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José María Ibáñez.

martes, 22 de julio de 2025

LA TORRE DEL FANTASMA

 José María Ibáñez

Foto: gauchonews.com


La Torre del Fantasma es uno de los lugares más misteriosos y legendarios de la ciudad de Buenos Aires. Su historia es una mezcla arquitectura modernista, sucesos paranormales y leyendas urbanas que han fascinado a generaciones. Situada en Wenceslao Villafañe, 361, en la intersección con Almirante Brown y Benito Pérez Galdós, barrio de la Boca, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, fue construida  en 1910, por encargo de su dueña María Luisa Auvert Aurnaud, una mujer rica y excéntrica con raíces catalanas, por Guillermo Álvarez, arquitecto y filantrópico gallego que dejó una profunda huella en la arquitectura de la ciudad de Buenos Aires, especialmente en el estilo modernista catalán que caracteriza obras como la famosa Torre del Fantasma.

El arquitecto nació en 1867, en Cortegada de Baños, Ourense, Galicia (España). Llegó a Buenos Aires en 1885, con apenas dieciocho años, para reunirse con su padre y hermanos. Comenzó como obrero de la construcción y se formó como arquitecto. Falleció en Buenos Aires en 1929, a la edad de sesenta y dos años.

El diseño sigue el estilo modernista catalán, con curvas, balcones ornamentados con plantas exóticas y hongos alucinógenos, rematada por una torre con almenas que albergaba un tanque de agua, posiblemente el primero del barrio.

La torre fue pensada inicialmente como edifico de pisos de alquiler, pero Auvert quedó tan fascinada que decidió mudarse allí con sus sirvientes. Con el tiempo los sirvientes comenzaron a abandonar el lugar por miedo a los gritos nocturnos y sucesos inexplicables. La señora Auvert huyó una noche, dejando el edificio vacío y encargó a una inmobiliaria que lo dividiera en apartamentos.

Una joven artista llamada Clementina alquiló el último piso y lo convirtió en su taller. Era muy alegre, talentosa y querida por sus vecinos. Una periodista llamada Eleonora la entrevistó y tomó algunas fotos de sus obras. Días después, comenzaron suceder fenómenos extraños y gritos de terror. Clementina se suicidó arrojándose al vacío desde lo alto de la torre. En las fotos hechas por la periodista aparecieron tres duendes que no estaban presentes en el momento de la exposición.

Se dice que el edificio está habitado por follets, criaturas míticas profundamente arraigadas en la mitología catalana, similares a los duendes o gnomos del folklore europeo. Su figura ha evolucionado con el tiempo, mezclando elementos paganos, supersticiones populares y creencias cristianas.

En la actualidad, la Torre del Fantasma sigue siendo uno de los rincones más enigmáticos y fascinantes de Buenos Aires. Aunque es una propiedad privada y no está abierta al público de forma regular, su fama como lugar de leyenda y arquitectura única la mantiene viva en el imaginario colectivo. No está habilitado como museo ni atracción turística oficial, aunque algunos visitantes se acercan para fotografiarlo desde el exterior.

Algunos vecinos afirman seguir escuchando gritos y pasos por las noches. Otros creen que los sucesos se deben a los efectos alucinógenos de las plantas decorativas. La torre sigue siendo un símbolo cultural y arquitectónico de La Boca, aunque su acceso está limitado por ser propiedad privada. Pero sigue siendo un símbolo de misterio y belleza arquitectónica.

 

FUENTES CONSULTADAS:

*www.urbanocotidiano.com

*www.lanacion.com.ar

*www.clarin.com

*www.nexofin.com

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