JOSEP MARÍA OSMA BOSCH
Foto: Archivo Josep María Osma Bosch |
El conjunto conventual de Nostra Senyora de la Concepció, de las Mares Agustines del Ampar, situado en la palmesana calle de la Concepció, tiene su origen en el monasterio del Puig de María de Pollença. En el año 1564, debido a los periódicos ataques de piratas que asolaban las costas pollencinas, el obispo Diego de Amedo ordenó que las religiosas se trasladasen a la capital de la isla, alojándose en primera estancia en el Hospital de Sant Antoniet (calle Sant Miquel) y doce años después, al serles donadas varias casas fundaron el actual cenobio.
La fábrica de la iglesia se empezó a construir en 1614. A raíz del Decreto del 8 de marzo de 1836, por el cual el Estado se expropió por todo el país de muchos cenobios, el de la Concepció vio incrementado el número de religiosas con las que moraban el también agustino de Santa Margalida, antiguo Hospital Militar de Palma; en el traslado a su nueva residencia, esas monjas expropiadas se llevaron sus enseres e imágenes sagradas, entre las cuales se hallaba el Sant Crist del Noguer, una talla de un crucificado hallada de forma milagrosa y que se halla en la doble tercera capilla de la parte del Evangelio, y de cuyo hallazgo veremos a continuación narrado por Ramón Medel, en su "Manual del Viajero en Palma de Mallorca", editado por la Imprenta Balear de Palma, en el año 1849, relato que tradujo del mallorquín del "Llibre de la miraculosa figura del Sant Crist del Noguer" escrito por Sor Margalida Bauzá, a la sazón superiora del Convento de Santa Margalida.
"Una religiosa que quería fabricar una efigie del Crucificado pidió a una mujer de la calle Dels Olms, llamada Catalina Nadal que le vendiese un nogal que tenía en su huerto. Esta mujer se escusó á la venta porque el valor de las nueces le ayudaba a pasar la vida. Al día siguiente esperanzada la mujer en su cosecha vió con el mayor dolor que el nogal solo hizo una nuez y un huracán echó por tierra el árbol. Cogida la nuez la presentó a la religiosa y le dijo mandase a por el nogal. De su tronco salió la maravillosa efigie de Ntro. Redentor que fue llevado en procesión á Santa Margarita".
Pero eso no es todo, Medel omite que al abrir la nuez, apareció en una de sus partes la figura de Cristo flanqueado por la Virgen María y San Juan Evangelista, y en la otra parte, Ntra. Señora de los Ángeles (ver imagen adjunta); al extraer la talla del nogal se rompió uno de sus dedos.
Foto: Archivo Josep María Osma Bosch |
Entre los innumerables milagros que se le atribuyen, y para no hacer muy largo este artículo, citaré algunos que se hallan descritos en el libro "Portentos del Santo Cristo del Nogal", escrito por el fraile trinitario Miguel Ferrer, Imprenta Trias, de Palma en 1848: la curación científicamente incurable que sufría Sor Isabel D´Oms, la salvación de Fray Gabriel Xamena que salvó su vida al caer de un andamio cuando realizaba trabajos de albañilería en la palmesana iglesia conventual de Nostra Senyora de la Mercé; y la gran lluvia caída en la capital balear tras una gran sequía en 1691; la curación de Margalida Socias por una fiebres ocasionadas por una semilla de algarroba que entró en uno de sus oídos; la curación de una niña llamada María Buades Cañellas que padecía parálisis total; y seguramente el de más devoción es que inclina su cabeza cuando el Viernes Santo coincide con la festividad de la Anunciación de la Virgen María, es decir, el 25 de marzo.
Hoy en día, tras una restauración completa de la talla hace un lustro, se puede venerar dentro de un retablo, bendecido en cuyas palabras, y de forma pictórica, se puede seguir su historia o leyenda.
Además del Sant Crist del Noguer, en la iglesia conventual de la Concepció están depositadas otras venerables reliquias, como los restos mortales de la Venerable Sor Catalina Maura de Santo Tomás de Villanueva, una pintura de la Santa Faz, que originó la festividad de la Fira del Ram y que se expone en el templo cada Domingo de Ramos.
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