José María Ibáñez
Hoy nos centramos en historia de Clara Germana Cele, uno de los casos más inquietantes de supuesta posesión demoníaca registrados en el siglo XX. Clara nació alrededor de 1890 en Natal, Hoy conocida como KwaZulu-Natal, situada en el este de Sudáfrica. Su capital es Pietermaritzburg y su ciudad más grande, Durban, es un centro portuario clave y un destino turístico muy popular.
Clara era una niña huérfana que fue acogida por la Misión de San Miguel, una institución católica, donde fue bautizada. Desde pequeña estuvo bajo la tutela del padre Erasmus Horner, que fue su confesor desde los cuatro años. A los dieciséis años, Clara estaba considerada como una joven piadosa y tranquila, aunque manifestaba algunas excentricidades que llamaban mucho la atención de las monjas que la cuidaban.
Se dice que, al parecer, en 1906, la muchacha realizó, a través de
una oración, un pacto con Satanás, lo que desencadenó una ola de presuntos
fenómenos paranormales. Tenía dieciséis años cuando empezó a tener un
comportamiento que tanto las monjas como los curas interpretaron como signos
más que evidentes de una posesión.
Comenzó por rechazar todo tipo de objetos bendecidos,
crucifijos, estampas y medallas religiosas, sorprendiendo a propios y extraños
por su capacidad para hablar idiomas que nunca había estudiado ni aprendido
(xenoglosia): polaco, alemán, francés…
La xenoglosia, recordemos, en un fenómeno fascinante y
bastante misterioso. Se refiere a la capacidad de una persona para hablar o escribir
en un idioma que nunca a aprendido ni ha tenido contacto previo. Es decir,
alguien comienza a expresarse con fluidez en una lengua completamente desconocida
para él o ella.
Revelaba en éxtasis secretos íntimos de personas con las que
no tenía ningún contacto, arrojaba al suelo por los pasillos a las monjas y
destrozaba muebles y objetos. También flotaba en el aire hasta metro y medio
del suelo, según declararon más de ciento cincuenta testigos.
El exorcismo, que tuvo lugar durante dos intensos días,
previamente y oficialmente autorizado por los altos estamentos eclesiásticos, dio
comienzo el 10 de noviembre de 1906, lo que le convierte en uno de los pocos
casos reconocidos oficialmente en África por parte de la Iglesia Católica. Fue
oficiado por los padres Erasmus Horner, su confesor, y Mansuert. Durante el
ritual, Clara intentó estrangular con su estola a uno de los sacerdotes;
arrojando la biblia al suelo en distintas ocasiones. Se dice que al final del
exorcismo, un “olor nocivo” abandonó el cuerpo de Clara que fue declarada libre
de posesión.
Recordemos que los exorcismos son rituales destinados a
expulsar supuestos espíritus malignos o demonios de una persona. En África,
estos rituales se realizan tanto en contextos tradicionales, por chamanes o
curanderos, como en iglesias cristianas pentecostales, donde los pastores
aseguran tener el poder de liberar a los “poseídos”.
Según la ciencia, muchos síntomas atribuidos a posesiones demoníacas,
convulsiones, alucinaciones o comportamientos erráticos, pueden estar relacionados
con trastornos mentales o neurológicos. Sin embargo, en contextos donde el
acceso a atención médica es limitado, estas condiciones se interpretan como
signos de brujería o posesión.
Después del exorcismo, Clara pasó seis años sin tener ninguna
manifestación demoníaca. Se dedicó a vivir humildemente, marcada por el
arrepentimiento y pidiendo perdón por sus actos. Falleció en 1912, a los
veintidós años debido, oficialmente, a una insuficiencia cardíaca.
La historia de Clara Germana Cele, no solo ha formado y forma
parte de estudios religiosos, sino que también ha influido en la cultura
popular y en la teología del exorcismo. Aunque la muchacha no ha salido directamente
reflejada en películas como el Exorcista, su caso, según plantean distintos
expertos en la materia, comparte bastantes elementos que han inspirado el
género: levitación, xenoglosia y aversión a toda clase de objetos sagrados, son
fenómenos que también aparecen en películas como “El Exorcismo de Emily Rose” y
“The Conjuring”.
Su historia, nos comentan, ha sido narrada en distintos
sitios de misterio y terror, donde se presenta como un relato de amor clásico.
Algunos libros sobre demonología y exorcismo, como “The Devil´s Bride”, lo
mencionan como uno de los casos más extremos registrados.
Por otro lado, el caso de Clara Germana Cele, fue ampliamente
documentada por algunos sacerdotes católicos, especialmente por el padre
Erasmus Horner, que fue su confesor desde niña e intervino en el exorcismo. Su
historia ha sido contada en seminarios y estudios teológicos como ejemplo de
auténtica posesión, aunque, en honor a la verdad, también se cree que pudo
haber sido una manifestación de enfermedad mental.
Aunque se recogieron más de ciento cincuenta testimonios que
afirmaban haber visto con sus propios ojos levitaciones y otros fenómenos
inexplicables, no existen registros médicos ni pruebas científicas que
confirmen la presunta posesión. Esto ha hecho que su caso se mantenga en el
límite de lo religioso, lo psicológico y, porque no decirlo, lo legendario.
FUENTES CONSULTADAS:
*www.bibliochile.cl
*en.wikipedia.org
*mru.ink
*www.losdesconocidos.com