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José María Ibáñez.

martes, 29 de julio de 2025

MUSEO DE LO EXTRAÑO

 José María Ibáñez

Foto: www.ledauphine.com



Parece formar parte del guion de una novela gótica. El Museo de lo Extraño (Musée de l´Ètrange), abrió sus puertas, el viernes 26 de junio de 2015. Está situado en Serrières, una joya histórica a orillas del Ródano, ubicada al norte de Ardèche. Es un genuino gabinete de curiosidades creado por Odile y André Douzet, apasionados por el esoterismo y las tradiciones ocultas. Está instalado en una antigua bodega que ellos mismos acondicionaron y que bautizaron con el apelativo de “la guarida del brujo”.

André Douzet nació en 1947 y ha dedicado gran parte de su vida a la investigación de fenómenos inexplicables, simbolismo y tradiciones populares. Es escritor, editor e investigador, muy conocido por sus pesquisas sobre Rennes-le.Chàteau, y la Orden del Temple.

Odile Douzet, su esposa, también es autora y colabora en sus investigaciones. Juntos han creado un espacio íntimo y no comercial para compartir con el público en general su pasión por lo oculto.

La colección incluye objetos recolectados durante décadas por el abuelo de André, maestro vidriero de Rive-de-Gier, ciudad ubicada en el departamento del Loira, en la región de Auvernia-Ródano-Alpes. Muchos de ellos provenientes de guaridas de brujos rurales. Puso a buen recaudo piezas únicas, antes de que fueran destruidas por las autoridades o abandonadas a su suerte y olvidadas con el paso del tiempo. El abuelo fue una persona muy respetada en círculos ocultistas locales, aunque siempre mantuvo un perfil muy discreto.

En el museo, se exponen más de mil objetos relacionados con la brujería, alquimia, supersticiones y ocultismo. Objetos que llegan a provocar escalofríos; un cráneo humano y un sapo con la boca casida, usados en rituales de protección y maldición. El sapo, símbolo de transformación, era sellado para “encerrar” el mal. Muñecos Vudú, algunos con alfileres clavados. Se utilizaban para canalizar emociones o influir en personas a distancia. Bolsas de tela que incluyen polvos misteriosos preparadas por curanderos rurales, algunas etiquetadas como “polvo de sombra” o “ceniza de penitente”.

Mandrágoras, raíces con forma humana, consideradas extremadamente poderosas en magia medieval. Se dice que gritan al ser arrancadas. Un colmillo de lobo que se colgaba en el cuello del bebé para protegerlo de los malos espíritus. Una piedra de sangre, usada para detener hemorragias y leyendas que le vinculan con sacrificios humanos antiguos. Medallas, reliquias y objetos ligados a la Orden del Temple y sus rituales secretos.

Objetos auténticos recolectados por generaciones, incluyendo piezas usadas por curanderos y hechiceros rurales. Un salón de adivinación, un taller de alquimista, y una sala dedicada a prácticas esotéricas. La atmósfera es oscura y envolvente, diseñada para que el visitante sienta que entra y recorre la guarida de un brujo.

Este museo no solo exhibe objetos, también cuenta sus historias. Cada pieza tiene su procedencia, un uso y una energía que los visitantes aseguran sentir.

 

FUENTES CONSULTADAS:

*www.serrieres.fr

*www.francebleu.fr.

*mavisiteenfrances.com

*www.artsixmic.fr

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