LA REALIDAD OCULTA

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SEPARA LA REALIDAD DE LA FANTASÍA.
José María Ibáñez.

domingo, 22 de abril de 2012

LA DESAPARICIÓN DE FAWCETT EN EL AMAZONAS (II)

RAÚL NUÑEZ


Existen una serie más de anécdotas, recopilación de relatos y averiguaciones realizadas por Fawcett que avalan la existencia de esta Ciudad Perdida que fue encontrada por Francisco Raposo en el año 1743. Las descripciones no dejaron de sumarse en la época a una infinidad de ciudades misteriosas donde habitaban unos indios que tenían piel blanca cabellos rubios incluso se les describía con ojos azules.


Percy Fawcett
(Foto: naturalplane.blogspot.com)
Otos relatos hablaban que en la región de Congugy se habían encontrado misteriosas descripciones en las rocas, lo cual resulta cierto y que hasta hoy en día no han sido descifradas. También llegó a oídos de Fawcett una historia de un anciano que años atrás siguiendo la huella de un buey que se había extraviado se encontró de pronto en una plaza de una gran ciudad. Allí vio en el centro la estatua de un hombre alto y el anciano totalmente fuera de sí huyó del lugar. Para avalar más aún la existencia de una Ciudad Perdida entre la jungla, Fawcett también prestó atención a un relato en la estancia de Morro da Gloria, en esta historia se hablaba de un mestizo del río Peixe que se perdió en la seda de Serra Geval, al Este. Subió una colina y vio al llegar una planicie, con una ciudad con entrada de formas de arco. También expresó este mestizo haber visto personas en la ciudad lo cual le hizo desistir de acercarse a ella.


Todas estas historias y leyendas que en la época de Fawcett eran continuas y descritas por muchas personas hicieron que quizás inconscientemente Fawcett adentrara en su interior que estaba en el camino de encontrar una civilización perdida. Muchas veces se expresó sobre la civilización Olmeca que quizá era una raza tan antigua que había tenido el contacto con una raza de gigantes ya que sus antepasados se jactaban de haber destruido el último de los gigantes en la tierra. Igualmente con los toltecas que los identificaba como una raza extrañísima al analizar sus rasgos físicos. Ojos azules, color cobrizo de piel, rasgos finos, etc., lo que hacia ver como un pueblo trasplantado a ese lugar cuyos orígenes se desconocen.


LA EXPEDICIÓN DEFINITIVA Y SU DESAPARICIÓN
Percy Fawcett reunió el dinero para financiar la expedición despertando el interés de varias sociedades científicas y también por la venta de los derechos de sus relatos a la North American Newspaper Alliance, libro del cual hemos extraído la mayoría de los diálogos y experiencias con referencia a la personalidad de Fawcett. Los componentes de la última exploración fueron, su hijo Jack, que era un verdadero gigante de casi dos metros y algunos centímetros más, deportista y naturista por excelencia. Un amigo de Jack que se llamaba Raleigh Rimell, es descrito como una persona alegre, y que hacía la pareja ideal con Jack, ya que los unía una amistad de muchos años, y por último el mismo Percy Harrison Fawcett. La expedición también incluía varios portadores, 8 mulas, y dos perros llamados Pastor y Chulim.


Brian Fawcett
(Foto: fawcettsamazonia.co.uk)
Según palabras del propio Fawcett la expedición partió desde el campamento llamado Caballo Muerto localizado a 11º 43´´Sur y 54º 35´´Occ. Se visitaría en primera instancia la Torre de Piedra, monumento pétreo de procedencia desconocida que era una especie de tabú para las tribus cercanas ya que según relatos indígenas esta piedra emitía luces extrañas por la noche. Luego se seguiría por el río Xingu y el Aragaya y seguiría por el lecho de este río hasta el Norte 10º latitud Sur. Pasando por Santa María de Araguaya desde allí se cruzarían los ríos Tocatins en Pedro Alonso. El camino quedaría registrado bajo los paralelos 10º 30´´ y 11º hasta el terreno alto en los estados de Goyaz y Bahía, región totalmente desconocida y habitada por tribus salvajes en aquellos años. Fawcett cree que en este sitio ya es posible encontrar algunos vestigios de ciudades que se desconocen hasta el momento (año 1925) y posiblemente esté a ciudad que encontró el personaje llamado Francisco Raposo en el año 1743. La ubicación de esta ciudad sería 11º 30´´Sur y 42º 30" Oeste. Otro hijo de Fawcett llamado Brian, años más tarde haciendo averiguaciones con personas relacionadas con la selva y el mismo gobierno brasileño aseguraron con certeza que estas coordenadas estaban equivocas y era imposible realizar la misión bajo estas pautas, y mucho menos en nueve días como tenía programado la expedición de Fawcett. Incluso aviones que sobrevolaron esta región en ningún momento detectaron en los últimos años vestigios de ciudades abandonadas. Jack, el hijo que acompañaba a Fawcett, describe en su diario de viaje una serie de acontecimientos que nos da un poco de luz referente a lo difícil que estaba resultando la expedición. Jack, además de recoger varias anécdotas y más relatos, en referencia a una super civilización que habitaría estas remotas tierras, donde describen: "ruidos de máquinas identificadas como cohetes" "esqueletos de animales gigantes desconocidos", "bombas elevándose a los cielos y luego cayendo a la selva", "construcciones prehistóricas", etc., también nos habla de las famosas ciudades iluminadas con luces que nunca se apagan, aunque reconoce que no concuerdan con los paralelos y coordenadas que ellos llevaban. 


