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José María Ibáñez.

sábado, 16 de abril de 2022

ALQUIMIA Y CÁBALA

 Esther Calvo


Foto: thefairypath

 

La palabra viene del árabe al quimiya, designa el estudio experimental de los fenómenos químicos. Se la considera una práctica protociencia. Fue una de las principales precursoras de las modernas ciencias. Muchas de las sustancias, herramientas y procesos de la antigua alquimia han servido como pilares fundamentales de las modernas industrias químicas y metalúrgicas.  En resumen podríamos decir que era el arte de la transmutación de elementos químicos y aleación de metales.

En su vertiente filosófica influirá en la astrología, el arte, la semiótica, el misticismo y el espiritualismo. Si bien su nombre proviene del árabe, se practicó en Mesopotamia, Antiguo Egipto, China, India, Antigua Grecia y bajo el Imperio Islámico se extiende su conocimiento por Europa.

El S.XIII es un momento de la Historia muy interesante, en la Corte de Toledo, bajo Alfonso X el Sabio, también conocido como astrólogo, con la  fundación de la Escuela de Traductores de Toledo, confluyen las tres culturas, judía, árabe y cristiana. El monarca ávido de conocimiento, incentiva que cabalistas, alquimistas, astrólogos y magos, beban de las fuentes de los conocimientos que en ese momento se intercambiaban unos y otros. El monarca dirá en uno de sus escritos: “Un rey para ser tal debe ser el primero de los hombres en conocimiento y sabiduría, pues sólo así deviene reflejo en la tierra de la Inteligencia Suprema”.

La Edad Media es el punto álgido de las ciencias iniciáticas. La Cábala estática, la rama más mística  del misticismo judío está representada por Abraham de Abulafia. Florece, bajo la influencia de la Cábala provenzal, la Escuela de Girona, Escuela de León, sabios de las escuelas de Lucena y Sevilla llegan a Toledo en 1147, huyendo de las zonas conquistadas por los  almohades.

La arabización de los judíos llegó hasta tal punto que algunos escritos para la sinagoga se realizaban en árabe. Es en ese momento cuando se funda la  escuela judía toledana, bajo la protección de poderosas familias como la de los al-Fajjar, y florecen los estudios talmúdicos. La Cábala práctica, denostada por autores como Maimónides, es una escuela que se dedica a la meditación, los talismanes y kameas,  con el objeto de sanar enfermedades, aliviar sufrimientos y penurias, dicha rama de la Cábala se rige por los conocimientos del “Sefer Ratziel”, un antiguo libro que la Misericordia Divina hace llegar a Adam, a través del Arcángel Ratziel, con el objeto de que  pueda  sobrevivir en la tierra, dicho libro habla de las inteligencias que rigen los planetas, las horas más propicias para llevar a cabo trabajos cabalísticos para obtener las cosechas, el alimento  y la salud. No sería de extrañar que dichos cabalistas, recibieran influencia de los alquimistas, puesto algunos manejaban un lenguaje común.

Más adelante, al correr de los siglos ambas disciplinas influirán en el hermetismo. Esto da lugar a una rama de la cábala, que surgirá  en Inglaterra y se la denominará Cábala Hermética. En ella nos vamos a detener puesto que, además de estudiar la Maasé Bereshit o la Obra de la Creación hará hincapié en la Maasé Merkava.

Modernamente, las psicología transpersonal y los arquetipos de Jung, incorporados a la Cábala Hermética, nos ofrecen una herramienta de transformación personal, el ego debe ser puesto al servicio del tikún del alma, para ello el aprendiz  ha de estudiarse a si mismo, incorporar el Árbol de la Vida dentro de sí para examinar en qué séfira está invirtiendo un exceso de energía que a la larga descompensará el árbol y cortocircuitará. Es una transformación meramente alquímica para llegar a contemplar a Dios dentro de si mismo y entrar en afinidad con Él.

La palabra Cábala viene del verbo kbl que quiere decir recibir, la Energía Universal y Creadora ha dado la vida a todo el Universo que conocemos, por lo cual, al querer iniciar el “camino de retorno”, nombre por el cual  también se conoce la Cábala. Hemos de aprender a dejar de querer recibir para nosotros mismos, (esto es llamado el pan de la vergüenza), ya que el Creador lo da todo gratis. Por ello, para ganarlo, es necesario esforzarse para dar a otros también, al igual que el Eterno.

A través del estudio y la meditación, vamos ampliando la vasija para que la Luz del Conocimiento nos siga llenando y alimentando la Chispa Divina que somos, fabricando así nuestra merkava.

La tarea no es fácil, el ego que si bien es necesario para sobrevivir en este mundo de la materia, muchas veces obstaculiza el ascenso, quedándonos en un círculo viciosa de deseos, ilusiones, emociones mal dirigida, críticas a todo y habladurías de los demás. Esto último es conocido como la  Shonara, es considerado un cortocircuito muy grave, casi es un asesinato. Puesto que normalmente, la persona de la cual se habla no está presente y carga con la energía de las palabras con las cuales le afectamos.  

Esta mala costumbre, los vicios a los cuales nos inclina el ego y el amigo Satán que nos va calibrando y probando a cada paso, nos van ayudando a conocernos mejor, a ser mejores, acercándonos al Creador mediante esta transmutación alquímica que realizamos sobre nosotros mismos. Estudiar los secretos de la Torá, las meditaciones, la vida del día a día tan enriquecedora, son las herramientas necesarias para transformar nuestro plomo en el oro espiritual, en el atanor del si mismo, para realizarnos a imagen del Creador.

 

Fuentes:

*Tesis doctoral  Tradición  y fortuna de los libros de astromágia del scriptorum alfonsí. Autora: Ana R. González Sánchez, bajo la dirección del Doctor Luis Miguel Vicente García.

*Wikipedia.org

*Maestros Eduardo Madirolas, Mario Sabán, Pau Navarro.


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