 1899 se levantó un faro de veintitrés metros de altura en Eilean Mór, como decíamos anteriormente, la mayor de las islas del archipiélago, situada en las Hébridas Exteriores, frente a la costa oeste de Escocia. Diseñado por David Alan Stevenson, ingeniero escocés especializado en la construcción de faros en Escocia durante más de un siglo. Diseñó veintiséis faros a lo largo de su carrera, trabajando junto a su tío Thomas Stevenson y su hermano Charles Stevenson. Además, era primo del célebre escritor Robert Louis Stevenson, autor de la novela mundialmente conocida: “La isla del tesoro”.
Según parece, la construcción del faro resultó todo un
desafío, ya que los materiales eran transportados a través de los acantilados de cuarenta y cinco metros de altura, desde los barcos que los transportaban anclados en la base de los mismos. El faro, definitivamente, se puso en marcha el 7 de diciembre de 1899, con su
luz visible desde treinta kilómetros de distancia. Pero, el enclave ha pasado a la
historia por la misteriosa desaparición, en el año 1900, de sus tres
guardianes, James Ducat, Thomas Marshall y Donald McArthur.
Desafíos y posteriores desapariciones al margen, vale la pena
recordar que, en el folclore escocés, se asocia a las islas Flannan, con figuras
malignas como es el caso de los kelpies. Recordemos que los kelpies, criaturas de la
mitología escocesa, son conocidas por ser espíritus del agua, con su forma original de caballo, capaces de cambiar
de aspecto, pero también pueden adoptar una apariencia humana, aunque siempre
conservando ciertos rasgos equinos, como los cascos de las patas.
Según la leyenda, los kelpies atraen a los viajeros
desprevenidos, ofreciéndoles un paseo sobre su lomo. Sin embargo, una vez que
alguien los monta, el kelpie se sumerge en el agua, arrastrando a su víctima
hasta el fondo para devorarla. Se cree que estas historias servían como advertencia
para mantener a los niños alejados de los peligros de las aguas.
Además de su presencia en el folclore, los kelpies están
representados en el arte y la literatura. Por ejemplo, en Falkirk, ciudad del
centro de Escocia, situada entre Edimburgo y Glasgow, hay dos enormes
esculturas de treinta metros de altura, llamadas The Kelpies, que rinden homenaje
a estos seres legendarios.
La primera noticia registrada de que, efectivamente, realmente algo inusual estaba aconteciendo en el faro de las islas Flannan, está fechada el 15 de diciembre de 1900, cuando el capitán del vapor Archtor, que cubría la ruta entre Filadelfia y Leith, distrito portuario de Edimburgo, situado en la desembocadura de río Water of Leith, anotaba en su cuaderno de bitácora que la luz del faro, a pesar de las condiciones climáticas adversas, no estaba encendida. Cuando la embarcación, el 18 de diciembre de 1900, logró atracar en el puerto de Leith, con mucho retraso por culpa del fuerte temporal, el suceso fue comunicado a la compañía Notherm Lighhouse Board, la autoridad general de faros para Escocia y la Isla de Man. Desde 1786, dicha compañía ha proporcionado un servicio vital de seguridad para los navegantes, operando y manteniendo doscientos siete faros y ciento sesenta y siete boyas.
Al Hespereus, barco de aprovisionamiento del faro, le fue
imposible navegar desde Breasclete, en las islas Lewis, debido a las condiciones climáticas adversas. Tenía prevista su llegada a la isla el 20 de de diciembre; no
lograría llegar a la isla hasta el mediodía del 26 de diciembre. Cuando
finalmente desembarcaron lo que descubrieron fue desconcertante; la puerta del faro
estaba cerrada, en la mesa había comida sin tocar y los impermeables de los
fareros seguían colgados en su sitio habitual.
Las investigaciones posteriores revelaron que el cuaderno de bitácora
contenía anotaciones extrañas sobre una fuerte tormenta, aunque en esos días no
se registró ninguna en la zona. El misterio de las tres desapariciones del faro
de las islas Flannan sigue siendo en la actualidad tema de especulación y
debate. Se han propuesto varias teorías sobre lo que realmente pudo haber
ocurrido.
Por un lado, se especula sobre la posibilidad de que los tres fareros fueran arrastrados
por alguna ola gigante, durante una fuerte tormenta, mientras intentaban asegurar el equipo del faro. Por otro lado, otros sugieren que una pelea entre ellos finalizó con un
trágico desenlace. También, dado el folclore escocés que siempre ha tenido relevancia en las islas,
hay quienes están más que convencidos que las auténticas culpables fueron fuerzas misteriosas o entidades sobrenaturales. Aunque poco probable, algunos han especulado
que, realmente, los fareros habían abandonado la isla por alguna razón totalmente desconocida.
Los escépticos tienden a descartar las explicaciones
sobrenaturales y se centran en causas mucho más racionales para explicar la
desaparición de los tres fareros. Aunque no existe ningún registro oficial
sobre una fuerte tormenta acaecida en los días previos a la desaparición, efectivamente,
algunos expertos creen que una ola gigante pudo haber arrastrado a los tres
hombres al mar. Se ha sugerido, también, que los fareros cayeron al agua
mientras realizaban tareas de mantenimiento en la zona de los acantilados. Otros, lo más
osados, culpan a la soledad y el estrés de vivir en un lugar remoto, lo que
provocaría un conflicto entre ellos, que acabó trágicamente.
A pesar de tantas explicaciones, el misterio sigue sin
resolverse, lo que ha permitido que las teorías más fantásticas sobre las tres
misteriosas desapariciones sigan circulando.
FUENTES CONSULTADAS:
*okdiario.com
*es.wikipedia.org
*www.elibreico.com
*www.clarin.com
*losmitosyleyendas.com
*masedimburgo.com
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