Juan Ramón Pons
Menorca es una isla donde la tranquilidad marca el ritmo cotidiano
entre sus habitantes, aunque no son pocos que piensan que en algunos momentos
es víctima de la saturación durante el verano.
Menorca
también es la “envidia” que sentimos los mallorquines por cómo pone en
valor su patrimonio megalítico.
Hoy
queremos hablaros de la “otra Menorca” en la isla se
guardan algunas de sus leyendas y mitos con recelo, muchas son sorprendentes,
otras nos evocan historias de amor, pero
otras se han convertido en parte de la fe religiosa que mueve la isla.
¿Nos
acompañas?
Ø EL PIRATA XOROI:
En
el siglo XVI, el Mediterráneo estaba infestado de piratas como el famosos fue el temido Barbarroja quien
en 1535 atacó Mahón.
En
1558 los piratas Pialí Bajá y Es Capitá Dragut —este último,
vinculado a los saqueos ocurridos en Mallorca, concretamente en Pollença y en
Sóller que cada año se recrean— realizaron la famosa razia de Ciutadella en
lo que se conoce como “S’ any de sa desgracia” que hizo mucho daño a la
isla.
Nosotros
os contaremos la historia de un pirata cuyo barco naufragó en Menorca y
dicen que su espíritu vaga en las costas de la isla como un alma en pena.
Ese
pirata, se llamaba Xoroi, quien no dudaba en robar comida y animales a
los menorquines, que por mucho que lo buscaban, nunca lograban encontrarlo.
Hubo
un día en que desapareció una chica, a la que mucha gente buscó durante mucho
tiempo sin éxito hasta que un día nevó en Menorca y los habitantes de Cala’n
Porter vieron que sobre la nieve había unas huellas que llevaban hasta un
acantilado, una vez allí bajaron hasta una cueva y allí encontraron a Xoroi, la
chica y los tres hijos nacidos fruto de su amor.
Xoroi
no quiso ser arrestado por
la gente que lo había encontrado y decidió lanzarse al mar; junto a su hijo
mayor. Nunca más se supo de ellos. Sólo se dice que su alma sigue presente en
la cueva y vaga en su interior llorando por su amor.
Por
último, en la actualidad, la cueva es un bar/discoteca donde puedes tomar un
refresco, escuchar música y disfrutar de una espectacular puesta de sol.
Ø LOS GIGANTES DE LA NAVETA D’ES TUDONS Y
EL POZO DE SA BARRINA.
Una
historia que también habla de amor… y Menorca como escenario. Cuentan
que allí, vivían dos gigantes que estaban enamorados de la misma chica.
Un
día ellos decidieron disputarse quien de los dos merecía el amor de la
chica, cada uno de ellos debía hacer una hazaña: Uno de ellos decidió cavar
un pozo con sus manos hasta que encontrase agua, mientras el otro construía una
naveta con piedras enormes. El que terminase antes, sería el merecedor del amor
de la joven.
Sin
embargo, otro día que el gigante que cavaba el pozo comenzó a exclamar de
alegría ya que había encontrado agua y según él había terminado primero, conquistando
su premio y el corazón de la chica, pero el otro gigante, corroído por los
celos, le lanzó la piedra que faltaba para terminar por colocar en la naveta
y matando al pobre gigante.
Se
dice que a Sa Naveta dels Tudons le falta una piedra (arriba a la derecha) y
se cuenta que fue construida por un gigante.
Aunque la Historia nos dice otra cosa y la arqueología 😜 nos cuentan una versión distinta.
Ø EL POZO DE NA PATARRA:
Nos
toca una leyenda un poco más oscura y vincula otro yacimiento histórico con…
la puerta del infierno.
En
el municipio de Alaior existe un pozo llamado Es Pou de Na Patarra que
está muy cerca del yacimiento arqueológico de Torralba d’en Salord, ese
seria una de las entradas al infierno.
Hoy
en día, los habitantes de la zona cuentan que, durante las noches, aun se pueden
oír las pisadas de los habitantes del averno en el interior del pozo.
