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José María Ibáñez.

viernes, 21 de diciembre de 2012

PEDRO TUDURÍ: EL ÚLTIMO AJUSTICIADO EN MALLORCA

TEODORO TORO GÓMEZ
JOSÉ MARÍA IBÁÑEZ


Era una fría mañana del mes de febrero y en la vieja prisión de Capuchinos de Palma se preparaba el verdugo, venido ex profeso desde Valladolid, para dar cumplimiento a la sentencia de muerte por "garrote vil" al recluso Pedro Tudurí Vidal, de cuarenta años de edad. Tudurí fue condenado a la pena capital por haber cometido tres asesinatos; cuyos cuerpos descuartizó y quemó en el horno de la tintorería donde trabajaba. Diez personas fueron las elegidas para presenciar el desenlace final de la cruel ejecución: el director de la prisión, el médico forense, un sacerdote, funcionarios de prisiones, agentes del orden, además de los testigos. Todos, sin excepción, sintieron un fuerte estremecimiento cuando el verdugo procedió a cumplir la sentencia. Era el 21 de febrero de 1951 y fue la última ejecución efectuada en Mallorca

ESTA ES LA HISTORIA
Pedro Tudurí (izquierda), Florencio Fuentes (derecha)
cárcel de Capuchinos (parte superior)
(Foto: Archivo Teodoro Toro Gómez)
Pedro Tudurí Vidal había nacido en Villacarlos (Menorca) en 1911. Casado en segundas nupcias se traslada con su mujer, Argentina Pons, a Palma con el fin de buscarse la vida. Aunque siempre había ejercido de panadero, el único trabajo  que encuentra es de fogonero en una tintorería. Al principio el matrimonio reside en un piso de la calle Donaire, trasladándose más tarde a la calle Ermitaño, donde realquilan una habitación en el piso propiedad del que acabaría siendo la primera víctima de Pedro Tudurí

Según la sentencia, unos celos infundados hacia su esposa, convencido de que ésta se entendía con el casero, Bernardo Ramis; hombre soltero, solitario e irascible, fue el  detonante que condujo a Tudurí a planificar fríamente su cruel venganza. El marido celoso citó al presunto amante de su mujer en la tintorería. Una vez los dos solos, tras una fuerte reyerta, el casero cae abatido al suelo como consecuencia de los fuertes golpes en la cabeza propinados con una barra de hierro. Seguidamente, el asesino arrastra el cadáver hasta la caldera y abandona tranquilamente el lugar de los hechos.

A la mañana del día siguiente, festivo, Pedro se dirige nuevamente a la tintorería, donde enciende la caldera, descuartiza el cuerpo y arroja los pedazos del infortunado casero al horno para su cremación. Una vez finalizado con éxito el macabro ritual, Tudurí regresa a su casa y le comunica a su esposa que el casero se ha visto obligado a viajar a Barcelona para atender unos asuntos de suma importancia. Una hija de la desafortunada víctima, sin sospechar lo ocurrido, avala la coartada del asesino al manifestar que su padre le había comunicado su intención de viajar a la península.

Tudurí sigue habitando tranquilamente en casa de su víctima y poco después instala una bodega en los bajos del edificio. El negocio no funciona y lo traspasa a la que más tarde se convierte en su segunda víctima, Marcial Jiménez Múñoz. El nuevo propietario tampoco consigue que el negocio funcione e intenta por todos los medios deshacer el trato. Tudurí se niega rotundamente y le exige el pago de la cantidad estipulada en el contrato. Pedro cita en la tintorería a Marcial y de un fuerte golpe en la cabeza acaba con su vida.
Pedro Tudurí (izquierda) y Florencio Fuentes, el verdugo
de Valladolid (derecha).
(Foto: Archivo Teodoro Toro Gómez)

Pero la historia continua. Temeroso de que la desaparición de Marcial acabe siendo denunciada por su mujer, Valentina Armijo, cita a ésta, también en la tintorería, y la agrede mortalmente de igual  forma  que a su esposo: un contundente golpe en la cabeza con la misma barra de hierro. A continuación, descuartiza los dos cuerpos y los arroja al interior del horno, donde acaban totalmente consumidos por el fuego.

Tras este doble crimen Tudurí también se monta una coartada y siguiendo con las directrices de su primer asesinato, explica a los vecinos que el matrimonio ha tenido que trasladarse urgentemente a Barcelona. Pasado el tiempo, sin noticias sobre el paradero del matrimonio, los familiares denuncian a la policía la misteriosa desaparición de la pareja.

Las sospechas se centran desde un principio en la persona de Pedro Tudurí, que acaba siendo detenido. Los agentes registran la casa del sospechoso y la tintorería sin encontrar ni los restos de los cuerpos ni ninguna pista relacionada con las desapariciones.

VISTO PARA SENTENCIA
Lo cierto es que en el juicio no se aportaron pruebas concluyentes sobre la participación de Pedro Tudurí en las tres desapariciones. Sin embargo, la sentencia dictada el 23 de octubre de 1948, señala que Tudurí, era responsable de los delitos de homicidio en las personas de Bernardo Ramis y Marcial Jiménez Múñoz y de un delito de asesinato con agravantes, por lo cual se le condenaba a las penas de 14 y 17 años de reclusión menor por los dos homicidios, y a la de muerte por el asesinato de Valentina Armijo; además de indemnizar a los herederos de las víctimas con veinticinco mil pesetas a cada una de ellas.

El día anterior a la ejecución hace acto de presencia en Palma, escoltado por una pareja de la Guardia Civil, el verdugo de Valladolid, Florencio Fuentes, equipado con una maleta repleta de instrumentos de muerte: argollas, manivelas, tuercas, tornillos puntiagudos...

La historia de este suceso puede muy bien enmarcarse en la antología de los crímenes más brutales acaecidos en la "España Negra". Pedro Tudirí permanecía fuertemente custodiado en las horas previas a su ejecución, proclamando su inocencia hasta el último momento. Otro hombre también estaba convencido de ello. Su abogado defensor Luís Matas, que declaró en el juicio que todas las acusaciones carecían de solidez, al no haberse aportado ninguna prueba incriminatoria concluyente. Hoy, si volviera a repetirse el juicio, probablemente, Pedro Tudurí Vidal sería absuelto.

FUENTES:
*Archivo personal de Teodoro Toro Gómez.
*Diario Última Hora.

5 comentarios:

  1. Esa foto no corresponde a Pedro Tudurí sino a Vicente Copete, uno de los últimos verdugos españoles.

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  2. Aquí hi ha una versió diferent que parla de la confessió del pressumpte criminal.

    http://www.diariodemallorca.es/sucesos/2011/02/27/ultimo-ajusticiado-mallorca/649073.html

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  3. Alguien sabe donde estaría actualmente esa bodega?

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  4. ya no existe, se cerro y esta la vivienda tapiada en el domicilio de la calle ermitaño de Palma

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  5. La bodega se encontraba en la misma calle Hermitaño de Palma de Malloca, muy cercana al lugar de los hechos. Se cerro y se tapiaron la puerta y ventana

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