FRITZ X: LA BOMBA TELEDIRIGIDA DE HITLER

AMADO CARBONELL SANTOS

(Foto: jma.dk

Durante la Segunda Guerra Mundial se desarrollaron muchos experimentos por parte de todas las fuerzas en conflicto. Muchos de estos experimentos han llegado hasta nuestros días, siendo utilizados día a día en nuestra vida cotidiana. Por ejemplo, aunque nos resulte curioso, los coches de radio control con los que juegan actualmente nuestros hijos tienen un pasado muy turbio, ya que una de las primeras pruebas de sistemas de control por radiofrecuencia fue realizada por los científicos del Führer. Dichos científicos idearon una bomba que se pudiera lanzar desde un bombardero y después de ser guiada por éste, causar los máximos daños posibles. Sobre el papel fabricaron un arma de gran potencial que se fragmentara, creando así una nube de destrucción mayor que las bombas que estaban utilizando hasta ese momento.


La Luftwaffe dispuso en ese momento de una bomba de alto explosivo denominada SD1400 (Splitterbombe Dickwarding 1400 Kg.), o lo que es lo mismo, una bomba fragmentaria perforante de 1400 kg. A la SD1400 se le adosó un morro más aerodinámico, cuatro aletas sobre el cuerpo explosivo de la ojiva, dándole una envergadura de 1,4 metros. En la parte posterior disponía de una cola aleteada, con forma de caja, donde se alojaba la antena receptora; albergando en el interior de su cuerpo un motor cohete HWK 109-507B, que le otorgaba un alcance máximo de 5 km y una velocidad de caída superior a los  1200 k/h. El sistema de guiado era un receptor de radio de Onda Corta tipo MCLOS, que actuaba mediante un giróscopo y servo motores simples sobre las aletas de control de la cola. En cuanto a la ojiva, compuesta por 320 kg. de explosivo, era capaz de atravesar un blindaje de acero de 500 mm de espesor. La bomba fue bautizada con el nombre de FX1400, aunque los aliados la conocerían como las bombas Fritz X.

(Foto: luftwaffefotos.com)

El tripulante encargado de lanzarla debía mantener en todo momento el contacto visual para poder controlar los movimientos hasta alcanzar el blanco deseado. Se trataba de una misión de alto riesgo, ya que el bombardero lanzador debía permanecer sobre el objetivo, exponiéndose al fuego de los antiaéreos y los caza bombarderos aliados. En algunas ocasiones resultaba complicado seguirlas con la vista a través del humo de los antiaéreos y la gran velocidad que llegaban a alcanzar durante la caída. Para evitar perder la bomba poniendo en peligro la misión, se montaron bengalas en la cola de los proyectiles. De este modo resultaba muy sencillo seguir la estela desde el avión lanzador.


Para realizar un mejor lanzamiento, ascendían hasta alturas superiores a los 4000 metros. Esta altura dejaba el tiempo suficiente a los cohetes Fritz X para acelerar y alcanzar la máxima velocidad, muy próxima a la berrera del sonido, pero sin sobrepasarla. Si una Fritz X sobrepasaba la barrera del sonido, podría destruirse en pleno vuelo a causa de las presiones ejercidas por el cono creado por el aire al atravesarlo a más de 1224 k/h; alcanzando así velocidades supersónicas y detonando el explosivo alojado en la ojiva.

Acorazado Roma
(Foto: ausairpower.net)

Su puesta en escena fue el 29 de agosto de 1943. Y el 9 de septiembre el ejército de la Luftwaffe obtuvo una de sus mayores victorias. Doce aviones Domier Do-217 del III Gruppe del KG100, portando cada uno en sus bodegas una FX1400, interceptó a la flota italiana que había zarpado del puerto de Spezia; rumbo a Malta tras el armisticio de Italia con los ejércitos aliados. El acorazado italiano Roma, buque insignia de la flota italiana, fue alcanzado por varias Fritz X lanzadas por los Do-217; a las dos horas se hundía en el fondo del Mediterráneo cargado con más de 1.400 marineros. El buque gemelo del Roma, el acorazado Littorio, resultó gravemente dañado tras el ataque.


Semanas más tarde, el USS Sabannah también fue alcanzado por una Fritz X, perforando la cubierta y destrozando una torreta. El proyectil fue perforando cada una de las subcubiertas hasta llegar al fondo del barco, detonando la carga compuesta por 320 kg de explosivos; abriendo un agujero en el casco del barco por donde se colaron más de 5000 toneladas de agua. Por suerte fue remolcado hasta el puerto de Malta con muy pocas bajas. 

(Foto: bluejacket.com)

Las desventajas del control por radio es que son demasiado susceptibles a las ondas electromagnéticas que lo envuelven. El ejército aliado instaló unas balizas emisoras de ondas de radio para probar el efecto que ejercían sobre las Fritz X. La señal emitida por las balizas provocaba interferencias en la señal emitida por el avión lanzador, haciendo que la bomba realizara giros muy bruscos y terminara precipitándose lejos del objetivo. Para la operación Overlord, el grupo combinado de cazas aliados, que impedían el paso a los bombarderos alemanes, haciendo uso de su artillería y los bloqueadores electromagnéticos que iban montados sobre los buques, evitaron que las bombas FX1400 o Fritz X llegaran a ser una temible amenaza.
Este es un listado de algunos buques alcanzados por las FX1400:
-El crucero USS Philadelphia "CL-41" (EE.UU)
-El crucero HMS Uganda "C-66" (U.K.)
-El crucero antiaéreo HMS Spartan "95" (U.K.) Hundido
-El destructor HMS Janus "F-53" (U.K.) Hundido
-El buque hospital HMHS Newfoundland (U.K.) Hundido
Algunos historiadores de la Segunda Guerra Mundial afirman que el destructor noruego HNOMS Svenner fue atacado por una Fritz X durante el amanecer del "Día D".


Después de conocer todos estos datos, debemos replantearnos que todos los avances tecnológicos importantes se han realizado en el transcurso de una guerra, pero debemos pensar también que en las guerras no existe la justicia ni la compasión por el prójimo.
¿Cuantas vidas costará el nuevo gran avance de la tecnología?