José María Ibáñez
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Foto: okdiario.website |
Se trata de uno de los casos sin resolver más enigmáticos de la historia de Brasil. El extraño suceso ocurrió el mes de agosto de 1966 en Niverói, ciudad situada en el estado de Río de Janeiro.
Aquel ya lejano día, un niño que volaba su cometa por la zona del Morro do Vintém, descubrió los cuerpos de dos hombres y denunció el macabro hallazgo a las autoridades. Cuando el grupo de policías y bomberos llegó al lugar de los hechos, hallaron una escena totalmente inusual: los dos cadáveres descansaban uno al lado del otro y estaban parcialmente cubiertos por la hierba. Ambos vestían con trajes elegantes y llevaban puestas unas máscaras de plomo, al parecer, fabricadas por ellos mismos. No se encontró en los cuerpos, ninguna señal de traumatismo ni evidencias de lucha.
Junto a los cuerpos, la policía encontró una botella de agua vacía, un paquete con dos toallas mojadas y un cuaderno con inscripciones crípticas que decía, traducimos del portugués: "A las 16:30 estar en el lugar fijado. A las 18:30 tomar las cápsulas, después proteger la cara con metal y esperar que aparezca la señal".
Posteriormente, las víctimas fueron identificadas como Manoel Pereira da Cruz y Miguel José Viana, dos electricistas residentes en Campos dos Goytacazes, una localidad situada a varios kilómetros del noroeste de Río de Janeiro.
Desde el principio se barajaron diversas teorías para explicar el suceso. Desde un asesinato premeditado, hasta un avistamiento de ovnis o un contacto con extraterrestres. Una de las teorías giraba en torno a un amigo de los dos fallecidos, que afirmaba que ambos pertenecían a un grupo secreto de "científicos espiritualistas". Aparentemente, los dos hombres intentaban ponerse en contacto con seres de otro mundo o dimensión. Creyendo que tal encuentro vendría precedido de una luz cegadora, Viana y Pereira da Cruz, habían fabricado las máscaras de plomo para protegerse los ojos.
Lo realmente curioso es que la autopsia oficial no fue determinante y resultó imposible conseguir ninguna prueba fiable, debido al avanzado estado de descomposición de ambos cuerpos. Añadiendo, de esta manera, si cabe, más dosis de misterio al caso.
Vale la pena señalar que, en principio, la policía creyó que las dos víctimas habían ingerido algún tipo de veneno, pero el examen toxicológico no hallaría ningún tipo de residuo. Durante la investigación, los agentes policiales, descubrieron que Manoel le había comentado a su mujer que se iba a Sâo Paulo a comprar un automóvil. La esposa añadió que su marido tenía en su poder una importante suma de dinero, pero, cuando registraron al cadáver no hallaron la más mínima cantidad de dinero. A raíz de los comentarios de la mujer de Manoel, se barajaron más hipótesis, una estafa o un robo, quizá un asesinato. La policía tampoco descartó la presunta participación de más de una persona.
Por otro lado, creo que vale la pena recoger los comentarios de algunos habitantes de los alrededores del Morro do Vintém, cuando declararon a la policía que, unos días antes de producirse en macabro hallazgo, habían visto una luz brillante danzando por el cielo.
Más tarde nos enteramos que, criminalistas, expertos en el fenómeno ovni e investigadores de oscuras conspiraciones, que durante muchos años siguieron el caso, afirmaron rotundamente, que la autopsia, en realidad, si que había logrado identificar la causa de ambas muertes, pero que por alguna razón desconocida lo habían ocultado. Parece ser que, Manoel y Miguel, en realidad, habían recibido una dosis letal de radiación procedente de una fuente desconocida para la ciencia de aquella época, hasta tal punto, que un grupo de agentes de alguna agencia gubernamental estadounidense había acudido al lugar de los hechos. Sea como fuere, el suceso, desgraciadamente, todavía sigue pendiente de resolver.
El extraño caso de las "máscaras de plomo", así bautizado por la policía y la prensa, causó un gran impacto en la sociedad brasileña de aquella época. En 1966, cuando se hallaron ambos cuerpos sin vida, la noticia generó una mezcla de asombro, miedo y curiosidad. Los extraños detalles del caso, como las máscaras de plomo y las crípticas inscripciones escritas en aquel cuaderno, alimentaron todo tipo de especulaciones y teorías de la conspiración.
Los distintos medios de comunicación cubrieron ampliamente el suceso, lo que generó arduos debates sobre posibles explicaciones, como hemos visto anteriormente, desde experimentos científicos hasta rituales esotéricos o contactos extraterrestres. La falta de una clara resolución, dejó a la sociedad brasileña de aquel tiempo con muchas más preguntas que respuestas.
Incluso hoy en día, el caso sigue siendo un tema de interés para investigadores y aficionados a los temas paranormales, a la criminología y a las conspiraciones. Y es que, este suceso aún sigue rodeado de misterios.
FUENTES CONSULTADAS:
*es.wikipedia.org.
*www.codigooculto.com.
*www.lavanguardia.com.
*Archivo de Historias Olvidadas.
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