EL CASTILLO DE MUNCASTER

JOSÉ MARÍA IBÁÑEZ

Equidistante a las costas de Irlanda, Escocia e Inglaterra nos encontramos con la Isla de Man. En esta pequeña isla, situada en el Mar de Irlanda, se solicita a los asiduos visitantes que saluden a los duendes cada vez que crucen el Fairy Bridge (Puente de las Hadas), para asegurarse la buena suerte durante su estancia. Una vez en la isla, nos desplazamos hacia la costa occidental de Cumbria, donde se alza majestuoso el Castillo de Muncaster. En dicho enclave, habitado por la familia Pennington desde el siglo XI, al margen de estar ubicada la sede de la Organización Mundial para la Protección del Búho, ocurren hechos de lo más enigmático y misterioso.

(Foto: sidryve.lacoctelera.net)

Uno de los sucesos que se ha mantenido vivo hasta el presente, pasando de generación en generación, se remonta a la Edad Media; el lugar fue habitado por una legión perteneciente al Imperio Romano. Cuenta la leyenda, que algunas veces se han manifestado grupos de soldados romanos patrullando por las cercanías del castillo, circundados por una espesa y misteriosa neblina.

Muchos son los visitantes que aseguran haber visto figuras fantasmagóricas, escuchado gritos y llantos infantiles, percibido extrañas presencias invisibles y otros ruidos inexplicables por pasillos y dependencias del castillo, sobre todo, en el interior del conocido como Salón de los Tapices. En esta cámara, que antiguamente servía de habitación para los invitados, una figura oscura aparece de la nada; desvaneciéndose como por arte de magia, ante la incredulidad de los distintos testigos oculares: "... se sienten presencias amenazantes; figuras sombrías deambulan por doquier... muchos de los huéspedes aseguran haberse despertado sobresaltados en mitad de la noche, debido a un peso extraño que se abalanzaba sobre ellos mientras dormían". Al parecer, dicha presencia, obedece al espíritu de Tom Skelton, un bufón del siglo XVII que actuaba como sicario del inquilino del castillo por aquella época: Sir Ferdinand Pennington.

Se dice, que entre los quehaceres cotidianos del maligno bufón, resalta su malsano placer por engañas a los transeúntes ocasionales, despistados o perdidos por los alrededores, a los que acababa engañando, dirigiéndoles por las rutas más peligrosas e intransitables, hacia lugares circundados por arenas movedizas. Los actuales propietarios del Castillo de Muncaster, "creen que Tom todavía vigila su morada ancestral y que muchos de los accidentes, ruidos misteriosos, cambios de temperatura... se deben al demoníaco bufón que todavía se entretiene siglos después de haber muerto".

Otra de las presencias fantasmales que forman parte de la tradición del castillo es la conocida como Dama Blanca. Se trata de una joven y bella mujer, Mary Bragg, que fue asesinada en pleno siglo XIX en la parte exterior del Muncaster. Comentan que su espíritu, habitualmente, deambula por los jardines y son varios los testimonios que avalan su fantasmal presencia por carreteras, caminos y parajes adyacentes.

Doctor Jason Braithwite
(Foto: elcorreo.com)

ESCUELA DE FANTASMAS

Como anécdota curiosa cabe señalar que el año 2006 los dueños del castillo, la familia Pennington, decidieron crear una especie de escuela de fantasmas bajo la tutela del doctor Jason Braithwaite, profesor de psicología de la Universidad de Birminham.Braithwaite, se muestra escéptico en cuanto a la realidad de éstos fenómenos, pero quiere dar los conocimientos científicos necesarios a sus alumnos para que evalúen la realidad de los sucesos "No digo que puedan explicar estos fenómenos, pero los alumnos del curso (Perspectivas Interdisciplinarias sobre Experiencias Paranormales Anómalas) tendrán los conocimientos necesarios para examinar de manera racional y sensata lo que sucede en el castillo. Algunas percepciones pueden estar provocadas por campos magnéticos extraños e irregulares", manifestó Braithwaite a la agencia de noticias France Press. Y es que según apunta el responsable del curso,  "los ruidos y las visiones que se producen en el castillo podrían estar vinculados a fenómenos físicos naturales".


LA SALA DE LOS TAPICES
Según aparece reflejado en el informe sobre las investigaciones de Jason Braithwaite, "... la mayoría de los fenómenos paranormales que se producen en Muscaster son fugaces, en experiencias directas, los extraños sucesos en general, duran de veinte minutos a una hora. Después de investigar muchas áreas diferentes, el equipo encontró los campos más complejos en la Sala de los Tapices". Durante la investigación, un total de ochenta voluntarios permanecieron en el interior de la sala, donde pasaron una media de cincuenta minutos sometidos a campos magnéticos y de infrasonidos.


Una vez acabadas las investigaciones, "más del noventa por ciento de los participantes sufrió experiencias de tipo paranormal: ruidos, presencias extrañas, cambios de temperatura... incluyendo la sensación de separarse de sus cuerpos. Alrededor del veinte por ciento solo percibió presencias extrañas, mientras que alrededor del diez por ciento sintió miedo y terror".


El equipo de investigación llegó a la conclusión de que "lamentablemente, los voluntarios estaban muy propensos a recibir sensaciones extrañas, independientemente de sí los campos magnéticos y de infrasonido estuvieran encendidos. En otras palabras, simplemente se asustaron por estar encerrados en la misteriosa habitación".


Como se suele decir en estos casos, seguiremos informando.