Amado Carbonell
![]() |
Equipo del Universo 25 (Foto: Diario La Razón) |
Cuan sencilla y alegre seria nuestra vida si pudiésemos tener una gran abundancia de comida y bebida durante todo el largo lapso de nuestro tiempo de vida, sin preocuparnos de tener que ir a trabajar para poder pagar las cuotas de nuestra hipoteca o tener que hacer la compra todas las semanas...
¿Creen ustedes que esta utopía
seria el culmen de la sociedad humana como especie?
¿O esta sociedad “acomodada” solo
podría desembocar en un caos de obesidad, jerarquías distópicas y una
decadencia sin precedentes a causa de que la propia psique humana no es capaz
de vivir realmente en sociedad dentro de una sobrepoblación desmedida?
El científico John Calhoun, experto
en el estudio del comportamiento animal, realizo a finales de la década de 1960
un experimento que mostraría el comportamiento de una colonia de animales, a
los que se les da todo lo necesario para sobrevivir y observa cómo se
desarrolla a través de un crecimiento exponencial de la población.
Este experimento seria recordado
por la historia del estudio sociológico como: Universo 25.
El desarrollo de dicho experimento
es bastante sencillo, se crea una zona de residencia lo suficientemente grande
para que una colonia de ratones pudiera evolucionar como una colonia
independiente, contando en todo momento con superficies de trepado, túneles,
laberintos, nidos, además de comida y agua abundantes para todos y cada uno de
sus integrantes.
El Universo 25 comenzaría su experimento con 8 ratones, 4 machos y 4 hembras liberados dentro de la “ciudadela” que Calhoun y su equipo habían creado, y donde por supuesto, al no tener depredadores, ni la continua necesidad de ir a encontrar comida, los instintos más básicos salen a relucir, y las parejas de ratones se dedicaron a lo que mejor saben hacer: reproducirse. En pocas semanas, la colonia de 8 ratones ya contaba con más de una treintena de individuos.
El estudio inicial de Calhoun detalla que entre los meses de julio de 1968 y agosto de 1969, la colonia de Universo 25 ya había crecido hasta alcanzar cifras que alcanzaban a los 620 ratones. Al llegar a este punto, la colonia habría sufrido una brusca parada en la reproducción, observándose que aunque los recursos seguían siendo abundantes, el espacio entre los individuos comenzaba a escasear, y comenzaba a convertirse en un hervidero, donde la mortandad comenzaba a ser un serio problema entre las camadas más jóvenes.
Aquel fue el punto de no retorno
del Universo 25, había empezado como una utopía para una colonia de ratones,
pero la sobrepoblación la estaba convirtiendo en una sociedad de roedores
en preocupante declive, y las más
aberrantes conductas se estaban empezando a manifestar entre los ratones, donde
el infanticidio, incesto, canibalismo y luchas constantes por el poder en la
alta jerarquía de la colonia, eran prácticamente habituales.
El descenso de procreación llego
a una tasa de cero apareamientos, teniendo el registro en que el ultimo ratón habría
nacido a principios de 1970, en un lugar similar a lo que se podría definir
como “infierno”.
La conducta que más se vio variada fue la de los machos, los cuales, notaron que al montar a las hembras, estas quedaban embarazadas y parían más camadas de ratones ocupando así más espacio, de modo que comenzaron a montarse los unos a los otros, desarrollando un apetito homosexual forzado. Las madres no tardaron en comenzar a comerse a sus propias crías, dejando bien patente que el espacio era un bien tan escaso, que mataban a sus propias camadas para conservarlo.
Curiosamente, algo llamó notablemente la atención de Calhoun, en una zona de la colonia, apartada de la
barbarie y la sodomía, había un pequeño grupo de ratones que dedicaban todo su
tiempo en acicalarse, lavarse concienzudamente cada rincón de su cuerpo, comer
o dormir, el equipo de estudio los bautizo como el grupo de “Los guapos”.
Estos, en un principio, parecían
ser el rayo de esperanza para la sociedad de la colonia que ya se encontraba en
total decadencia; pero con el paso de las semanas, se observaba una total
pasividad por parte del grupo de “Los Guapos”, lo cual llevo a pensar que estos
individuos habrían sido el resultado del apareamiento mediante el incesto, es
decir, entre miembros de consanguineidad.
La utopía del Universo 25 estaba
herida de muerte, y no solo por desenfreno que desencadeno la aberrante
sociedad en la que habría declinado, sino que los miembros de aquella distópica
sociedad ya no podían ser catalogados como ratones, habían “mutado”
psíquicamente hasta convertirse en algo mas salvaje, oscuro e inmisericorde,
llegando a su lenta extinción en el año 1973.
Al finalizar el experimento con
tan catastróficas cifras, el temor de que lo sucedido en el Universo 25 se
pudiese extrapolar a la sociedad humana comenzó a atormentar a Calhoun, aunque
por suerte, la sociedad humana actual, siempre en constante crecimiento, cuenta
con una legislación que monitoriza y controla de manera indirecta todas
nuestras acciones y movimientos, para evitar que se desatase una posible
barbarie a causa de las diferencias culturales y sociales que vivimos hoy en
día.
Es muy complejo predecir con
cifras exactas como evolucionara nuestra especie dentro de cien o mil años,
aunque teniendo presentes como avanza la tecnología en pro de los conflictos bélicos
y las guerras alrededor del mundo, podemos olvidar las palabras que pronunció
el físico alemán Albert Einstein tras lamentarse por idear la bomba atómica:
“Si la Tercera Guerra Mundial es atómica,
la cuarta será con palos y piedras.”
Me ha gustado mucho tu artículo. Conocía este experimento. Pero tal como vamos, estamos en la fase de "los guapos" por un lado y cosas raras por el otro. Pero la esperanza es lo último que se pierde.
ResponderEliminar