(Foto: caceres-mt.com)
La incógnita y el misterio de esta expedición se disparan cuando se conoce que el mismo Fawcett dejó escrito que no se hicieran gestiones para buscarlo hasta el año 1927 en caso de no tener noticias de la expedición, además había vendido todos sus derechos a una editorial americana. Más misterio se añade cuando se logra determinar por expertos que las coordenadas dadas por Fawcett eran imposibles ya que él mismo se habría dado cuenta de su error. En este punto se baraja la posibilidad años más tarde que el mismo Fawcett lo hizo adrede con pleno conocimiento de su error con un fin aún no determinado. Estas hipótesis se refuerzan más cuando a los dos años de su desaparición su hijo menor Brian y un periodista americano de apellido Diostto, logran gestionar una expedición para saber algo más al respecto de esta desaparición. Estas nuevas gestiones llegan a unas sorprendentes conclusiones. Se determina con certeza que efectivamente estas tres coordenadas son imposibles. ¿Lo hizo a propósito Fawcett?


También se logró detectar que los portadores que llevaba la expedición no habían desertado como había expresado Fawcett en sus dos últimas cartas enviadas por estos mismos portadores al campamento de Caballo Muerto. Los portadores expresaron que en un punto que no saben determinar donde fue, Fawcett los despidió y devolvió a su lugar de origen, queriendo quedarse solo con sus acompañantes de expedición, las ocho mulas y los perros que llevaban. ¿Acaso Fawcett sabía claramente donde estaba? Claro está que las dos últimas cartas hablan que uno de los expedicionarios, Rimell, había sido mordido gravemente por las garrapatas y la herida se había comprometido gravemente, pero Fawcett a pesar de mostrar preocupación no desiste de su misión y la expedición en conjunto tampoco.


(Foto: elece.net)
El periodista Diostto y el hijo menor de Fawcett en el año 1928 logran contactar con algunas tribus salvajes y logran ver un medallón en uno de los hijos de un cacique; un medallón que pertenecía a Fawcett ya que decía al reverso SILVER Cº, además logran determinar otro objeto de Fawcett, un cofre que seguramente llevaba con él. La obervación de estos detalles nos hace pensar que Fawcett los regaló con el plan de ganarse la amistad de los jefes de las tribus, o que la expedición corrió la peor suerte al encontrarse con la terrible tribu de los murcegos que eran caníbales. Aparte de todas estas conjeturas queda el misterio de por qué razón Fawcett despidió a sus portadores que eran esenciales para lograr el éxito de la misión, y por qué trató de engañar con coordenadas falsas su verdadera ubicación.


En los años posteriores a 1927 son innumerables los testimonios de personas que dijeron haberse encontrado con ingleses delirando  en las cercanías de la selva amazónica diciendo ser Fawcett, pero ninguno de estos testimonios tuvieron una confirmación certera de sus familiares. Además durante los años posteriores también aparecieron varias personas sensitivas que dijeron haber recibido mensajes telepáticos de Fawcett. En dichos mensajes expresaba estar vivo y sin problemas de ningún tipo.


Al paso de los años el misterio de esta expedición sigue en pie. y ahora que el Amazonas será cruzado por frías autopistas puede que nos entregue ciertos hechos que han permanecido durante muchos años oculto en sus entrañas, y también aflore la Ciudad Perdida que tanto soñó Fawcett y que dio su vida por encontrarla.


ESTE ARTÍCULO FORMA PARTE DE UNO DE LOS CAPÍTULOS DEL LIBRO "EXPLORANDO EL LABERINTO", ESCRITO POR RAÚL NÚÑEZ Y EDITADO POR EL "INSTITUTO DE INVESTIGACIONES Y ESTUDIOS EXOBIOLÓGICOS" (BARCELONA-2002)

1 comentario:

  1. Muy interesante esta historia. Algo parecido se cuenta en Ecuador y en mi condición de periodista voy tras este asunto. Escribiré un libro al respecto. Los viajes finales están previstos para este diciembre de 2013.

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