Por
otra parte, otra versión nos dice que ese pozo fue excavado por los gigantes de
la isla y en las “Taulas” de Torralba d’en Salord se sentaban a comer,
el agua que bebían era extraída del mismo Pozo de Na Patarra.
Ø LA CIUDAD DE PARELLA:
Aunque
suene a la mítica Atlántida, no lo es… es la ciudad de Parella. Una ciudad que
incluso los pescadores mallorquines de Artà y Capdepera dicen que la han visto
emerger.
Esa
ciudad, Parella, fue maldecida por otra ciudad, celosa de su belleza, porque
decían que en su interior también guardaba un lago interior junto a sus
habitantes y que los hizo desaparecer.
Precisamente,
el día más importante para la gente de Ciutadella, el día de Sant Joan, si
miras hacia poniente podrás ver la ciudad sumergida y no son muchas las voces
que dicen que pueden escucharse el repique de las campanas de su iglesia.
Para
que Parella sea redimida y volver a resurgir, es que el mismo Día de Sant
Joan, deben de encontrarse por casualidad siete chicos que se llamen Joan y
siete chicas que tengan el nombre de Juana en la orilla del mar, concretamente
en Cala Blanca.
Ø LEYENDA DE MONTE TORO:
Es
la montaña más elevada y centro religioso por excelencia de la isla, ya que en
su cumbre se halla el santuario donde se custodia la imagen.
¿Conocéis
la leyenda? Dicen que antiguamente, un toro campaba por la zona de la
montaña y lo protegía. El animal impedía que la gente que quería subir, lo
hiciera porque lo embestía.
Hasta
que un día, un grupo de monjes de Es Mercadal vieron unas luces en lo
alto de la cumbre y subieron hasta allí, pero se encontraron con el toro.
El
animal, en vez de encararse con ellos y envestirlos con sus cuernos, salió a su
encuentro y, al ver las cruces que llevaban los monjes, los acompañó y les
abrió camino hasta una cueva donde encontraron la imagen de La Mare de
Deu de Monte Toro, desde ese día la fe menorquina mira siempre hacia la
montaña.
Ø
EL
HOTEL Y EL FANTASMA QUE LO HABITA:
Cuando
circulamos por la carretera que une Mahón y la localidad de Es Castell, se
encuentra una casa con un toque colonial inglés y que acoge el Hotel Almirante Collingwood.
En
este hotel, conocido por mucha gente pocos son los visitantes que conocen su
historia.
Resulta
que esta casa, durante la dominación británica de la isla en el siglo XVIII
perteneció a Lord Collingwood, que fue el retiro menorquín del almirante
y amigo Horatio Nelson —que también tenia casa en el Puerto de Mahón,
conocida Golden Farm — los dos almirantes derrotaron a los
barcos de la Armada Francesa de Napoleón Bonaparte y la Armada Española en la
Batalla de Trafalgar en 1805.
Cuando
entramos en el hotel, parece que nos trasladamos a la Inglaterra del siglo
XVIII. Muebles, cuadros, grabados y pinturas conforman un pequeño museo de la
Menorca Británica.
Además,
los martes suelen realizarse un tour por el hotel y llama la atención, un piano
que se encuentra en un gran salón del primer piso, ese piano está al lado de la
habitación número 7, en ella dormía Lord Collingwood.
El
propietario del hotel explicó lo siguiente: Una noche de invierno, con mal
tiempo, tres ancianas eran las únicas huéspedes del hotel que estaban charlando
con él, una de ellas, brindó a la salud de Lord Collingwood.
De
repente, a medianoche se oyeron unas notas musicales de un piano. ¿Quién pudo
haber tocado el instrumento? Ellos subieron al primer piso, pero en el salón,
no había nadie y el piano estaba cerrado. Dicen que el propio fantasma de Lord
Collingwood se manifestó y dicen quienes han acudido al hotel, que cuando
brindas por el almirante, él te deleita con unas notas musicales con su piano.
¿Vamos a ese hotel?

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