José María Ibáñez
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Foto: destinationtnt.com |
“Aquí yacen los restos de la señora Betty Stiven y su hijo.
Fue la amada esposa de Alex B. Stiven, quien lamentará su muerte hasta el fin
de sus días, ocurrida el 25 de noviembre de 1783, a los 23 años de edad. Lo
notable de ella fue que fue madre sin saberlo y esposa sin que su esposo lo
supiera, salvo por su amable indulgencia hacia él”.
Este epitafio, que ha desconcertado a propios y extraños
durante generaciones, está en la tumba de Betty Stiven, situada en un cementerio de la tranquila
población pesquera de Plymounth, en la costa noroeste de la isla. La población
fue una de las primeras capitales de Tobago y conserva un aire colonial con sus
apacibles calles y vistas al mar Caribe. La inscripción grabada en la lápida de
la tumba se ha convertido en uno de los misterios más desconcertantes de la
historia de aquella zona.
Recordemos que Tobago forma parte del país insular de
Trinidad y Tobago y está ubicada al noroeste de Trinidad, separada por unos
treinta y cinco kilómetros, y tiene una extensión de unos trescientos
kilómetros cuadrados; de forma alargada y de unos cuarenta y dos kilómetros de
largo por diez kilómetros de ancho.
Las preguntas no se hacen esperar ¿Cómo puede alguien ser
madre sin saberlo? ¿Y esposa sin que su marido lo sepa? Veamos algunas teorías
al respecto. Algunos creen que Betty fue víctima de una relación secreta o
forzada, posiblemente en el contexto de la esclavitud. Otros sugieren que pudo
haber dado a luz mientras estaba inconsciente o enferma, sin saberlo. Pero hay
una tercera, los que piensan que el epitafio es una metáfora de una relación no
oficial o prohibida.
Los lugareños a través del tiempo han sacado conclusiones
sobre la verdadera historia hasta alcanzar límites insospechados, creando con
la imaginación, como no, historias de amor trágico de toda índole. Tirando del
hilo de algunas de dichas narraciones, parece ser que Betty, la ocupante de la
tumba de marras, se enamoró locamente de un joven llamado Alex. Este no estaba
por la labor de casarse, o le era imposible, pero la doncella no estaba
dispuesta a consumar su amor en pecado, así que urdió un plan para lograr su
objetivo final. Betty emborrachó a Alex y, juntos, fueron declarados marido y
mujer por un sacerdote que, o bien estaba en aquellos momentos igualmente
borracho o había sido sobornado.
Y así, la pareja fue, oficialmente y a partir de esa extraña ceremonia, un matrimonio, aunque Alex no recordara nunca lo sucedido. Al poco, Betty quedó embarazada, pero antes de saberlo, cayó presa de una enfermedad y quedó en coma. Nunca más volvió en sí, jamás supo que, finalizado su embarazo, dio a luz a un niño nacido muerto. Así, ella fue madre sin saberlo, falleciendo poco después y siendo enterrada junto a su hijo y llorada por su obligado esposo, que dejó constancia de su dolor en la inscripción de la tumba más famosa de la isla caribeña. Digamos que la lápida, al parecer, no es la original, ya que fue reconstruida en los años cincuenta del siglo pasado, pero el texto se sigue manteniendo, desafiando la imaginación de los que visitan el lugar.
Además, no existe ningún documento oficial que aclare la vida
de la muchacha más allá de la lápida. No existe ninguna acta de matrimonio ni
registro médico ni cartas personales que hayan salido a la luz. Todo lo que se
ha dicho desde entonces; romances secretos, embarazos ocultos, matrimonios
forzados o simbólicos, son teorías fabricadas a partir de misterio del
epitafio.
Lo único cierto en esta historia, es que nadie ha conseguido
descifrar el mensaje, y la tumba se ha convertido en una atracción para
viajeros y amantes de los enigmas históricos. La tumba, en la actualidad, es un importante símbolo cultural de Tobago, y es muy visitada por turistas,
historiadores y curiosos que buscan descifrar su secreto. Incluso, se ofrecen
visitas guiadas por el cementerio de Fort James, donde está la famosa lápida de
Betty Stiven, cuya enigmática inscripción ha intrigado a visitantes durante
generaciones.
FUENTES CONSULTADAS:
*www.destinationtnt.com
*www.atlasobscura.com
*alpoma.net
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