José María Ibáñez
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Foto: culturacolectiva.com |
Actualmente se exhibe protegido por una vitrina de cristal en Backer Mansion Gistry Museum, la antigua mansión Backer situada en la ciudad estadounidense de Altoona, condado de Blair, Pensilvania. Data de 1849 y su antiguo dueño Elías Backer, era el propietario de una empresa metalúrgica, una herrería y una fundición.
La entrada en escena de aquel vestido de novia, según leemos en distintas crónicas de la época, se remonta a 1849. Anna Backer, la joven y hermosa heredera de los Backer, importante familia de la alta sociedad local se enamoró locamente de un muchacho humilde que trabajaba para su padre en los hornos de la fundición. La pareja de jóvenes enamorados tras la negativa del padre de la novia a la celebración de la unión nupcial, ya tenía más que decidido que iban a casarse en secreto. La joven heredera ya había encargado la confección de un hermoso vestido de novia.
De nada le sirvió. Su padre le prohibió tajantemente a Anna contraer matrimonio con su joven empleado. Aún más, le ordenó que no lo viera nunca más; despidió al muchacho de su trabajo y valiéndose de sus poderosas influencias logró que fuera desterrado para siempre de la ciudad. Anna, solícita y obediente así lo hizo, pero tras acceder a los deseos de su padre, algo se rompió en su interior. Se encerraba en su habitación con sus penas y tristezas y nunca volvería a asomarse al mundo real.
Mientras tanto, a escondidas, Anna admiraba y mimaba con inusitada devoción y en secreto su bonito vestido para el día de la boda. Hasta que su madre lo descubrió, se lo quitó y se lo regaló a una muchacha amiga de la familia que ya tenía programado contraer matrimonio y no dudó ni un instante en aceptar como regalo aquel magnífico vestido de novia.
Anna se quedó devastada y se auto condenó a pasar una vida de soltería, juró que nunca se casaría. Juramento que cumplió con creces transformándose hasta el día de su muerte, en 1914, en una triste y amargada solterona.
Tras la muerte de la heredera de los Backer su vestido de novia fue a parar a manos de Elizabeth Dysart, una muchacha de buena familia que lo llevaría puesto el día de su boda. Posteriormente, aquel vestido de novia pasó por la manos y los cuerpos de distintas muchachas aristocráticas antes de regresar a la antigua mansión de los Backer para acabar convertido en una exclusiva pieza de museo.
Fue a partir del momento de la entrada del vestido de novia en la antigua mansión cuando dieron comienzo toda una serie de sucesos extraños. Sombras, una figura femenina reflejada en los espejos, bruscos cambios de temperatura y un vestido de novia introducido en una vitrina de cristal que cambia constantemente de posición, que se mueve, que luce siempre perfecto a pesar del tiempo transcurrido. Como un preciado regalo que Anna nunca lució en su cuerpo, pero que le sirvió para soñar en lo que realmente pudo haber sido.
Dicen que el vestido se mueve por las noches como si alguien invisible se lo probara para comprobar si realmente le quedaba bien. En la actualidad el vestido de novia de Anna Backer permanece expuesto en el interior de una vitrina de cristal en una estancia del museo. Y no son pocos los visitantes que aseguran que el vestido se sigue moviendo por su cuenta, especialmente durante la noche. Suele variar de posición como si unas manos invisibles lo movieran de vez en cuando, quitándole arrugas, comprobando que siempre luzca igual de hermoso.
Los más escépticos aseguran que el vestido de novia se mueve por culpa de alguna que otra corriente de aire, pero los que conocen los verdaderos detalles de su triste historia no dudan en afirmar que es la propia Anna Backer, la misma que renunció a su felicidad matrimonial por culpa de su padre, la que se sigue probando su vestido de novia desde el más allá. Lo que viene alimentando la leyenda de que su espíritu aún ronda por la antigua mansión de los Backer.
En la actualidad la antigua mansión Backer pertenece a la Sociedad Histórica del Condado de Blair, tiene veinticinco habitaciones y ha sido testigo de alguna tragedia familiar. Una de las más tristes fue la muerte del hermano menor de Anna que falleció un invierno ahogado mientras viajaba en un barco de vapor. Debido al suelo congelado, su familia tuvo muchas dificultades para enterrarlo en el cementerio familiar de la mansión.
FUENTES CONSULTADAS:
*supercurioso.com
*www.guioteca.com
*www.radioacktiva.com
*La Mano Negra
*Archivo de Historias Olvidadas.
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